Tal como lo planeó Bianca la madre de mi esposo, embarcamos en el jet privado de Giovani hacia un rumbo donde yo no sabía cómo iba a resultar, estar solamente con Giuseppe ¿enamoraría a mi esposo hasta el punto de conseguir que se olvidara de su amante? eso solo Dios lo sabía ya que a mi no me resultaba creíble que lo consiguiera, pues llevaban Giuseppe y Andrea demasiado tiempo acostándose juntos y siendo amantes aparte de que mi esposo era su jefe y ella su asistente.Cuando el jet aterrizó, me di cuenta de la limusina que ya nos estaba esperando en la misma pista de aterrizaje, el chofer saludo a mi esposo mientras abría la puerta del vehículo para que entraramos a sentarnos dentro, recogiendo después nuestro equipaje del avión guardandolo en el maletero. De camino hacia el hotel donde nos íbamos a hospedar, pude ir fijándome en lo bonita que era la ciudad de Marbella y donde el lujo se notaba en cada uno de sus rincones. Si esa era una ciudad muy amada por la madre de Giuseppe, y
Despues de una noche llena de sexo y pasion por mi parte, ya que sabia que mi esposo tambien disfruto como yo, pero no me dijo nada, quedandose dormido en cuanto nos corrimos varias veces los dos. Me desperté al día siguiente y como predijo mi esposo me dolía todo el cuerpo, pero me levanté de la cama y entré en el cuarto de baño para ducharme sintiendo segundo después las manos de Giuseppe recorriendo los costados de mi cuerpo. Me estremecí y los nervios me invadieron — Arianna yo —- pero le dije que nada de nombres, que éramos solo un hombre y una mujer que se iban a amar en la ducha — Estás temblando cariño — me dijo — Contigo no tengo frío nunca mi amor — respondí Giuseppe fue deslizando su mano por mi vientre, mientras su otra mano la puso en mi nuca acercando su boca a mi boca, hasta juntar nuestros labios.Después Giuseppe paso el dedo por mis labios bajando su mirada hacia ellos, Enterró sus dedos en mi cabello tirando de él, demostrando quien era el que dominaba de los dos,
Cuando vi a mi esposo Giuseppe cómo caía al suelo, me fui corriendo hacia él, pero uno de los guardaespaldas de mi esposo me rodeo la cintura con su brazo mientras me decía que no me acercara a Giuseppe levantándome del suelo, como si yo fuera un saco de papas, intente soltarme de su agarre para correr hacia donde se encontraba mi esposo, pero me introdujo a la fuerza en otro coche no dejando que me acercara a mi esposo, mientras yo lloraba y suplicaba que me dejaran estar con mi Giuseppe. Una vez que el coche donde yo estaba, lo puso en marcha el chofer nos alejamos de aquel horrible lugar, viendo como se acercaban las ambulancias, los bomberos y los policías donde había explotado la limusina. Al llegar al hotel donde estábamos hospedados, el chofer aparco cerca de la entrada y sin esperar a que me abriera la puerta del vehículo el chofer, abri la puerta y baje rápidamente entrando seguidamente en el.hall del hotel dirigiendome hacia donde estaban los ascensores, subí a uno para ir a
Ya hacía tres días que habíamos vuelto de Marbella, pero en vez de irnos Giuseppe y yo a nuestra casa cuando bajamos del avión privado de mis suegros, decidimos quedarnos en la casa de Bianca y Giuliano, aunque a mi esposo no le gustó la idea, ya que estando solos en nuestra casa, podía ir y venir a su antojo, pero viviendo en la misma casa de mis suegros, Bianca lo vigilaba mucho más de cerca. — Giuseppe hijo, a mi no me convence que me digas que el coche saltó por los aires a causa de una vendetta tuya — le dijo su padre Giuliano a mi esposo, mientras cenabamos en el jardín— Papá por favor, tiene que haber sido alguien que me quiere ver muerto y mis vendettas como tu dices, las arreglo yo con las armas — respondió Giuseppe— Yo creo que fue Rossi hijo, quiere a tu esposa para él y la única manera de tenerla bajo su dominio es quitarte a ti de en medio — le contestó el padre de mi esposo.— Nunca sería de ese tal Rossi, bastante tengo con soportar las necedades de tu hijo Giuliano
Por un momento dude si hacerle caso o no, ya que si me quitaba el vestido como él me dijo, no sabia si seria un mete y saca rápido, ya que Andrea estaba esperándolo en el jardín.— Arianna, quítate el vestido o te lo quitaré yo, tu decides — me repitióAcabe obedeciendo a mi esposo como una buena sumisa o esposa, aun no lo se. Desabroche la cremallera de mi vestido, retiré los tirantes que tenía en mis hombros y comencé a bajar mi vestido poco a poco y con mucha sensualidad hasta que quedó en el suelo, sin dejar de mirarnos Giuseppe y yo a los ojos. Una vez que retire mi vestido, mi esposo me hizo una señal con el dedo para que me quitara también el sujetador viendo como Giuseppe se lamia sus labios cuando quedaron libres mis pechos, cuando ya me quedé completamente desnuda, los ojos de mi esposo se abrieron dándome cuenta que estaban llenos de deseo y lujuria.— Ponte encima de la cama de rodillas y apoya los codos en ella — me dijoHice todo lo que me pidió sin decir nada ya que que
Al día siguiente cuando me desperté, me gire viendo que Giuseppe aun seguía durmiendo en nuestra cama, me levanté despacio de la cama, y entre sigilosamente en el cuarto de baño para ducharme, abri los grifos de la ducha, me quite el pijama y entre dejando que los chorros del agua golpearan mi cuerpo sintiéndome relajada, hasta que sentí en mis pechos las manos de mi esposo, pellizcando mis pezones, besando y mordisqueando mi cuello haciéndome vibrar.— Buenos días querida esposa, ¿te ibas a duchar sin mi? eres una niña muy mala — me dijo— No te necesito para ducharme, podías esperar a que termine de ducharme y luego te puedes duchas tú — le dije— Arianna no empecemos, quiero ser solamente cariñoso con mi esposa, no vengo buscando jaleo — me respondióMe gire quedando de frente con mi esposo encontrandose mis ojos los suyos, viendo segundos después como los ojos de mi esposo bajaban hasta mis labios que yo termine por morder inconscientemente. Traté de apartarme de él, pero no me de
Cuando llegue a la empresa de mi suegra, salude a su secretaria y entre en el despacho de Bianca— Buenos días cariño, ¿cómo estás? — me pregunto— Muy bien y dispuesta para irme a ese viaje que tenemos que hacer Maximo y yo, perdona que me haya retrasado, pero tu hijo me ha entretenido un poco — le dije— Buenos días, mi querida Arianna, hace tiempo que no nos vemos — me dijo Maximo cuando tambien entro en el despacho— Si bastante tiempo, pero vengo con ganas de trabajar, se acabaron las vacaciones, pero prefiero trabajar que estar en casa esperando a mi maridito — respondí— Bien, tomad los dos estos son los documentos que quiero que le echéis un vistazo mientras dure el vuelo, no tengo que decir que confío en vosotros para que el barco atraque en el puerto sin problemas y se reparta la mercancía sin que llamen mucho la atención — nos dijo Bianca— De acuerdo, no te preocupes por nada, todo saldrá bien, ¿nos marchamos ya princesa? — dijo Maximo— Arianna un momento, Máximo esperal
Después de presentarse el capitán del barco a Maximo y a mi, se marchó dejándonos solos donde Maximo siguió enseñándome el interior de aquel precioso barco.— Ahora saldremos a navegar a alta mar, te aconsejo que te pongas uno de los bikinis o de los bañadores que tiene Bianca en el armario del dormitorio, porque supongo que no te lo abras traido en la maleta — me dijo— No pensaba bañarme, la verdad, pero si, voy a mirar en el armario y ponerme un bikini de mi suegra, no quiero volver a casa y que no se note que no he tomado el sol. — dije abriendo después uno de los cajones del armario para ver que podía ponermeCuando abri aquel armario y vi toda la ropa que había, me fue un poco difícil escoger un bikini ya que la madre de mi esposo tenia muy buen gusto con toda su ropa y todos eran preciosos, pero me decidí por uno que me llamó mucho mas la atencion, ya que puesto me parecía a una tigresa con muy coquetona. Me marché del dormitorio dándome cuenta de cómo me miraba Máximo de arrib