Daniels se fue a una mesa al fondo donde una diligente camarera se apuró a tomar su pedido
—Lo dicho, mira a Tania como se esmera por atenderlo y a nosotras que nos coma el tigre, tenemos media hora aquí y ni pendiente de tomar nuestra orden- apunto Vanesa mirando con irritación a la camarera que en el pasado había sido amiga suya.
—Mi amor yo también lo haría si fuera ella- apunto Cristal sin despegar su mirada de Daniels Travers - es más estoy que me pongo un delantal y voy hasta allá a servirlo- dirigiéndose a Melisa agrego- Amiga, ese hombre no solo es guapo, es muy sensual y vaya que pensamientos me han venido- lanzo un profundo suspiro y con sinceridad expreso -tienes tanta suerte, vas a viajar con él, vas a estar en su casa con él, vas a compartir las comidas con él y tal vez te decidas a compartir su cama
—Cristal ¡por favor!- Melisa lanzo un gritito reprendiendo a su amiga.- mi único interés de ir con él es conocer a mi padre, punto y final , ya no hablemos más de este asunto
Luego vieron como la camarera volvía con el almuerzo para él, y Cristal la chiflo
—Oye Tania, deja de babearte tanto y ven a tomar nuestra orden
La pelirroja las fulmino con la mirada y entonces fue hasta ella y tomo su orden diciéndole despectivamente
—Creen que voy a preferir atenderlas a ustedes que a el
Para picarla, Cristal agrego:
— Pues te diré que ese galán es todo de mi amiga Melisa
Tania se crispo de rabia, que no oculto. Cochina envidia, siempre se la había tenido
— Caramba Melisa tu no pierdes el tiempo....- apunto mordaz
—Que no es....
—Sabias que se la va a llevar a New york- agrego Vanesa con toda intención
—No te creo- negó Tania
—Anda dile Melli- insistió Cristal encantada de mortificar a Tania Altamirano
— Si, y si no me crees puedes preguntarle. Mañana me voy a vivir a su casa y no pienso darte más explicaciones- informo Melisa escuetamente.
—Pues que suerte tienen algunas- dijo haciendo un mohín de disgusto y se fue con el pedido
Cristal y Vanesa se rieron de buena gana, encantadas de haber molestado a Tania quien había sido íntima amiga de Vane y Cristal pero cuando apareció Melli en sus vidas, está por razones que no entendían, demostró una abierta aversión y no perdía oportunidad de querer hacer sentir mal a Melisa, haciendo alusiones a su origen, al hecho de ser criada en un orfanato y no tener padres, era si pues, una experta en hacer Bulling, pero la vida se encargaba de hacer justicia había dicho una vez Vanesa, pues de ser Tania una chica de clase media alta, muere su padre, y se da cuenta que están arruinados y entonces ella se vio obligada a buscar empleo amargándose más, consiguiendo hasta ahora el puesto de camarera en esta cafetería y eso acrecentó su odio por Melisa, porque lo cierto es que le tenía envidia a Melisa porque era mucho más bonita, era una profesional, y porque su corazón generoso había sabido ganarse el cariño tanto de Cristal como de Vanesa.
— Buenas tardes Srtas., nos vemos a las 5 Melisa
Ella asintió con la cabeza y el salió del restaurante.
A las cinco, vestida con unos jean apretados y un suerte de cuello de tortuga Melisa se dirigió al Café Saint Morez donde quedo en verse con Daniel Travers, al llegar vio que él ya estaba allí esperándola así que sin perder tiempo fue hasta su mesa
—Hola- lo saludo seria
—Hola, toma asiento- le indico el asiento delante de el
—Y bien Melisa ya tienes una respuesta?- le pregunto yendo al grano
Ella respiro profundo y al cabo de una pausa inquirió
—Está bien si me iré con usted
—Okey, ahora vamos a ultimar los detalles entonces, ¿comes conmigo?
—No, en realidad no tengo hambre- no podría pasar bocado, su estómago estaba hecho un caos, de las emociones contradictorias que estaba viviendo.
Por un lado saber que pronto conocería a su papa y hermana, aunado a la tristeza que le producía su padre la enfermedad de su padre, sabiendo que el tiempo que compartirán seria breve.
Eso por un lado y por el otro, estaba Daniels Travers, y como dijeran sus amigas, viviría con él, comería con él, pasaría mucho tiempo con él, y en cuanto a lo otro, ni soñar. Todo esto sin embargo la lleno de una emoción indescriptible.
- Café y galletas- no era una pregunta, llamo a la camarera y le pidió 2 cafés con leche y un toque de miel más galletas de chocolates, que por cierto eran las preferidas de Melisa
La mesera, tomo la orden babeándose literalmente así que al retirarse la empleada, ella se le soltó
— ¿Siempre causa esa reacción en las mujeres?
—¿Cuál?- pregunto haciéndose el desentendido, lo cierto que esa pregunta lo había divertido
—Tiene extasiada a las camareras, incluida la de este mediodía y bueno también embobada a mis amigas-
"Porque te cuesta tanto quedarte callada"- se reprochó Melisa- tenía que haber dicho eso, ahora el estaría pensando que ella también estaba embobada por el, cosa que tal vez era cierta, pero ella tenía su orgullo. Sabía que estábamos en pleno siglo XXI y ahora las mujeres eran lanzadas, si alguien les gustaba se lo hacían saber sin complejos de ningún tipo, pero ella no era así, jamás pudo ser así, ella prefería que fuera el hombre quien tomara la iniciativa y así evitar llevarse decepciones por un amor no correspondido.
—¿Y a ti como te tengo? – pregunto el a su vez y ahora si provoco que las mejillas de ella se tiñeran de rojo intenso por la vergüenza
Respiro profundo, y haciendo acoplo de todo su autodominio, puntualizo
—De ninguna manera, usted no es mi tipo de hombre
—¿Tienes un tipo específico?- pregunto interesado
—No, pero lo que si se es que usted no es
—¿Y porque si se puede saber?-Parecía muy expectante e interesado por su respuesta, sus ojos parecía traspasarla queriendo llegar a su alma
—Es demasiado serio, demasiado pomposo, y frio como un perfecto inglés, yo quiero a alguien que haga sentir viva y no me mate del aburrimiento-
Porque eres tan mentirosa, Melisa, se reprendió a sí misma.
Si fuera aso, entonces porque moría por los Darcys de sus películas predilectas,(Orgullo Y Prejuicio y Briggitte jones) que contradictorio.
Lo dicho, hoy había decidido meter la pata hasta el fondo, "ella y su bocaza", porque dijo aquello, al ver la expresión de él, su enojo visible ante lo dicho, la hizo arrepentirse totalmente de haber soltado esa sarta de estupideces, pero ya era tarde para tratar de corregirlo
—No parecías aburrirte cuando bailamos, según mal no recuerdo, te gustaba mi cercanía y los besitos que te di, no te escuche quejarte
Ella enrojeció nuevamente, pero llego la camarera y se sintió salvada por la campana
Tomo su café y con cuidado lo tomo,
Estoy esperando una respuesta- demando el sin dejar de mirarla intensamente
—No sé qué se imaginó, pero no me gusto para nada, solo, tenía razón, el licor nos hace perder el juicio.
- Si como es que no puedo creerte- indico el echándose hacia atrás y relajándose, incluso ahora había burla y diversión en su mirada
- No me importa si me cree o no, pero lo que si se es que jamás se repetirá, A lo que nos toca, hablemos más bien del viaje, y hábleme por favor de mi papa y mi hermana por favor-fue casi una súplica mortificada y el decidió bajar las defensas y en la próxima media hora le dijo todo lo que necesitaba saber de su padre y hermana y también ultimaron detalles de su viaje y el encuentro con su futura familia.
***
El sábado por la noche fue la despedida oficial, decidieron ir al club donde trabajaba Diego, como era la costumbre y entre cervecitas y platica, todos le desearon los mejores augurios a su amiga.
Y se abrazaron con ese cariño inmenso que los había unido desde hace muchos años
A Diego lo conocía desde el orfanato por eso el la llamaba su hermanita. A Lucas lo conoció por Diego quien primero salió del orfanato y cuando ella salió se mudó con Diego y ellos tres se hicieron súper amigos, a Vanesa la conoció en su primer trabajo de mesera en una cafetería y se hicieron inseparable, luego eran 4 y finalmente se agregó Cristal, amiga de infancia de Vanesa y así conformaron lo que ellos llamaba, los 5 fantásticos.
Era la familia que Dios le había regalado, pero ahora muy pronto conocería a su hermana de sangre, a su papa y eso la llenaba también de profunda emoción.
Eran las tres cuando la llevaron a su casa, en el carro de Diego y nuevamente se despidieron entre abrazos y lloros, las chicas se pusieron súper sentimentales y las lágrimas estuvieron a la orden del día o más bien de la madrugada. Eran muy unidos, eran una familia, eran los hermanos que siempre anhelo, cada uno daba la vida por el otro si era necesario, así era el cariño que los unía.
***
Daniels Travers puso en marcha su auto, tan pronto Melisa entro a su casa,
Melisa se despierta el domingo pasadas las 9 am y en timbre está sonando hasta rabiar, se da cuenta que hoy es el día que se iría con Daniels Travers a conocer a su familia, a las 9 habían acordado,
Se apresuró a salir de la cama, como pudo quedarse dormida, claro después de haberse dormido casi a las 4am y con semejante resaca, no digo que no se quedara dormida
Ya dejen de tocar el timbre. Grito sintiendo que su cabeza era un caos a punto de estallar.
Así que no espero cambiarse, tal y como estaba en su ropa de dormir, decidió ira a abrir la puerta
Un acicalado, bañado y súper perfumado Daniels Travers estaba en la puerta y al verla hizo un mohín de desagrado al ver el estado deplorable en que ella se encuentra.
Lo sabía, debía verse horrible sin peinar, con ojeras hasta los pies, demacrada y sin maquillaje. Pero quien era el para juzgarla, el hecho de que el fuera extremadamente guapo no le daba ese derecho.
—Vaya que la paso bien anoche- apunto en tono mordaz
—Muy bien, mis amigos me hicieron una despedida y..,. alto porque le das tantas explicaciones. Se dijo, deteniéndose – en fin eso es algo que usted no le importa
—Quedamos a la nueve y son ya las 9 y 20
—Que exagerado, se va a acabar el mundo por 20 minutos de retraso
—Quizás para ti la palabra, el compromiso y la responsabilidad no sea algo muy importante, pero para mí si lo es
—Obvio
—Perdón
—No le parece que debería relajarse de vez en cuando, es tan estirado, siempre es así de contenido
—No, no me parece, que deba cambiar-puntualizo visiblemente molesto- y deje tanta cháchara y vaya a arreglarse aliste sus maletas, apuesto que ni se ha cepillado los dientes
Como sabia, cielos seria su mal aliento que la había delatado, llena de vergüenza y sin chistar se fue dio media vuelta y se fue a su habitación y no pudo ver la cara de diversión que tenía ahora Daniel Travers quien se instaló de lo más cómodo en el mueble a esperar.
20 minutos después estaba ya bañada, maquillada peinada en una cola de caballo y perfumada.
Se había puesto unos jeans y una blusa de cuello de tortuga gris la cual era su favorita pues hacia que sus senos con su sostén pusshon destacaran.
Era delgada pero con formas bien definidas, su cadera ancha era un punto focal así como su larga cabellera rubia, y su cutis de bebe. Si era una mujer bella, quizás no hermosa como las modelos de revistas, pero de que era bonita lo era.
Termino de empacar algunas cosas y luego maleta en mano fue hasta la sala, donde Daniel Travers ya tenía cara de impaciencia. Sin embargo al verla ya mejor vestida, maquillada y peinada, Melisa creyó ver admiración en sus ojos al detallarla, aunque eso fue tan momentáneo y quizás fue producto de su imaginación y su actitud lo corroboro.
- Estaba a punto de entrar, vaya con su impuntualidad, le dije que el vuelo salía a las 10am
- Todavía quedan 20 minutos, deje el estrés por favor
- No voy a perder más tiempo discutiendo contigo, vamos
Y su vida estaba a punto de dar un giro de 180 grados
Como lo supuso, la mansión donde vivía Daniels y su familia era asombrosamente grande, hermosa, imponente, ubicada en una de las zonas más elegantes de Nueva York y su ansiedad volvió, él se dio cuenta y al salir del auto le tomo por un ligero momento la mano que apretó suavemente provocándole chispazos en su interior al decirle nuevamente —Cálmate, todo saldrá bien. Al penetrar en el mansión fueron recibidos por la mucama quien saludo con efusividad a Daniels y a la recién llegada. —Qué bueno que ya llegaron, el Sr Travis no hacía más que preguntar si ya había llegado —Entonces puedo irlo a ver ya- inquiero ansiosa de ver a su progenitor —Recién se quedó dormido, es que le acaban de inyectar una ampolla de morfina, no despertara hasta la noche.- informo lamentando desilusionar a la joven — María, muéstrale a Melisa su habitación- indico Daniels —Claro, ven preciosa puedes darte un baño y descansar del viaje, e imagino tendrás hambre- le pregunto con cariño agarrándola del bra
Esa tarde Melisa bajo a tomar un vaso de agua, y al pasar por la sala, vio que estaba Daniels y su hermana Sofía y quedo de pronto atrapada en medio de una emotiva escena. —Perdóname Daniels lo que te dije, no es cierto, yo te quiero mucho y agradezco que hayas dejado todo para venir aquí y apoyarnos, pero no quiero que mi papa se muera. Daniels miro con infinita ternura a su hermana menor, quien era la luz de sus ojos. —Ven acá pequeña, - la insto y abrazo- solo quiero que tengas presente que suceda lo que suceda, yo estaré aquí para ti, te amo mucho, eres y siempre serás mi dulce niña — Tú más que nadie sabes lo que es perder un ser amado, y es algo que no se supera.- índico ella. Daniels suspiro profundo ante los recuerdos que vinieron a su mente y puntualizo. —Pero se aprende a vivir con ello, y con el tiempo quizás se abra una puerta de esperanza y de felicidad —Te prometo que tratare de ser más fuerte, de alimentarme, porque no quiero que papa se preocupe por mí, quiero
El día que fueron reunidos en la biblioteca para la lectura del testamento y mientras los abogados se preparaban, en su mente no dejaba de repetirse aquella frase dicha por Daniels Travers "sea lo que sea que Frank le haya dejado, se lo damos y esa joven desaparecerá para siempre de nuestras vidas, tal y como llego, no quiero otra cosa, que volver a mi vida normal, es lo mejor para todos" Y había llegado ese día, ya sus maletas estaban empacadas y esa tarde dejaría la Mansión, para volver a su vida rutinaria y solitaria. Los abogados empezaron a hablar y entonces Daniels Travers ocupo el asiento al lado de ella, y no pudo evitar sentir una aniversion hacia su persona, y esto fue notorio para él. —Buenas tardes Señoras y señoras- Inicio Gustavo Moncada, el abogado de la familia y gran amigo de Frank. —Primero antes que leer el testamento, tengo una encomienda especial, son estas cartas que dejo Frank para su esposa y su hija.......hizo una pausa- Melisa Hartley Se hizo un silencio
Melisa llego a la sala de Juntas y noto que ya todos estaban allí. —Así es como espera ser parte de la Junta Directiva de este Corporativo, llegando tarde en su primer día- Cuestiono Daniel Travers — Lo siento, no volverá a suceder- contesto disimulando el enojo que le producía su cuestionamiento. No, No iba a darle el gusto que la viera afectada —Siéntese, no retrasemos más por su culpa esta reunión.- espeto con seriedad. Melisa ocupo el asiento al lado de Vincent recibiendo de el una sonrisa de apoyo, al igual que de Sofía. —Porque estas reuniones deben ser tan temprano además, yo nunca tuve que venir a una junta- indico Sofía haciendo un puchero, se notaba que le costaba levantarse temprano. — Porque tu padre, siempre controlo tus acciones hasta que cumplieras la mayoría de edad pero ahora es tiempo que asumas tu rol como accionista, lo mismo va para ti Vincent, ya sabes lo que Frank estipulo en su testamento para ti- le recordó a Vincent, quien realmente era su adoración, y
En las siguientes semanas todo se volvió una rutina de la casa al trabajo. El amor que por alguna razón, se le apareció en la figura de Daniel Travers, porque desde el momento que lo conoció, supo de algún modo, que era distinto, a todo lo que antes había vivido o buscado. Pero solo, para después llevarse una terrible desilusión. Por eso, ahora trataba de evitar cualquier contacto con Daniels pero muchas veces en reuniones de negocios el pedía que ella estuviera presente, y así fue empapándose poco a poco de los negocios y eso despertó muchas ideas que esperaba poder comunicar y que fuesen aceptadas. Lo que si no ha podido negar y dejar de admirar era su habilidad y destreza, además de su inteligencia como Gerente y negociador y resultaba un privilegio verlo trabajar; porque está aprendiendo mucho, El manejaba cada reunión de una manera impresionante, irradiaba seguridad y era un empresario con gran visión, con razón es uno de los empresarios más prominentes en el mundo Empresaria
—Es mejor que me vaya, aquí el ambiente se ha vuelto irrespirable- solto en tono despectivo.Sin embargo Daniels que está parado en el marco le cierra el paso — Déjeme pasar- le pide matándolo con la mirada — No sin que antes me digas porque te importa tanto mi opinión, que te importa lo que yo sienta o crea, el mundo es así, es mentira que la felicidad completa existen y que todos te van a amar.- replico con amargura y eso la sorprendió, viniendo de alguien como el que lo tenía todo - Por Dios Melisa no sufriste y aprendiste mucho con todos esos lugares adoptivos a los que fuiste y donde una y otra vez te rechazaron. No necesitas la aprobación de nadie para salir adelante, no te amargues por lo que yo, mi madre o nadie más puedan pensar, acepta que la vida no es siempre lo que queremos. No puedes ser tan confiada, tan sensible, nunca esperes lo mejor de los demás porque terminaras llevándote muchas decepciones- puntualizo amargo. Melisa quedo impactada por sus palabras, era un c
La siguiente semana se agudizo el problema de la amenaza de huelga siendo la decisión de los sindicalista, irse a paro indefinido todos los obreros de las fábricas, porque sabían que eso comprometía la producción y el no poder cumplir con las órdenes de despacho que habían sido expedidas Así que Melisa decidió tomar cartas en el asunto y fue a hablar con Daniels —Daniels es necesario tomar una decisión- lo tuteo, así fue desde el día que almorzaron juntos y su relación se había vuelto un poco más cordial- supe de buenas fuentes que para el jueves de esta semana está pautado la huelga indefinida, ellos saben de los compromiso con los clientes que tenemos y esa es su manera de presionar. — No cederé,-negó categórico- están pidiendo un aumento del 50% cuando ya de por si tienen un salario generoso, además quieren entre otras cosas: servicio de guardería, estoy de acuerdo porque hay muchas madres trabajando en las fábricas, con niños, pero eso tomara tiempo, habilitar el lugar, buscar
Eran las 5pm, cuando se les pidió a los trabajadores reunirse en el salón de usos múltiples, donde Daniels les comunico las buenas nuevas a los obreros quienes por unanimidad aceptaron Todos aplaudieron, a excepción del sindicalista, que tuvo que tragarse sus palabras, pues el acuerdo tuvo una gran receptividad —Gracias patrón, nos sentimos muy satisfecho por las decisiones aquí tomadas, y a partir de ahora trabajaremos con más ahincó, y dedicación- le expreso Pablo Alcántara estrechando su mano —Gracias - manifestó ahora Beatriz Méndez y añadió- tengo dos niños de 6 meSes y 2 años, y a veces hasta me ha tocado dejarlos solos, solo con una vecina que de vez en cuando me los mira, no sabe lo que esto significa para mi —Lo sé, la entiendo perfectamente- acordó con voz ronca y Melisa sabia que por experiencia lo sabía. —Es usted un gran hombre- le dijo Juanita Covarrubias, una Sra. de 50 años —Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Apunto Beatriz mirando a M