Capítulo XXIV: Más problemas

Esas palabras fueron como brasas ardientes quemando su alma. No pudo soportarlo más; entonces se levantó y con pasos rápidos se alejó. Atravesó el patio sin mirar atrás. En cuestión de segundos salió a la calle. Justo en la entrada, se topó con don Nicolás - ¿Adair? - el viejo se sorprendió; pero Adair no le dio tiempo de hacer más preguntas cuando lo esquivó y se fue - ¡oye!, ¡regresa! - lo ignoró. Como si no fuera más que el zumbido de una mosca. Por esa vez, no le tuvo miedo a sus palabras.

Por más fastidio que le diera, regresó a casa. Ya estaba por anochecer; pero aunque le resultare acogedor el bosque, siempre se veía obligado a volver. Se quedó parado frente a la puerta, pensando seriamente si debla entrar directamente o saltar por la pared del patio. Pero recordó que el patio daba acceso directo a la cocina desde donde su madre se percataba hasta de las hojas que lleva el viento; por lo tanto, decidió em

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo