Cuando me marché de la empresa, pare un taxi que pasaba por ese momento, subí a él diciéndole al conductor dónde quería que me llevara. Una vez que llegamos a la casa de mis suegros y le pagué al hombre, baje del taxi, toque el timbre de la puerta abriendo su sirvienta la puerta, nos saludamos y entre directamente hacia el jardín donde se encontraban mis suegros Bianca y Giuliano.— Buenas tardes — les dije, viendo el semblante de Giuliano muy serio— Hola mi amor ¿cómo estás? — me pregunto Bianca, como siempre tan cariñosa— Muy bien gracias ¿dónde está Giuseppe? — pregunte, dándole dos besos a mi suegra— El vendra ahora, ¿estás dispuesta a quitarte ya el implante? — me pregunto Giuliano— Giuliano querido ¿a qué viene esa pregunta? — preguntó su esposa— Esta mañana hemos ido tu hijo y yo a hablar con Arianna y a accedido a quitarse el implante que lleva en el brazo, ya que nuestro hijo y ella desean tener un hijo — dijo Giuliano— ¿Cariño, llevas un anticonceptivo? — me pregunto B
La misma tarde que el médico me quitó el implante, nos quedamos mi esposo y yo a cenar en la casa de mis suegros, ya que el tatuador llamó a Giuliano para decirle que iba a tardar un poco en llegar. Estaba sentada al lado de Bianca cuando escuche la melodía de mi móvil, lo saque de mi bolso viendo en la pequeña pantalla que se trataba de mi amiga Paola, me disculpé con mis suegros y con mi esposo, me levanté de la silla donde estaba sentada y entre en la casa para poder hablar tranquilamente con mi amiga.— Dime Paola ¿qué te pasa? — pregunte— Gracias a Dios que has contestado mi llamada, Arianna necesito que me hagas esta noche un favor muy grande — me dijo— Claro, ¿que necesitas que haga por ti? — pregunte— Necesito que vayas esta noche a un evento que tenía, pero estoy con vomitos y no podré asistir y si no mando a alguien en mi lugar mi jefe me despedirá y sabes cuanto necesito el empleo ¿me puedes sustituir tu, por favor? — me dijo— No lo sé Paola, estoy en la casa de mis sue
Me marché de la casa de mi amiga, viendo el coche que me esperaba en la calle, del cual salió un hombre vestido con traje y corbata para abrirme la puerta del vehículo para que entrara dentro saludandonos los dos. Entre dentro del vehiculo y me sente en el asiento de cuero negro, dejando que el conductor me llevara hasta el hotel donde se celebraba la recepcion. Cuando el chofer paró el vehículo en la entrada del hotel, bajó para abrir mi puerta, ofreciendo su mano para ayudarme a bajar. Entre en el hotel viendo como se acercaba hasta donde yo estaba uno de los botones que trabajaban en el hotel— Señora por favor sígame — me dijo el botonesNos acercamos a donde se encontraban los ascensores, subimos a uno de ellos, bajando en la última planta donde se encontraba la suite nupcial, cuando nos acercamos a la puerta me quede inmovil en la misma puerta mirándonos el botones y yo— Perdon, pero creo que se ha equivocado de planta y de habitación — le dije extrañada— No señora, me han dic
Me desperté por la mañana, con la luz que entraba de la ventana que tenía aquella habitación sintiendo el brazo desnudo de mi esposo rodeando mi cintura, me intente incorporar muy despacio para no despertarlo pero al ir a levantarme, Giuseppe me atrajo a su cuerpo, quedando mis pechos desnudos encima de su abdomen duro y musculoso.— ¿A dónde crees que va, mi preciosa esposa? — me pregunto, besando mi cuello con sus ardientes labios— Voy al cuarto de baño, necesito una buena ducha — le respondí acariciando su mejilla con mis dedos— No, aun no he acabado contigo, eres mía, mi esposa y necesito vaciar este deseo que tengo, dentro de ti — respondió— Pues tendrá que ser después de ducharnos, anoche sudamos mucho y necesito refrescarme Giuseppe se puso encima de mí haciéndome notar lo duro que ya tenía su miembro en mi vientre, mientras se deleitaba su boca con mis pechos, mordisqueando mis pezones haciendo que gimiera y mis manos se enredaran en su pelo. De pronto empezó sonar mi móvi
Después de hablar con el sargento, quise que Giuseppe me llevará al depósito para ver por última vez a mis padres y a mi hermana, pero no quiso llevarme al ver lo triste que yo estaba ya que no dejaba de llorar, Cuando nos marchamos de la comisaria,mi esposo cogio el camino que nos llevaba a la dirección de la casa de mis suegros Bianca y Giuliano. Cuando mi esposo abrió la puerta del vehículo, para ayudarme a bajar, me dio como una especie de ataque de ansiedad tan fuerte que caí sin conocimiento al suelo.Me desperte viendo que tenía un gotero conectado a mi brazo, notando como alguien me tenía la mano cogida, gire mi cabeza viendo a mi suegra Bianca, sentada en una silla a mi lado— ¿Qué hago aquí? — le pregunté a Bianca— Cariño, te desmayaste en la puerta de mi casa y mi hijo te trajo a la clínica en su coche a toda prisa, está muy asustado y preocupado por ti — me dijo— ¿Dónde se encuentra ahora Giuseppe? ¿porque no está aquí conmigo? — pregunte— Se ha marchado a tu casa para
Maximo se acerco a mi esposo y sin que ni él ni yo lo esperamos, le dio un fuerte puñetazo en su rostro rompiéndole el labio, dándome cuenta de cuanto le sangraba a mi marido su labio, quedandose los dos hombres mirándose — Lo que Arianna necesita es un hombre que la ame como solo ella se merece, espero que cuando te des cuenta de lo que te acabo de decir, no sea tarde para que la puedas recuperar — le dijo Maximo marchandose seguidamente del dormitorio Cuando Maximo se marchó, me quedé mirando a Giuseppe y aunque mi ánimo no era de reír, no pude evitar sonreír al ver como mi esposo se quedó quieto en la puerta limpiándose su labio mientras nos mirábamos los dos a los ojos. El entierro de mi familia fue al día siguiente, donde asistieron mis suegros, mi esposo, conocidos de mis padres, mis amigas Paola y Stefany y como no, también fue Maximo, para darme el pésame, aunque no le gustó nada a mi marido cuando él me abrazó y me dio un beso en mi mejilla, pero Giuseppe no dijo absolutame
Dos días estuvo mi esposo sin dejar que yo saliera de nuestro dormitorio, forzandome, cuando le venía en la gana, follandome entre cuatro y cinco veces por día. Al tercer dia, me encontraba en la cama sin fuerzas para poder moverme cuando vi como la puerta del dormitorio se abrió de pronto, viendo entrar a mi suegra Bianca, con el semblante de su cara muy serio y sus ojos rojos, suponiendo que había llorado por mí.— Arianna cariño, mi hijo ya se ha marchado con su padre, levántate que te voy a ayudar a marcharte de aquí, lo que ha hecho mi hijo contigo nunca se lo perdonaré — me dijo— ¿Por qué no me has ayudado?, estoy destrozada por dentro Bianca — respondí— Giuliano no me dejo y cuando quise venir para sacar a mi hijo del dormitorio, mi esposo me obligo con el cinturón de su pantalón en su mano para que me marchara, poniendo dos sicarios suyos en tu puerta, de verdad que lo siento mi niña, pero por favor levántate de la cama, te voy a sacar de mi casa aunque me duele mucho, pero
Cuando salimos los tres de la clínica donde Maximo me pidió una cita con una ginecóloga, nos fuimos los tres hacia dónde aparco Máximo su coche, teniendo en mis manos la preciosa fotografía de mi bebe que la doctora me dio, entramos los tres en el vehículo, poniendo Máximo su brazo en el cabezal de mi asiento mirándome fijamente— ¿Has decidido lo que vas a hacer con Giuseppe? ¿le vas a decir que va a ser padre?— pregunto Maximo— No le voy a decir absolutamente nada, por esa parte puedes estar tranquilo, pero su hermana Cintia sí creo que debería saberlo, ya que mi cuñada me llama de vez en cuando y me gustaría decirle que va a ser tía — respondí— “”Estas loca Arianna”” ¿y si se le escapa algo cuando está con sus padres? Giuseppe no va a esperar a que vuelvas a su lado, te buscara hasta encontrarte, si no es lo que está haciendo ya — me dijo mi amiga Paola— Arianna cariño, Paola tiene razon, sera mejor que por ahora nadie se entere — me dijo MaximoDespués de la conversación que ma