Gavel dejó la bolsa de cosas de Cassandra en el sofá de la casa de ella mientras la mujer se dejaba caer con una leve sonrisa en los labios y se acomodaba los anteojos.-No hay nada mejor que estar en casa. Otro día más metida en aquel cuarto y yo misma me hubiera fugado.-Y en tu condición estoy seguro que mi padre te hubiera ido a buscar- Gavel se sentó a su lado- ¿Estás cansada? ¿Quieres dormir un poco?Cassandra abrió los ojos.-Llevó días en una maldita cama, acaso crees que este cuerpo lo que quiere es cama- su tono era tranquilo- Más bien, me daré el baño de mi vida, me siento asquerosa.-No estás asquerosa- Gavel agarró su mano y le besó los nudillos sin ser brusco o aumentar demasiado el contacto. Al menos ya sabía que podía hacer aquello sin que ella se estremeciese o lo rechazara.Cassandra alzó una ceja.-Eso sonó cursi incluso para ti- se levantó estirando su cuerpo haciendo sonar su espalda tensa.-Puedes revisar la casa como quieras solo no dejes muchas feromonas como a
Cassandra intentó no pensar en el hecho que dada su situación y al ser un alfa le sería complicado aceptarlo. Imagínate, una mujer beta que había sido tocada por otro alfa. No era como en el caso de un omega donde sería marcado de por vida. Lo de ella sería temporal, pero en su cuello de seguro quedarían marcas y en el recuerdo lo que había ocurrido.Se retiró las gafas y se apretó el puente de la nariz.Como que ella estaba bastante grandecita para estarse revolviendo el cerebro con este tipo de preocupaciones e inseguridades. Solo que la idea de ser botada, dejada de lado hizo que su pecho palpitara. Gavel podría estar ahora a su lado, pero con su historial de dejar a sus parejas con facilidad, no sería problema en dejar de lado a alguien que no satisfacía ni sus deseos ni expectativas.Y es que ella qué tenía además de lo que los demás llamaban un hermoso rostro y cuerpo.No mucho la verdad. Dinero, porque se mataba trabajando por lo que apenas tenía tiempo, problemas familiares,
Decirlo... era mucho más fácil que hacerlo.Gavel podría ser una alfa adulto, pero era un alfa después de todo, por lo que cuando la herida estuvo delante de sus ojos su cuerpo se tensó de tal manera que le fue complicado contenerse. Las marcas rojas y frescas tenían el olor hediondo de las feromonas de otro alfa sobre su mujer.Si hubiera sabido esto lo hubiera hecho él antes para ahuyentar las miles de ratas que siempre estaban hurgando alrededor de ella. Aun si eso le traía problemas con Cassandra.Gavel sintió como sus colmillos se habían alargado de forma peligrosa, y chasqueó la lengua. Se mordió la punta de esta para que el dolor distrajera un poco sus sentidos. Lo menos que deseaba en ese momento era hacerle daño a la mujer.Con los dedos temblantes comenzó revisar la herida tragando su propia bilis. Cada parte de la piel que él siempre había visto como deliciosa ahora estaba mancillada.-Si solo pudiera desaparecer esto- un dedo pasó por encima de una de las heridas y...Cass
Cassandra se mentalizó y controló el temblor que quería atacarla. Gavel no era aquel alfa y la reacción de su cuerpo no era lo que ella sentía. A la mierda todo y si le daba repulsión, no era él, no era su cabeza, no era lo que realmente sentía, solo eran las feromonas ajenas en su cuerpo queriendo mandar sobre ella y no lo permitiría.Gavel ante el peso sobre él soltó un gemido de satisfacción. Le gustaba cuando su querida doctora tomaba la iniciativa y vaya iniciativa. Con solo la mención de la palabra sexo saliendo de la boca de Cassandra había comenzado a ponerse duro. Ahora tenía un bulto grande en sus pantalones. Sus manos dudaron ante de tocar los muslos de la mujere y cuando lo hizo la sintió temblar.Iba a quitar sus manos, pero ella las detuvo en su lugar para que lo siguiera tocando a pesar de la tensión en su cuerpo.-Esta no es la reacción que tendría contigo. Es condicionado por las malditas feromonas de ese imbécil. No les hagas caso.-¿Estás segura?- Gavel podría hacer
Leticia apretó los ojos con fuerza al sentir el látigo golpear justo al lado de ella astillando el suelo. Al menos se había movido los milímetros necesarios para que no la golpeara. Uffff, al menos un alivio. A pesar de tener los ojos cerrados sus oídos seguían igual de afilados. Pero podía jurar a los cuatro infiernos que a esa altura tenía al menos una costilla rota. Un puño pasó rozando su mejilla no impidiendo que su labio inferior se rompiera y por consiguiente la sangre corriera por su la barbilla. Lo último que le faltaba. Ahora como justificaría eso. Tenía una imagen que mantener. Tuvo un impulso de gruñir y demostrarle a los que la tenían allí que ella no era una cachorra indefensa y que podía dejarlos noqueados en solo segundos. Mas se contuvo, más bien, todo ese tiempo no gritó ni una sola vez a pesar de estar de rodillas, con las manos atadas en la espalda y siendo golpeado una que otra vez si podían asentarle. Había sido prácticamente arrastr
Una hora antesLeticia ajustó los audífonos de cascos mirando por la ventana del metro. La música estaba alta, tanto que podía darle dolor de cabeza a cualquiera pero para ella era la única forma de desconectarse del mundo donde vivía. Pues a pesar de residir en una inmensa mansión, que su padre estuviera forrado de dinero, ella no era precisamente feliz.Ocultaba su verdadera naturaleza bajo la fachada de una loba alfa.Ridículo ¿verdad? Pues no para los tiempos actuales.Y ejemplo de ello eran los miles de carteles por todas partes del metro donde promocionaban miles de pastillas para ocultar tu olor y otro millón de sprays con olor que te permitía hacerte pasar por lo que desearas. Porque ya no eran los tiempos de antes, donde un lobo era el alfa de la manada, el resto la simple manada y por último los omegas renegados.No.La sociedad había cambiado tanto, prácticamente habían mutado y los conceptos alterados. Ahora tenías una categoría
Salió corriendo por donde había cogido el grupo guiada por rastro nauseabundo hasta que los divisó debajo del puente. Se habían movido rápido y habían rodeado al chico. Y ya lo habían golpeado en la cabeza provocándole una buena contusión. Leticia se retiró los cascos y los colgó en el cuello mientras bajaba las escaleras de dos en dos en dirección a ellos.-Oye- les gritó para llamar su atención- No creen que son muchos para tratar con un simple beta- se paró detrás de ellos con una posición despreocupada con las manos en los bolsillos- Eso es de cobardes-Aquellos tipos se giraron. Entre ellos había uno que olía a alfa, ese debía ser el líder, un hombre de gran tamaño pero con aspecto desaliñado y consumido por la droga. Su olor era tan nauseabundo que Leticia arrugó la nariz otra vez.-&i
Rayan salió de la ducha con solo una toalla en su estrecha cintura. Como todo alfa había desarrollado los músculos adecuados sin casi ningún esfuerzo, brazos duros, espalda ancha, pectoral formado, abdomen definido, piernas torneadas y trabajadas. Y algunos de sus compañeros betas le reclamaban constantemente, más él no les prestaba atención. Necesitaba ese cuerpo y fuerza para su trabajo. Había elegido esa vida y le gustaba. Los trabajos convencionales no eran para él.Llegó a la sala y sintió un olor característico. Tenía visita.-Llegaste rápido pa- miró al hombre atractivo y masculino, muy parecido a él en el sofá y se sentó delante de él sin preocuparse de vestirse.El alfa ni siquiera se inmutó por el comportamiento despreocupado de su hijo. Ya era un adulto de 27 años y bastante independiente. Incluso ha