Leticia entró por la puerta del edificio. Se sentía todo en silencio y miró el reloj de su muñeca. Se imaginaba que los chicos debían estar allí, pero al parecer la misión que tenían ese día tomaría más tiempo de lo normal. Gavel le había mandado el respectivo mensaje por lo que sabía lo que estaban haciendo y sintió ganas de estar junto a ellos pateando traseros.
Entró en la acostumbrada sala donde el bullicio siempre estaba encontrándola desierta y encendió las luces. Había un reguero terrible dándole a entender que esa tarde ya habían hecho de las suyas. Dejó las dos bolsas inmensas llenas de cervezas que había comprado y comenzó a recoger un poco.
No le gustaba el reguero, no era tan exquisita como su prima pero había que tener una medida de que tan puerco uno podía ser. Metió las altas de cerveza y refrescos viejas en una bolsa, así como las colillas sueltas y los pozuelos sucios de sopa instantánea.
La vena de omega salió y se quedó quieta descubriendo que no
Rayan no tuvo ni la preocupación de ocultar su grave gruñido que se oyó del otro lado de la sala. Los chicos junto a Gavel miraron hacia la puerta, preocupados. Rayan no había tenido una noche fácil, su humor era más allá de terrible. ¿Su esposa estaría bien?-Leticia- Rayan apretaba los dientes, sus colmillos largos y afilados estaban muy visibles- Te dije que te quitaras la ropa--Y yo no voy a hacerlo- la omega se apretó la ropa más hacia ella haciéndole frente. Sabía muy bien que Rayan estaba molesto, sus feromonas alrededor eran una densa bruma que la estremecían.-Estoy de muy mal humor ahora mismo, no me hagas hacerlo por la fuerza- su voz bajó una octava.-Que estés de mal humor no es mi culpa Rayan- Leticia hizo una mueca.-Chiquilla- Rayan le volvió a gruñir.Leticia contó hasta tres, pero no pudo evitarlo, cerró su puño y lo llevó directo a la mejilla del mayor. Utilizó tanta fuerza que además de que sus nudillos dolieron el culo de Ray
Leticia pudo jurar que sudó frío.-¿Primera vez? Si claro, primera vez que casi me parten a la mitad- sonrió nerviosa- No fuiste muy gentil que digamos- mintió descaradamente. Rayan había sido un bestia en la cama, pero en el buen sentido.Pero el rostro de Rayan no mostraba ninguna gracia.-¿Porque no me lo dijiste?- él preguntó con el ceño fruncido.-¿Qué parte de lo que dije no entendiste?- Leticia suspiró.-Respóndeme. Eras virgen ¿verdad?- presionó -No soy estúpido y no es tan fácil engañarme Leticia. Y créeme que no necesito tu confirmación, tu cuerpo fue mi muy sincero aun cuando no dejaste una mancha de sangre en ningún lado. Estabas demasiado estrecha. Así que dímelo, quiero oírlo de ti-Un sonrojo de vergüenza envolvió el rostro de la loba.-Maldito alfa- hizo el indicio de salir de su agarre, pero los brazos de Rayan la tiraron hacia atrás y su espalda término contra el pecho del alfa- Suéltame- hizo un puchero molesta y avergonza
Gavel entró en el laboratorio con paso tranquilo tan entrada la madrugada que las calles estaban tranquilas. Aquel lugar estaría desierto sino fuera por la persona sentada en una de las mesas delante de un microscopio, tan enfrascada en su trabajo que apenas se percató de su presencia. El alfa sonrió. Definitivamente el uniforme de doctora, aunque no la favorecía pues no dejaba mostrar su cuerpo, sí que le quedada bien, le daba un aire más… interesante.La había visto hace muy poco, pero tenía ganas de tenerla delante otra vez.Manteniendo su leve sonrisa recostó la cadera en el escritorio y miró a la beta. Esta seguía en lo suyo apartando la mirada de vez en cuando para escribir notas en una libreta que se encontró entre los dos. Gavel sabía que la loba ya había notado que estaba allí.-Vas a seguir ignorándome o podemos hablar- se corrió un mechón de su oscuro y lacio cabello hacia atrás de la oreja.-Estoy trabajando- le respondió Cassandra sin expresión e
Leticia tocó, con los nudillos, la puerta de la oficina de su padre. Era extraño que este la llamara a ese lugar. Más bien, era raro que la llamara, por lo que se imaginó que debía ser algo importante. Se tensó ante este hecho. Había pocos temas en la vida de Mark que la involucraban.-Pasa- oyó desde dentro y abrió la puerta.Mark estaba sentado detrás de su escritorio enfrascado en algo en su computador.-Siéntate- le ordenó sin apartar la mirada de la pantalla.Leticia avanzó y se dejó caer en uno de los butacones con la espalda recta hasta que su padre dejó lo que estaba haciendo y la acompañó en el sofá delante de ella.-Vamos al grano Leticia- cruzó sus piernas elegantemente, aun así, no se veía menos imponente- Dentro de unos pocos meses terminas la universidad y te graduarás. Después de eso pasarás a formar parte de mi empresa--Sí, padre- Leticia respondió con la cabeza gacha, sabía que al alfa no le gustaba que lo miraran directamente a
Leticia oyó como Rayan se alejaba de ella y el vacío en su interior volvía a intensificarse. Era tan grande que creía que se iba a asfixiar. El alfa quizás tenía razón, tomaría un baño en la piscina, quizás así se refrescaría un poco. No estaba muy segura de aliviarse, pero no veía otro remedio.Se quitó la ropa con los dedos entumecidos y la dejó sobre la tumbona sin mucho ánimo. Lo único que dejó fue su ropa interior. Rayan ya la había visto desnuda antes cuando la había cuidado y tenido sexo, así que no le preocupó. Caminó hacia el borde de la piscina y se sentó metiendo los pies. El agua no estaba ni muy fría, ni muy caliente, la temperatura era bastaste agradable. Sonrió ligeramente y se desplazó hasta dejar que su cuerpo se sumergiera.Suspiró con alivio. La tensión de sus músculos comenzó a descender, aunque no fue por mucho tiempo. Caminó hacia la parte más onda de la piscina, donde ya no daba pie y agitó sus brazos para nadar suavemente. Más flotando que realiza
-¿Pa, como puedo conquistar a alguien?-Gavel estaba en sus nuevas y constante visitas al hospital de su padre. En ese momento se hallaba en su oficina con cierta cara de angustia.-Enciérrelo y ten sexo con esa persona hasta que te acepte. Además, quien se atreve a rechazar al buenote de mi hijo--Si le hago eso a esa persona definitivamente me inyecta un inhibidor en mi querido amigo de aquí abajo y tendré que rezar a los mil santos para que se me pare de nuevo. Así que no gracias-William lo miró alzando una ceja.-Acaso tú y Cassandra no estaban saliendo. Fue mi impresión el día que la vi en tu casa. Incluso vienes dos veces a la semana ¨visitarme¨ solo como una excusa de verlo después a ella--Cassandra… es complicada. Son seis meses pero se la pasa encerrada en su laboratorio y apenas si me deja pasar. Estoy frustrado--¿Frustración mental o sexual?--Las dos y no aguantó más--Entonces agarrarla, enciérrala, dale bien duro
Alfa. Para unos era la palabra que definía la perfección. Eso incluía riqueza, poder, éxito y todo lo que quisieran en la vida. Eso incluía tener muchas parejas, para aliviar el alto lívido sexual. Pero pocos sabían que en el fondo los alfas eran monógamos.Una vez que encontraban a una pareja que decretaban como digna para estar a su lado se dedicaban en cuerpo y alma a ella. Y gracias, precisamente a esto era que Gavel llevaba seis meses sin sexo y con una frustración que le haría comerse a Cassandra, fuera incluso en contra de su voluntad.En qué momento una sencilla loba BETA se había vuelto su obsesión. No sabía, pero lo más seguro que desde la primera vez, en donde le abrió la puerta después de salir del baño. O sea, en su primer encuentro. ¿Desde cuando él era tan fácil?-Gavel, demonios, más suave- esa misma beta gimió contra su cuello. Sus uñas se enterraban en su camisa arrugándola.-Pero amor- gimió el alfa besando la curva desnuda de su hombro- Tú
Rayan gruñó contra la cabeza de Leticia escuchando como algo casi tumbaba la puerta de su apartamento, así como el timbre. ¿Quién demonios tocaba así su puerta? Como alfa sus sentidos desarrollados se vieron afectados.Leticia por su parte ni siquiera se enteró. Estaba totalmente dormida contra su pecho. Su rostro era realmente tierno.El alfa pretendió ignorarlo, pero los golpes continuaron por más de tres minutos. Se sentó en la cama con los colmillos visibles. Mataría al imbécil que estaba perturbando su tiempo con su esposa. Era un hecho.A pesar de estar sumamente molesto se levantó con cuidado de no despertar a la menor y salió en dirección a la puerta central. Traspasó la terraza y se detuvo agarrando con fuerza la manigueta, casi al punto de romperla y abrió.Lo menos que se esperó era que tres chicos de su manada, un lobo alfa y dos betas, estuvieran en su entrada cargados de bolsas llenas de cerveza y un enorme Monopoly debajo del brazo de uno de el