Una antigua leyenda cuenta como hace millones de años el Dios Odín se enamoró de la bruja más hermosa jamás vista, su nombre era Freya. Él creyó que era un ángel; con su cabello rubio, sus ojos verdes y su piel tan blanca como la nieve. El Dios cayó rendido a sus pies en el momento que le sonrío por primera vez y cuando vio la manera en que manejaba sus poderes, solo pudo quedar aún más embelesado.Los brujos, entre otras cosas, manejan uno de los cuatro elementos, pero ella manipulaba todos a la perfección. No solo eso, sino que la fuerza que tenía era algo también sorprendente. Los brujos pueden manejar el agua, pero ella creaba mares. Pueden manipular la tierra, pero ella movía montañas.
Se enamoraron profundamente y juraron amor eterno, el Dios nunca había estado tan feliz, pero Freya no era lo que parecía, era vil y despreciable. Una traidora que solo quería al Dios por el lugar que este ocupaba.
Un día el Dios encontró a su mujer con otro hombre. Lleno de ira, coraje y rabia, condenó a la bruja sacandole su magia. Ella le suplicó que le devolviera su poder y él aceptó con una condición. La única manera de recuperar el poder que alguna vez tuvo era con un acto de amor verdadero. El problema de ella es que siempre había sido demasiado frívola y egoísta, jamás había amado a nadie y estaba tan llena de sí misma que jamás lo haría.
Murió sin poder sentir amor verdadero, sin aprender la lección que el Dios Odín le quiso dar, y murió sin recuperar su poder, dejando este en manos del Dios.
La profecía cuenta que algún día llegará el ser al que el Dios Odín decida darle los poderes de Freya, pero al igual que ella, este ser estará condenado a vivir sin estos hasta un verdadero acto de amor.
La vida de todos los seres sobrenaturales estará en peligro.
El poder de Freya es algo difícil de manejar, la gente peleará, luchará y hasta matará por él. El ser que los reciba deberá ser fuerte ante las tentaciones, ya que si este decide usarlo con fines maliciosos, el mundo sobrenatural estará condenado.
DAVINA—Princesa Davina, su padre la espera en el gran salón. —Asiento hacia la criada, Evelyn, y ella hace una reverencia mientras sale de mi habitación.Argo, mi hermano mayor, acostado desde mi cama me mira extrañado.Su piel clara le realza el cabello dorado que le cae sobre sus hermosos ojos miel, su nariz es tan definida como su quijada y sus finos labios forman una sonrisa divertida. Tiene este aura de chico tierno y pervertido a la misma vez. Yo lo conozco mejor que nadie y se perfectamente que las chicas tienen que tener cuidado a su alrededor.—¿Para qué te busca el infeliz ese?—&iex
NICHOLASEmpiezo a sentir como le tiemblan las piernas y antes que pueda darme cuenta la tengo gritando mi nombre. Dos estocadas más y yo también me corro. Salgo de arriba de ella tan rápido como puedo, acostándome a su lado y tirando el condón en un tacho de basura que hay cerca.Comienzo a vestirme rápidamente y Alessandra me mira con ojos soñadores, a lo que yo le frunzo el ceño.—¿A dónde vas, mi amor? —pregunta con esa voz que tanto detesto, haciendo un patético morrito.No entiendo porque sigo acostándome con ella si las cosas siempre terminan así, con ella no entendiendo nuestro acuerdo.
DAVINAEl rey Dominik no para de hablar de como no pudo sacar los ojos de encima de mí durante toda la fiesta, que me buscó por todos lados, que quiso saber de mí... Lo único que mi mente hace es prender luces rojas de peligro.Me levanto y sin saludarlos salgo corriendo hacia la única persona que haría todo por protegerme.—Es la emoción, no puede creer que finalmente se va a casar. —Escucho que le dice el rey Arturo al rey Dominik.Voy la habitación de Argo y toco con desespero mientras lloro y me agarro el pecho, no puedo respirar.—Davina, estoy un poco ocupado. —Levanto la v
NICHOLAS—¿Se puede saber por qué dabas vueltas por la casa a las 3 de la madrugada? —pregunta mi hermana menor, Isabella, entrando al despacho acompañada de mis otros dos hermanos menores, los mellizos, Lucy y Jacob.—Te conté que algo le está pasando a Luk —mascullo—. No sé si está enojado conmigo, si decidió odiarme y aplicarme la ley del hielo, jodidamente no lo sé. Está imparable. Repite una y otra vez que siente que algo va a pasar pero no puede decirme que es, y tampoco puede decirme si es bueno o malo. ¡Joder!Mi lobo está volviendome loco.Estoy agotado, se me cierran los ojos, creo
DAVINAEl golpe llega segundos después que termino de decirle lo que pienso. Me pega tan fuerte que caigo sentada en el piso con el labio sangrando.Mi padre me mira con asco, como si fuese el mayor error de su vida. No solo es asco, en esa mirada también hay odio.<<Mi padre me odia>>.—Vos haces lo que yo te digo. Si te digo que te casas con el rey Dominik, te casas y te callas la boca. —Escupe.—Quiero casarme con alguien que realmente ame. Quiero crecer, aprender y enamorarme. Quiero ser mamá con la persona que yo elija pasar el resto de mi vida. Por favor, rey Arturo, no me case por un arreglo estúpido. Hace años que no hay problemas c
NICHOLAS —¿Y, hermano? —Levanto la vista ante la voz de Noah y veo como todos salen de la mansión parándose al lado mío en el jardín. —¿Qué? —¿Cómo está Luk? —Peor que nunca, pero decidí ignorarlo totalmente. Me tiene agotado, solo repite que va a pasar algo y ni siquiera puede decirme si es bueno o malo. —¿Queres que pongamos a los guerreros en alerta? —No es mala idea, Harry. Deciles que estén atentos y preparados. De repente vuelvo a sentir lo que estuve sintiendo todos estos días pero esta vez es peor. Luk está totalmente desesperado, siento com
DAVINAMuerta.Estoy muerta.Se perfectamente quienes son ellos ahora que me dijeron sus nombres. Son de la manada Garras De Hielo. El rey tiene negocios y alianzas con ellos. Me van a mandar de vuelta con él, lo sé. O quizás me matan por irrumpir en sus tierras... Igual va a ser lo mismo ya que si no me matan ellos, me va a matar el rey Arturo cuando me entreguen.Me siento, derrotada, y veo como todos se sientan a mí alrededor.Los detallo rápidamente y puedo decir que son todos dolorosamente atractivos. ¿Qué comen en esta manada?Lo peor es que no le
NICHOLAS—Dijiste casa de la manada —dice Davina mientras abre los ojos como platos y entra a nuestro hogar—. Esto es casi un palacio.—Podríamos decirle mansión de la manada, si queres. Lo que pasa es que acá vive mucha gente. Veni, te vamos a mostrar todo. —Le agarro la mano y vuelvo a sentir esa electricidad como la primera vez que la toqué. Ella mira nuestras manos juntas y sonríe, dejándose llevar por la casa.Entramos por la puerta principal de la mansión, después de dejar a Pegasus en el establo, y la voy guiando mientras los chicos nos siguen.Le muestro la gran cocina, y el amplio salón. Este está divi