[...]Maciel pensó en decirle a Kayo lo que estaba a punto de hacer para probar su amor a Elizabeth, pero prefirió guardar secreto... ya había esperado demasiado para unir su vida a la de ella. Aquella noche tuvo un sueño, y ese sueño no era común... era un recuerdo de algo de su pasado. Una niña de unos dos años de pelo oscuro y hermosos ojos verdes, hija de uno de sus empleados más antiguos, en ese momento la empresa estaba apenas comenzando.Maciel vio la puerta del ascensor abrirse y la niña entraría, corrió lo más rápido que pudo y le impidió hacer algo que le quitaría la vida sosteniéndola en su regazo... se asustó mucho y lloró mirando a ese hombre desconocido. Pero Maciel se sintió aliviado, ya que el ascensor no estaba en ese piso y el niño caería en el hueco del ascensor y serían por lo menos 6 pisos abajo. Maciel se despertó jadeando.Maciel¿Por qué ese recuerdo ahora?[...]Kayo también estaba trastornado con el regreso de Elizabeth, sabía que de todas las mujeres del mun
ElizabethMaciel realmente nunca había tenido sexo anal, me moví solo un par de veces y gritó liberando todo muy fuerte dentro de mí. ¡Una pena, porque yo quería hacer un poco más! Me levanté lentamente, me senté de lado en su regazo. Le di un beso en la boca y estaba exhausto y cansado.- Tú eres...- ¿Increíblemente sexy y traviesa? ¡Si, lo sé!Esa noche tuvimos sexo hasta el agotamiento, sin importar lo que sus hijos pudieran oír o pensar.[...]En la otra habitación, Kayo no podía dormir, con los gemidos de la pareja en luna de miel. Él podía imaginar todo lo que su padre estaba haciendo con aquella mujer increíblemente bella... sentía celos, quería estar en su lugar. Ángela había llegado al apartamento, estaba desnudándose cuando se asustó con Mauricio acostado en la cama de la pareja.- ¿Qué hace aquí Mauricio?- Aquí soy yo quien pregunta, ¿crees que yo no sé qué saliste anoche. ¿Dime adónde fuiste?- Estamos separados y mi vida ya no te interesa.- ¡Estamos casados en el papel
[...]Llevaron a Maciel al hospital y los niños fueron comunicados. Ángela pronto supo que Elizabeth y él tuvieron una pelea terrible antes de lo que había ocurrido.- Elizabeth, ¿qué pasó entre ustedes? - preguntó Kayo.Elizabeth intentaba esconder las marcas moradas en su cuerpo, aquella pelea había sido violenta y ella no quería que se quedaran cuestionando aquello.- ¡Eso no importa!– ¡Elizabeth Por supuesto que importa, estoy seguro de que lo hiciste pasar mal! Puedo apostar a qué... perra! - Ángela gritaba y amenazaba, Kayo tuvo que intervenir.- ¡Ángela, no grites, estamos en un hospital, ten más respeto!Elizabeth no soportaba ni mirar a Ángela. Estaba preocupada por Maciel, no quería que muriera, pero al mismo tiempo, todo lo que había dicho y hecho había dejado su corazón amargado... decidió irse de allí, al menos para respirar un instante.- ¿Quiénes son los parientes del señor Maciel?- Ángela y yo, doctor! - Kayo ya se preparaba para oír lo peor.- ¡Él quiere hablar con
[...]Maciel salió del hospital dos días después, él estaba bien y aquel dolor había sido un gran susto. Llegó a casa y ya había pedido a Amelia que preparara sus maletas.- Papá, ¿hasta cuándo planeas mentirle a Elizabeth?- ¡No lo sé Kayo, lo que estoy seguro es que necesito un tiempo para acomodar todo lo que pasó dentro de mí!- Estoy de acuerdo con lo que decidas, pero creo que será un duro golpe para ella, que tengas un buen viaje y por favor, llámame en cuanto llegues.- Papá, no te olvides de que te amamos mucho y te necesitamos bien! - Ángela lo abrazo fuerte.- Yo también los quiero.¡Tomó un vuelo a Nueva York, estaba devastado y por más que intentara olvidar a Elizabeth no podía... era más fuerte que todo! Ese amor que habitaba dentro de él era más que orgullo y pedía desesperadamente para tenerla de vuelta, era como una tormenta que nunca pasaba. Pero él recordaba las cosas horribles que Elizabeth había dicho, ¿quería saber por qué tanta ambición? ¿Por qué jugar tan sucio
[...]Tras la confusión, Ángela invitó a Fernando a entrar.- Perdóname por venir sin avisar, pero casi no contestas mis llamadas.- Lo siento por eso... es que las cosas están un poco complicadas por aquí.Ángela quería decírselo, pero tenía miedo de la reacción. No sería fácil decirle a un hombre como él, que en solo una relación sexual había quedado embarazada.- Lo entiendo y vine a ofrecerme para representarte en la audiencia de divorcio. ¿Dijiste que será la próxima semana?- Sí, y le agradezco mucho lo que ha hecho por mí, de verdad Fernando.Fernando se acercó más y se acercó a sus brazos, los dos terminaron besándose e incendiando la cama una vez más.En casa de Maciel...- Ángela está muy feliz con el embarazo y ya está de tres meses. ¡Mañana a primera hora le llevaré un regalo!- Hace bien... ella merece ser feliz después de tantos años sufriendo con Mauricio. - Sara sonrió.- Con ella aprendí lo importante que es el matrimonio.- ¿Crees que algún día podremos llegar a dar
ElizabethLlegué a casa llorando, me senté en el sofá y no podía creer que estuviera vivo. Una vez más sentimientos mezclados por dentro y yo llegaba a sentir falta de aire. Estaba vivo e iba a ver nacer a nuestro hijo, aunque ya no fuéramos una pareja...¡Qué gran ironía Elizabeth, quería vengarse de él por amor a su padre... y ahora voy a darle un hijo a ese hombre!- ¡De ninguna manera... si él murió, murió de verdad y nunca sabrá que ese bebé es su hijo, lo negaré mientras yo viva![...]Anastasia había desaparecido por completo de la vida de los Castello, pues para ella Maciel y Elizabeth estaban juntos desde entonces. En su viaje a la costa, conoció a Kaique un joven de 25 años hermoso y atlético, pero un verdadero estafador que estaba consiguiendo poco a poco que ella se enamorara de él y diera cada vez más dinero para sus caprichos. Fernando se acercaba cada vez más a Ángela y se estaban enamorando poco a poco se había involucrado mucho más de lo que podía imaginar, pero ella
ElizabethMe congelé, no quería que Maciel lo supiera todo y más por la boca de aquel imbécil.- Lo recuerdo porque fue mi empleado y amigo durante muchos años.- Si Maciel, mi padrastro estuvo a tu lado, vio a tu empresa prosperar y siempre pensó que tú lo agradecerías y sería justo con él después de haber dedicado su vida a ayudarte a ser el empresario exitoso que eres hoy.- Siempre nos llevamos bien, pero él siempre quería más... era un hombre muy ambicioso.No soporté oír a Maciel mentir así, tienes que gritar mi verdad.- ¡Mi padre solo quería lo que era justo! Siempre te pidió un puesto que fuera tu altura, él merecía crecer y tú no lo permitías. - Grité sin miedo.- Estás equivocada Lizzi... yo siempre quise que él creciera también, pero Marcos quería convertirse en gerente a toda costa e incluso llegó a intentar usar medios ilícitos para eso.- ¡Usted es un mentiroso! Me pidió, me rogó que le diera el reconocimiento que merecía y tú te negaste, mi padre murió de dolor y trist
Elizabeth Nos mudamos a la casa de la playa, estábamos viviendo la paz que tanto queríamos. Ángela siempre me llama para intercambiar experiencias sobre los bebés y estábamos hablando por teléfono... - ¿Cómo andan las cosas por ahí? - Muy bien, Ángela, Marcos Maciel estuvo un poquito gripado esos días, pero está mucho mejor ahora. ¿Y Sofía? - Ella está bien, por suerte. Pero, ¿cuándo planean venir a visitarnos? - Creo que a final de mes iremos a visitarlos. - A pesar de la decisión de vivir por ahí, los extraño por aquí. ¡Me gustaría ver a mi hermano crecer! - No nos quedaremos aquí para siempre, sé que tarde o temprano tendremos que volver. Ah Maciel acaba de llegar aquí, ¿quieres hablar con él? - Sí, un beso y ponte bien Elizabeth. Le pasé el teléfono a Maciel y tomé al bebé para amamantarlo. - ¿Cómo va todo, princesa? - Muy bien, papá, solo le estaba diciendo a Elizabeth que los extraño. Que deberían volver aquí. - Volveremos pronto, solo estamos esperando que Marcos Ma