Ya hacía tres días que habíamos vuelto de Marbella, pero en vez de irnos Giuseppe y yo a nuestra casa cuando bajamos del avión privado de mis suegros, decidimos quedarnos en la casa de Bianca y Giuliano, aunque a mi esposo no le gustó la idea, ya que estando solos en nuestra casa, podía ir y venir a su antojo, pero viviendo en la misma casa de mis suegros, Bianca lo vigilaba mucho más de cerca. — Giuseppe hijo, a mi no me convence que me digas que el coche saltó por los aires a causa de una vendetta tuya — le dijo su padre Giuliano a mi esposo, mientras cenabamos en el jardín— Papá por favor, tiene que haber sido alguien que me quiere ver muerto y mis vendettas como tu dices, las arreglo yo con las armas — respondió Giuseppe— Yo creo que fue Rossi hijo, quiere a tu esposa para él y la única manera de tenerla bajo su dominio es quitarte a ti de en medio — le contestó el padre de mi esposo.— Nunca sería de ese tal Rossi, bastante tengo con soportar las necedades de tu hijo Giuliano
Por un momento dude si hacerle caso o no, ya que si me quitaba el vestido como él me dijo, no sabia si seria un mete y saca rápido, ya que Andrea estaba esperándolo en el jardín.— Arianna, quítate el vestido o te lo quitaré yo, tu decides — me repitióAcabe obedeciendo a mi esposo como una buena sumisa o esposa, aun no lo se. Desabroche la cremallera de mi vestido, retiré los tirantes que tenía en mis hombros y comencé a bajar mi vestido poco a poco y con mucha sensualidad hasta que quedó en el suelo, sin dejar de mirarnos Giuseppe y yo a los ojos. Una vez que retire mi vestido, mi esposo me hizo una señal con el dedo para que me quitara también el sujetador viendo como Giuseppe se lamia sus labios cuando quedaron libres mis pechos, cuando ya me quedé completamente desnuda, los ojos de mi esposo se abrieron dándome cuenta que estaban llenos de deseo y lujuria.— Ponte encima de la cama de rodillas y apoya los codos en ella — me dijoHice todo lo que me pidió sin decir nada ya que que
Al día siguiente cuando me desperté, me gire viendo que Giuseppe aun seguía durmiendo en nuestra cama, me levanté despacio de la cama, y entre sigilosamente en el cuarto de baño para ducharme, abri los grifos de la ducha, me quite el pijama y entre dejando que los chorros del agua golpearan mi cuerpo sintiéndome relajada, hasta que sentí en mis pechos las manos de mi esposo, pellizcando mis pezones, besando y mordisqueando mi cuello haciéndome vibrar.— Buenos días querida esposa, ¿te ibas a duchar sin mi? eres una niña muy mala — me dijo— No te necesito para ducharme, podías esperar a que termine de ducharme y luego te puedes duchas tú — le dije— Arianna no empecemos, quiero ser solamente cariñoso con mi esposa, no vengo buscando jaleo — me respondióMe gire quedando de frente con mi esposo encontrandose mis ojos los suyos, viendo segundos después como los ojos de mi esposo bajaban hasta mis labios que yo termine por morder inconscientemente. Traté de apartarme de él, pero no me de
Cuando llegue a la empresa de mi suegra, salude a su secretaria y entre en el despacho de Bianca— Buenos días cariño, ¿cómo estás? — me pregunto— Muy bien y dispuesta para irme a ese viaje que tenemos que hacer Maximo y yo, perdona que me haya retrasado, pero tu hijo me ha entretenido un poco — le dije— Buenos días, mi querida Arianna, hace tiempo que no nos vemos — me dijo Maximo cuando tambien entro en el despacho— Si bastante tiempo, pero vengo con ganas de trabajar, se acabaron las vacaciones, pero prefiero trabajar que estar en casa esperando a mi maridito — respondí— Bien, tomad los dos estos son los documentos que quiero que le echéis un vistazo mientras dure el vuelo, no tengo que decir que confío en vosotros para que el barco atraque en el puerto sin problemas y se reparta la mercancía sin que llamen mucho la atención — nos dijo Bianca— De acuerdo, no te preocupes por nada, todo saldrá bien, ¿nos marchamos ya princesa? — dijo Maximo— Arianna un momento, Máximo esperal
Después de presentarse el capitán del barco a Maximo y a mi, se marchó dejándonos solos donde Maximo siguió enseñándome el interior de aquel precioso barco.— Ahora saldremos a navegar a alta mar, te aconsejo que te pongas uno de los bikinis o de los bañadores que tiene Bianca en el armario del dormitorio, porque supongo que no te lo abras traido en la maleta — me dijo— No pensaba bañarme, la verdad, pero si, voy a mirar en el armario y ponerme un bikini de mi suegra, no quiero volver a casa y que no se note que no he tomado el sol. — dije abriendo después uno de los cajones del armario para ver que podía ponermeCuando abri aquel armario y vi toda la ropa que había, me fue un poco difícil escoger un bikini ya que la madre de mi esposo tenia muy buen gusto con toda su ropa y todos eran preciosos, pero me decidí por uno que me llamó mucho mas la atencion, ya que puesto me parecía a una tigresa con muy coquetona. Me marché del dormitorio dándome cuenta de cómo me miraba Máximo de arrib
Cuando le vi a mi esposo la caja de los anticonceptivos que yo tenía escondido entre mis cosas personales, me quedé por un momento inerte y sin saber que decir, pero en segundos reaccione, ya que no le iba a dar a Giuseppe el gusto de criticarme delante de mis suegros. Bien los había encontrado, pero yo tenía en mente otra clase de anticonceptivo, ya que no estaba preparada para un embarazo donde sabía que mi esposo y yo, no íbamos a ser tan buenos padres y a mi aun me quedaban años para ser madre. — Arianna ¿me lo puedes explicar delante de mis padres? tu y yo nos casamos con ese acuerdo, que me darías un hijo y me has decepcionado — me dijo Giuseppe — Hijo, esto es cosa vuestra, aunque tenga un acuerdo con el padre de tu esposa, no nos concierne a nosotros vuestros problemas conyugales, Arianna, un año, de aquí a un año debes hacer padre a mi hijo, si no quieres que las cosas cambien entre las dos familias — me dijo Giuliano — Giuliano vámonos, deja a Arianna tranquila te lo advi
Ya estaba la mesa preparada para sentarnos a comer, cuando empezamos a escuchar las risas y las voces de mi hermana Carlota y de Cintya, la hermana de Giuseppe en la entrada de la casa, y entrando las dos al salón seguidamente, echandose mi hermana a mis brazos cuando me vio, besando mis mejillas— Hermanita qué alegría, ¿has venido para quedarte por fin en casa? — me pregunto haciéndome reír— Hola Cintya cariño y no Carlota, he venido para pasar unos días con mi familia — respondí— Oh no Arianna, no lo hagas, sabes que en cuanto tú desaparezcas de tu casa, mi hermano irá a buscar a esa puta de Andrea y no la soporto — me dijo Cintya— Niña esa boca, y por la parte de tu hermano, deja que haga lo que desee, ya se cansara de ella — respondí— No lo creo, se conocen los dos hace muchos años y ella no dejará que la deje por ti — me dijo mi cuñada— Bueno creo que tenéis planeado unas vacaciones y os tengo que decir, que me voy con vosotras, será una semana de chicas ¿que os parece? –
Cuando encendí la luz de la lámpara del dormitorio, vi a un Giuseppe que no conocía, su rostro estaba rojo y muy enfurecido dándome algo de temor por lo que pudiera hacerme. Sin apartar nuestras miradas, mi esposo se deshizo de su chaqueta y de su camisa tirándolo al suelo, dejándome ver sus perfectos pectorales, dejó el arma que llevaba encima del sofa que habia en el dormitorio, se quitó el cinturón de su pantalón enrollándose parte de él en su mano como si de un látigo se tratara.— ¿Qué crees que vas a hacer? además ¿tienes que seguirme donde yo vaya? — le pregunté, notando en fina piel el primero de los latigazos de su cinturón haciendo que gritara— No admito que mi esposa vaya haciendo la puta por ahi y esta noche has colmado el vaso de mi paciencia — me dijo dándome otro azote con su cinturón, dejándome la piel marcada, haciéndome gritar de nuevo por el dolorCuando volvió a levantar su brazo mi esposo, lo esquive cogiendo el arma que dejó encima del sofá apuntando con ella al