Por Florencia

Mi tía estaba hablando con el señor de la inmobiliaria, está detrás de ella, siempre la llama y le busca los mejores locales, trata de ir varias veces y terminan tomando un café juntos, pero ella no está convencida de intentar algo.

Una empleada me consultó sobre un producto importado, quería saber si lo podíamos conseguir, pero la mujer que se lo pedía no se sabía explicar y nuestra empleada era nueva.

Resolví ese tema y volví a mi oficina.

Hablé por teléfono con mi vendedora y le mandé el pedido.

La chica me contó que se tomaba licencia por maternidad y me derivó a otro vendedor.

Unos días después recibí el remito y algo no estaba bien, la suma era inaudita.

Llamé al vendedor y terminé discutiendo, quedé en acercarme a su empresa, porque la diferencia era enorme y no encontrábamos en donde estaba la diferencia.

Diana me dijo que ella retiraba a Sofía del jardín de infantes y que luego la llevaba a pasear, suele hacerlo.

Mi hija es una nena muy mimada y está estimulada