Ese día y después de hacer el amor, Giuseppe se encerró en su despacho porque según él tenía trabajo atrasado, mientras que yo me quedé después de comer, toda la tarde sentada en el sofá del salón leyendo un libro hasta que Renata me anunció que la cena ya estaba. Por la mañana me desperte al escuchar abrirse el armario de nuestro dormitorio, me quede mirando a mi esposo como entraba en el cuarto de baño, hasta que lo vi salir minutos despues fijandome que ya estaba vestido con un traje de color azul que le hacian brillar sus preciosos ojos.— Buenos días mi flor de loto – me dijo viendo en sus labios una preciosa sonrisa— Buenos dias esposo — le dije sonriendo— Me gusta verte despierta, me tengo que marchar y no quería irme sin despedirme de ti — me dijo— ¿Tan lejos y tantos días te vas? — pregunte sorprendida— Tengo irme a Roma, tengo una importante reunión y si todo va bien volveré pronto — me dijo— ¿Puedo ir contigo? aunque tenemos a nuestras familias aquí, me gustaría acomp
Al día siguiente cuando me desperté, me levanté despacio de la cama para no despertar a mi esposo que estaba completamente dormido a mi lado en la cama, entre en el cuarto de baño me asee un poco, volví al dormitorio para ponerme una bata ya que iba desnuda y estaba segura de que Manuel el mayordomo estaria ya por la casa. Me dirigí hacia la cocina para hacer el café, ya que necesitaba un buen chute para despejarme después de estar casi toda la noche sin dormir por estar haciendo el amor con mi esposo. Cuando ya me puse mi taza de café vi entrar en la cocina a Giuseppe, que se acercó a donde yo estaba, me dio un beso en la mejilla rodeando mi cuerpo con sus fuertes brazos— Toma tu café, ¿te apetecen unas tortitas? —- pregunte — Me apeteces tu como mi desayuno principal — me dijo metiendo su mano por mi bata acariciando mi sexo con sus dedos.— ¿Siempre tienes ganas? creo que deberíamos descansar un poco hoy después de la noche que tuvimos — le dije— Si tu no quieres darme lo que n
Me desperté a la mañana siguiente, sintiendo los labios de Giuseppe en mis desnudos hombros, gire mi cuerpo viéndolo apoyado con su codo en el almohadón de nuestra cama— Buenos días flor de lotto — me dice mi esposo— Buenos dias esposo — le respondí cuando me levantaba de la cama para ir al cuarto de bañoUna vez dentro, abri los grifos de la ducha, me duche y cuando terminé cogi el albornoz que habia colgado en la puerta, me lo puse volviendo al dormitorio— Ven aquí conmigo preciosa — me dijo dando pequeños golpecitos con su mano en el colchón— Lo siento pero tengo hambre, quiero un café para despejarme — le dije marchandome del dormitorioEstoy en la cocina poniendo una taza de café para Giuseppe y para mi, cuando lo veo entrar vestido con sus pantalones y su camiseta en las manos para ponerla, mirándome muy serio— ¿Te vuelves a marchar? – le pregunté— Volvemos a casa, tómate el café y vístete — me dijo malhumoradoDespués de tomarme el café, me fui de la cocina hacia nuestro
Al día siguiente y como me dijo la madre de mi esposo Giuseppe me llamó para que fuera a su empresa, mandándome su ubicación por mensaje en mi teléfono. Giuseppe se marchó esa mañana de nuestra casa muy temprano y como siempre hacía, no me dijo a dónde iba, yo me duche y me vesti acercandome después a la cocina para tomarme el café que necesitaba para poder soportar la mañana.— Buenos dias Renata, hoy necesito un café bien cargado — le dije— ¿No has podido dormir bien mi niña? — pregunto— No muy bien, pero hoy la madre de mi esposo me ha mandado la ubicación de su empresa para que vaya ya que me ha ofrecido trabajar con ella y Giuseppe no lo sabe, no sé qué dirá cuando se entere de que voy a trabajar con su madre — le dije— Giuseppe comprenderá que no eres mujer de quedarte en casa sin hacer nada, tranquila cielo creo que lo comprenderá — me dijoDespués de tomarme el café y ya vestida como estaba, llamé para que viniera un taxi a mi casa, cuando llegamos a donde Bianca tenía su e
Al día siguiente por la tarde, entré en el cuarto de baño para ducharme ya que en un par de horas teniamos que estar Giuseppe y yo en la casa de Maximo. Salí del cuarto de baño rodeando solamente mi cuerpo con una toalla, ya en el dormitorio, escuche entrar en el a mi esposo, sentí sus brazos rodearme desde detrás, y su boca en mi cuello dándome un pequeño mordisco en mi cuello.— Voy a darte todo lo que se que necesitas mi amor — me susurro mi esposo en mi oído— Amame Giuseppe, quiero sentir que soy todo lo que necesitas — le respondí, mientras Giuseppe me quitaba la toalla dejando mi cuerpo desnudo— Quiero enloquecerte Arianna, me vuelves loco querida esposa — me contestó, tumbandome en la cama boca arriba sin dejar de mirarnosGiuseppe se fue quitando la ropa lentamente, mientras yo me mojaba mis labios con mi lengua intentando excitar mas a mi esposo— Eres preciosa — me dijo recorriendo cada parte de mi cuerpo con su boca, haciéndome gemirGiuseppe busco mi boca con desesperac
Aunque cuando los vi, me hubiera gustado entrar y gritarle a mi esposo además de cogerle de los pelos a su amante, me quedé mirando desde la puerta sin saber en ese momento como reaccionar ya que no sabía qué hacer, porque si entraba y los pillaba seguramente mi esposo me avergonzaría y me humillaria delante de su amante y eso si que no lo podría soportar, asi que preferi girarme y marcharme de aquel lugar dirigiendome hacia donde estaba Bianca con su esposo Giuliano, aunque cuando llegue hasta donde estaban mis suegros, no pasó desapercibido por la madre de mi esposo, el malestar que yo tenía en ese momento.— ¿Te encuentras bien Arianna? parece que hayas visto a un fantasma, estás blanca cariño — dijo Bianca— No me pasa nada, solamente que la copa de champán que me he bebido me habrá sentado mal, pero estoy bien gracias Bianca — le respondí—- Arianna cielo ¿Sabes dónde está mi hijo? quiero presentarle a un inversor muy importante y necesito que mi hijo hable con esa persona y lo c
La noche anterior nos marchamos Giuseppe y yo muy tarde de la fiesta que dio Maximo en su casa, cuando llegamos a nuestra casa, mi esposo se quedó en el salón para tomarse una copa de whisky marchandome yo a nuestro dormitorio ya que estaba realmente cansada. Me quite toda la ropa y me puse un camisón acostándome en la cama de espaldas a la puerta, ya que no tenía ganas de ver a Giuseppe, pues estaba muy enfadada con él por dejarme sola con la compañía nada más que de mis suegros casi toda la velada. Cuando lo escuché entrar cerré los ojos haciendo como que dormía, pero mi esposo estaba tan borracho que eso no le importo, giro mi cuerpo poniendose encima de mi besando mis mejillas y mi cuello mientras se iba despojando de su ropa.— Déjame tranquila estás borracho — le dije intentando apartarlo de mí con mis manos— Eres mi esposa y quiero follarte ahora, así que calla o tendré que atarte a la cama — me dijo echando su aliento de whisky a mi rostro.— Te he dicho que no quiero, eres u
Cuando Giuseppe salió de nuestro dormitorio, me fui hacia la puerta para ver si en verdad me había encerrado, intente abrir la puerta pero no pude, asi que empece a dar puñetazos mientras pronunciaba el nombre de mi esposo llamando mientras gritaba.cuando de repente sentí un fuerte dolor en mi vientre teniendo que sentarme por un momento en el suelo. Cuando aquel dolor se me fue disipando poco a poco, me levante y entre en el cuarto de baño, me senté en el wc y cuando me baje la braguitas empece a reir como si me hubiera dado un ataque de risas, ya que la mancha que tenía, era lo que todas las mujeres tenemos una vez al mes. Después de ducharme, regresé al dormitorio con una toalla cubriendo mi cuerpo esperando a reirme de mi esposo cuando llegara a nuestra casa y quisiera acostarse conmigo. Por la tarde escuche la voz de mi suegra Bianca hablando demasiado fuerte, cuando de pronto la puerta de mi dormitorio se abrió entrando Bianca dirigiéndose hacia a mi, con el semblante de su cara