[...]Tras la confusión, Ángela invitó a Fernando a entrar.- Perdóname por venir sin avisar, pero casi no contestas mis llamadas.- Lo siento por eso... es que las cosas están un poco complicadas por aquí.Ángela quería decírselo, pero tenía miedo de la reacción. No sería fácil decirle a un hombre como él, que en solo una relación sexual había quedado embarazada.- Lo entiendo y vine a ofrecerme para representarte en la audiencia de divorcio. ¿Dijiste que será la próxima semana?- Sí, y le agradezco mucho lo que ha hecho por mí, de verdad Fernando.Fernando se acercó más y se acercó a sus brazos, los dos terminaron besándose e incendiando la cama una vez más.En casa de Maciel...- Ángela está muy feliz con el embarazo y ya está de tres meses. ¡Mañana a primera hora le llevaré un regalo!- Hace bien... ella merece ser feliz después de tantos años sufriendo con Mauricio. - Sara sonrió.- Con ella aprendí lo importante que es el matrimonio.- ¿Crees que algún día podremos llegar a dar
ElizabethLlegué a casa llorando, me senté en el sofá y no podía creer que estuviera vivo. Una vez más sentimientos mezclados por dentro y yo llegaba a sentir falta de aire. Estaba vivo e iba a ver nacer a nuestro hijo, aunque ya no fuéramos una pareja...¡Qué gran ironía Elizabeth, quería vengarse de él por amor a su padre... y ahora voy a darle un hijo a ese hombre!- ¡De ninguna manera... si él murió, murió de verdad y nunca sabrá que ese bebé es su hijo, lo negaré mientras yo viva![...]Anastasia había desaparecido por completo de la vida de los Castello, pues para ella Maciel y Elizabeth estaban juntos desde entonces. En su viaje a la costa, conoció a Kaique un joven de 25 años hermoso y atlético, pero un verdadero estafador que estaba consiguiendo poco a poco que ella se enamorara de él y diera cada vez más dinero para sus caprichos. Fernando se acercaba cada vez más a Ángela y se estaban enamorando poco a poco se había involucrado mucho más de lo que podía imaginar, pero ella
ElizabethMe congelé, no quería que Maciel lo supiera todo y más por la boca de aquel imbécil.- Lo recuerdo porque fue mi empleado y amigo durante muchos años.- Si Maciel, mi padrastro estuvo a tu lado, vio a tu empresa prosperar y siempre pensó que tú lo agradecerías y sería justo con él después de haber dedicado su vida a ayudarte a ser el empresario exitoso que eres hoy.- Siempre nos llevamos bien, pero él siempre quería más... era un hombre muy ambicioso.No soporté oír a Maciel mentir así, tienes que gritar mi verdad.- ¡Mi padre solo quería lo que era justo! Siempre te pidió un puesto que fuera tu altura, él merecía crecer y tú no lo permitías. - Grité sin miedo.- Estás equivocada Lizzi... yo siempre quise que él creciera también, pero Marcos quería convertirse en gerente a toda costa e incluso llegó a intentar usar medios ilícitos para eso.- ¡Usted es un mentiroso! Me pidió, me rogó que le diera el reconocimiento que merecía y tú te negaste, mi padre murió de dolor y trist
Elizabeth Nos mudamos a la casa de la playa, estábamos viviendo la paz que tanto queríamos. Ángela siempre me llama para intercambiar experiencias sobre los bebés y estábamos hablando por teléfono... - ¿Cómo andan las cosas por ahí? - Muy bien, Ángela, Marcos Maciel estuvo un poquito gripado esos días, pero está mucho mejor ahora. ¿Y Sofía? - Ella está bien, por suerte. Pero, ¿cuándo planean venir a visitarnos? - Creo que a final de mes iremos a visitarlos. - A pesar de la decisión de vivir por ahí, los extraño por aquí. ¡Me gustaría ver a mi hermano crecer! - No nos quedaremos aquí para siempre, sé que tarde o temprano tendremos que volver. Ah Maciel acaba de llegar aquí, ¿quieres hablar con él? - Sí, un beso y ponte bien Elizabeth. Le pasé el teléfono a Maciel y tomé al bebé para amamantarlo. - ¿Cómo va todo, princesa? - Muy bien, papá, solo le estaba diciendo a Elizabeth que los extraño. Que deberían volver aquí. - Volveremos pronto, solo estamos esperando que Marcos Ma
Él salió, se topó nuevamente con Fernando en la salida del cuarto y los dos se miraron.- Espero que entienda que mi tía está bajo una fuerte emoción.- Y muy bien instruida a no decirme la verdad.- Si puede probar lo que dice, siéntase libre comisario.- ¡Ya estoy en ello, muchacho!Fernando entró en la habitación.- No le dijiste nada, ¿verdad, tía?- No, me hice la olvidada como tú dijiste. Este hombre, a pesar de ser joven, no va a dejar esto sin castigo, me sentí por la forma en que me miró y él dijo que una de las víctimas, corre el riesgo de no volver a caminar.- Voy a informarme sobre eso, creo que fue enviada al mismo hospital. Si está aquí, puedo hablar con él o ella e intentar un acuerdo.- Tenga cuidado con lo que va a decir Nando.- Tía, yo soy abogado y claro que haré todo con cautela.El comisario había conversado con el médico y quería ver a la otra víctima y saber cómo su caso estaba avanzando.– Es una joven de veinticinco años, comisario, desafortunadamente recibi
Lejos de allí, Sara y Kayo estaban acostados.Anastasia tuvo un accidente de coche.- En serio, Sara, ¿cuándo sucedió?- Ayer, pero me enteré esta mañana.- ¿Y me lo dices ahora? - preguntó enojado.- No estabas interesado en saber nada sobre mi día, me olvidé de eso. Pero no te preocupes, está viva y sin heridas graves.Ella se acostó de lado y lo dejó impresionado con su frialdad y en lo lleno que estaba su corazón de rebeldía. Una conversación decisiva entre ellos debería suceder muy pronto, para poner las cosas en su debido lugar.ElizabethEstaba empacando mis cosas para regresar, dentro de mí sabía que Anastasia estaba planeando un acercamiento y lo estaba usando como excusa. Necesito volver lista para enfrentarla, pero si logré que Ángela viniera a mi lado, ¿quién sabe si yo podría hacer lo mismo con ella?[...]Ángela sentía una angustia en el corazón, como si algo estuviera a punto de cambiar en su vida.- ¡Ahora que estoy en la fase más feliz de mi vida, nada me va a quitar
[...]Maciel alquiló un coche y fue directo a hablar con el comisario.- Hay un hombre ahí fuera que quiere hablar con el señor comisario, dice que se llama Maciel Castello.- Ya sé de quién se trata, pídele que entre.El policía salió y volvió con él.- Siéntese Maciel, tuvo suerte de encontrarme aquí... ya estaba yendo para casa.- Vine a hablar del caso de Anastasia Romão.- No puedo darle información sobre la investigación al señor. - El comisario cruzó los brazos y cerró su expresión.- No es lo que vine a hacer comisario. Anastasia es una buena mujer, lo que sucedió fue un accidente y estoy seguro de que lo notarán.- Si está tan convencido de eso, señor, no tiene razón para estar aquí.- Solo quiero que la dejes volver a casa.– No está en la cárcel por ahora, solo está siendo investigada. ¡Pero no debe salir del país, no sé si lo sabe, pero ese accidente causó la muerte de dos personas y una posiblemente tendrá secuelas!- ¡Dios!- Será mejor que vaya a casa y me deje trabajar
[...]Mientras tanto, en la habitación de Anastasia...- ¿Nos dejas un momento a solas Fernando?- Por favor, Anastasia, Elizabeth salió de aquí enojada... no vamos a empeorar las cosas.- Prometo que seré breve Maciel.- Está bien tía, esperaré afuera.Fernando salió y los dos se miraron, Anastasia agarró fuerte su mano y comenzó a poner en práctica su teatro.- ¡Maciel, sé que reconstruiste tu vida con esa chica, pero por favor, no me dejes aquí en esta situación!- Estoy haciendo todo lo que puedo para ayudarte, el hecho es que si Elizabeth quiere volver a casa, lo haremos. Había dejado todo en manos de Fernando y ahora la empresa está prácticamente abandonada y en manos de los empleados.- Por favor, quédate. Al menos estando aquí, no me sentiré tan abandonada.Maciel respiró hondo, no había manera de que no se conmoviera con sus lágrimas. Sabía que al proponer esto se pondría en desacuerdo con su esposa.- Haré todo lo que pueda, Anastasia.- Todavía te amo y lo sabes.Él tiró de