Una vez más el ambiente se incomodó en la camioneta en donde Igor y Jacob estaban, este último ni siquiera lo miraba o lo saludaba. Lo trataba como un completo desconocido, Igor no le importaba mucho, su trabajo solo consistía en llevarlo al colegio y luego llevarlo con su madre, pero no negaría que si se sentía incomodo con él. La mirada de Igor por un momento se desvió hacia el retrovisor y allí pudo observar que Jacob tenía unas enormes ojeras, eran como si no durmiera por bien por semanas.

— Oye, Jacob… ¿Estas bien?... — El nombrado quita la vista de la ventana para ver por el retrovisor en donde la mirada de Igor lo analizaba.

— Si… — Una palabra que el otro no se creyó y la cual se sentía seca, en realidad Jacob estaba luchando por no quedarse dormido en la camioneta. En la habitación que su madre le había dado se sentía incomodo, anteriormente la usaba Bruno y por eso varias partencias estaban allí. La cama en donde estaba durmiendo era d