Se suponía que iba a disfrutar de ésta noche, que nada evitaría que me divirtiera como de costumbre. Pero el hecho de haber visto a Alexa irse con ese imbécil, hizo que la pizca de buen humor con el que cargaba, se esfumara por completo.
No sé qué es lo que me sucede con esa mujer, pero definitivamente no es algo bueno. Debo sacarla de mi jodida cabeza o no podré concentrarme en lo que realmente es importante.Haberla encontrado junto a la barra, enfundada en ese hermoso vestido dorado que la hacía lucir jodidamente caliente, me había hecho olvidar la razón principal por la que había venido al club.Y el hecho de que me haya ignorado tan deliberadamente y haya preferido irse con Jack, terminó por hacer que ahora mismo los negocios y el resto de los pendientes me valieran un bledo. Así que ahora me dirijo al auto. Por suerte, pude dejarlo aparcado en el estacionamiento privado del lugar, nada que no se pueda resolver con unos cuantos billetes. No ibaLunes, 8 de octubre de 2018. Hoy decidí salir desde muy temprano para empezar con mi nueva tarea. Y algo me dice que no será tan fácil. De hecho, estoy seguro que acercarme a esa chica será un verdadero dolor de culo. Estoy aparcado cerca de su casa esperando a que salga en algún momento, quizá a hacer algunas compras, o sólo a tomar un poco de aire fresco o quizá a pasear el perro. Llevo casi tres horas esperando dentro del jodido auto y ella no ha asomado las narices por aquí. «Quizá no está en casa». No, eso es imposible. «Tal vez se encontró con Zack anoche después del espectáculo en el estacionamiento». Eso también es muy poco probable. «¿Cómo estás tan seguro de eso?» Cuando creo que mis pensamientos me volverán loco, entonces lo noto. La compuerta del enorme garaje empieza a abrirse y entonces la visualizo montada en una Ducati negra. Debo admitir que se ve jodidamente sexy así. El portón se abre y yo enciendo el auto. Al momento en el que ella sale a la calle, yo es
De cerca y a la luz del día es aún más hermosa. Eso, sin contar que va sin ni una sola gota de maquillaje. Simplemente increíble.Mientras tanto, su mirada azulada, me inspecciona con indiferencia y aburrimiento.Joder, hiere mi ego.Aun así, yo le dedico una sonrisa torcida, pero ella no se inmuta.—¿Necesitas ayuda, dulzura?—¿Estás siguiéndome? —cuestiona.—Así es —digo con descaro—. Y deberías agradecerme que lo haya hecho, de lo contrario tendrías problemas para transportar todo eso. —señalo las bolsas en el carrito de compras.—¡¿Disculpa?! —exclama notablemente irritada. Por todos los cielos, ¿ésta chica no puede hablar sin alterarse? —. Mejor ni lo intentes, ¿está bien? Ni creas que voy a permitir que lleves esto en tu auto.Su drama me irrita, pero al mismo tiempo me divierte. No sé cómo mierda es que puede ser eso posible. A pesar de ello, una risa se escapa de mi garganta y ella sólo me mira con cara de póker.— Nena, ¿acaso pregunté si estás de acuerdo? —mi rostro se vuelv
—Creí que ya había quedado claro que esto no está a discusión. —digo rondando los ojos, ya fastidiado por esta situación.Joder. Esta chica juega con mi paciencia.Doy unos pasos más cerca de ella con la intención de que se haga a un lado, pero al no hacerlo, nuestros cuerpos se terminan rozando. Quedamos tan cerca, que casi puedo sentir su respiración golpeando mi barbilla.Levanto una de mis manos para intentar hacerla a un lado y que deje de obstruir mi paso, o quizá sólo fue una excusa para poder tocar la piel de su brazo para asegurar si en realidad es tan tersa como aparenta.Cuando mi mano hace contacto con su piel, al instante, una sensación me recorre el cuerpo entero. Se siente como si acabasen de darme una descarga eléctrica, con la diferencia de que esta, no me ha hecho daño, sino todo lo contrario.Ante éste hecho, no puedo hacer otra cosa, más que plantar mis ojos en ella.Y descubrir su rostro lleno de confusión y sólo por un momento, un atisbo de nerviosismo, me hace s
Lunes, 15 de octubre de 2018.—Necesito cuánta información puedas sacarle a ese hijo de perra —bramo—. No tengas ni una pizca de compasión. Si hoy aplicas un método de tortura, asegúrate que el de mañana sea aún peor.» Encárgate que sufra a cada segundo. No le des ni un solo respiro. Y si has o no conseguido algo, infórmame. Quiero jugar un rato con él. Tiene una deuda que estoy ansioso por cobrar.—Como digas Zack. —Carter asiente mientras juega con la navaja que tiene en su mano derecha. Y una sonrisa maliciosa tira de las comisuras de sus labios. Él es la persona indicada para éste trabajo, de eso no tengo duda.Se gira sobre sus pies y se dirige hacia la salida de la estancia en la que nos encontramos.Mis chicos son, sin duda, las personas más leales que he podido tener a mi lado. Cada uno de ellos, fue rescatado de las calles, de grandes líos en los que algunos de ellos se habían metido por causa del consumo de drogas. Irónico, ¿no? Pero así fue. Y digo “rescatados", porque to
Sábado, 20 de octubre de 2018.ALEXA SMITH.Ésta, es la segunda vez en toda mi vida que permanezco en cama por tanto tiempo.La primera vez, fue cuando sucedió el accidente donde perdí a mis padres. Ahora, es por el accidente con mi pobre Ducati. Que jodida es ésta vida.Llevo casi dos semanas tumbada en esta cama debido a esa condenada caída. Como es obvio, no he podido salir a ningún lado, eso incluye las idas al club y las visitas a los otros negocios que tenemos Chris y yo.Unos días después del importuno, Jack me llamó para decirme que debíamos vernos por unos asuntos importantes a tratar. Le dije que por esa ocasión no podría asistir. Él insistió en saber el porqué, ya que nunca antes había faltado a nuestras reuniones. Y por un momento pensé en la posibilidad de decirle la verdad, pero al instante la rechacé. No porque no confiara en él, sino que simplemente no quería preocuparlo. Además, sabía que era capaz de mandar a toda una banda de seguridad para protegerme de cualquier
Sus ojos me observan de la misma manera en la que un depredador miraría a su presa. Su mirada fiera que barre cada centímetro de mi cuerpo me hace estremecer y que un nudo de nerviosismo me atenace el estómago.En éste momento sólo quiero salir corriendo de ésta habitación, pero no quiero ponerme en evidencia. No quiero que él se dé cuenta de lo mucho que su presencia me afecta.Y entonces, una punzada de pánico y confusión me invaden de un momento a otro.Cientos de dudas me inundan la cabeza. No tengo ni una jodida idea de cómo ha entrado a mi casa, ¿acaso Chris lo dejó entrar? No, eso sería imposible. Mi hermano primero se cortaría los testículos antes de dejar pasar a un desconocido a mi habitación. Entonces, ¿Chris no se encuentra en casa? ¿O estará dormido en su habitación? ¿Y si él le ha hecho daño?En cuanto la última pregunta ronda mi cabeza, una alarma se enciende dentro de mí. Y el temor a que él le haya hecho daño a mi hermano todo con la intención de entrar a casa me revu
Ya no quiero alejarme.Y es un gran riesgo.Pero ahora, estoy dispuesta a enfrentarlo.Aunque eso sea considerado como un sacrificio.Así que no me alejo. No me muevo. Ni siquiera respiro cuando su mano libre se acerca a mi rostro y sus nudillos dejan una sutil caricia en mi mejilla para ir descendiendo hasta mi mentón.Sus ojos no han dejado de examinar mi rostro, como si estuviese analizando hasta el más mínimo detalle del mismo.Se ha convertido en un momento tan íntimo y tan dulce, que parece ir en contra de lo que él es, de su postura tan intimidante y ruda que posee. Sin embargo, no quiero que este momento acabe.«No deberías dejarte engañar por algo tan banal».Sé que mi subconsciente tiene razón, pero no puedo evitarlo.Mi corazón se desboca en el instante en el que sus ojos miran mis labios para segundos después buscar mi mirada, como si estuviese esperando mi permiso para con
Cuando Zack por fin termina la llamada y sale del baño, han pasado ya alrededor de unos veinte minutos. Para ese momento, yo me encuentro sentada frente a la peinadora atando mi cabello en una coleta alta y enfundada en un vestido azul marino que me llega por sobre las rodillas y es de mangas tres cuartos.No me pasa desapercibido la mirada dura y el ceño fruncido que ahora lleva estampada en la cara, pero cuando sus ojos se encuentran con los míos su semblante se suaviza considerablemente.—Tenía planeado llevarte a un lugar, pero tengo un asunto que debo resolver ya mismo. —y no entiendo por qué su confesión me desilusiona un poco. Sin embargo, me abstengo de demostrarlo, por el contrario, me muestro con aire relajado.—Entiendo, no hay problema. —digo tranquilamente. Regalándole una sonrisa conciliadora.Me pongo de pie y camino hasta el centro de la habitación, él me imita y se planta frente a mí. Me mira con intriga, algo de duda e indecisión. Aparentemente, Zack tiene una lucha