En la entrada los dos autos de los dos alfas estaban parqueados. Leticia tenía un puchero en sus labios.-vas a seguir así- Cassandra por fin se pudo acercar a ella después que la brisa disipara un poco el olor del alfa sobre su cuerpo-Es que se me acabó el tiempo contigo- el puchero de Leticia se hizo más grande.Cassandra alzó una ceja.-Vaya, me siento elogiada que me quieras tanto, más que a tu pareja- miró de reojo a Rayan que gruñó levemente. Lo estaba provocando.-No es lo mismo- Leticia ajena a todo aquello- a Rayan lo vengo viendo tanto que hasta podría cansarme de él, pero tú y yo solo pasamos una noche juntas después de mucho tiempo y ahora te vas para tu casa.-Eso sonó un poco raro y más siendo primas- Gavel comentó desbloqueando su auto con el control de la llave.Cassandra sonrió deteniéndose delante del auto de Gavel.-Dice esos, pero en cuanto vuelvas a la casa de ese alfa de ahí te olvidarás por completo de mí, así que deja la perreta.Leticia apretó los dientes.-e
Para cuando llegaron a la casa de Rayan, Leticia tenía cada parte de su cuerpo empapada en sudor, tanto que la ropa se le pagaba al cuerpo como una segunda piel. Ni siquiera el aire acondicionado del auto la había refrescado. En consecuencia, el alfa no había terminado de abrir la puerta y ya ella estaba entrando y corriendo en dirección a la habitación donde agarró una bolsa bien escondida en la mochila y se trancó en el baño.No faltaron los segundos cuando escuchó del otro lado Rayan tocando la puerta donde ella estaba con la espalda pegada sentada en el suelo.-Leti, estás realmente bien- el tono de preocupación era palpable.Leticia jadeaba y tras cada momento su cuerpo se calentaba más. Tenía que apretar sus muslos pues sentía la excitación latiendo en su zona inferior.-Sí, solo necesito un poco de intimidad. Algo me debió caer mal en el estómago- mintió- Ve a buscarme medicina para los cólicos si- mintió vergonzosamente.Rayan se tomó un tiempo para responder.-Estás segura qu
***Rayan movía su pie impaciente dentro del elevador preocupado por Leticia. Siempre se ponía muy nervioso cuando alguien estaba enfermo a su alrededor, aun cuando no lo mostraba visiblemente. Y más ahora que Leticia estaba actuando muy extraño. No podía quitarle ojo de encima.Entró a la casa con la bolsa de medicinas, una caja con gelatinas y dos vasos de té de manzanilla con crema suave. Lo dejó sobre la mesa y fue al baño a ver si Leticia había salido y la puerta estaba abierta. Estornudó apenas se acercó pues algo le picó dentro de la nariz y no supo que fue.-Babyyyy- la llamó al darse cuenta que no estaba allí y caminó en dirección a su habitación.No la encontró allí, ni en la cama, ni en el baño de esta.-¿Leti?- la volvió a llamar frunciendo ligeramente el ceño porque no creía que Leticia se hubiera ido así simplemente, sintiéndose enferma y sin avisarle. A menos que fuera una llamada de su prima con lo que no pensaba y solo actuaba, o de su padre que ni siquiera quería pen
Gavel dejó la bolsa de cosas de Cassandra en el sofá de la casa de ella mientras la mujer se dejaba caer con una leve sonrisa en los labios y se acomodaba los anteojos.-No hay nada mejor que estar en casa. Otro día más metida en aquel cuarto y yo misma me hubiera fugado.-Y en tu condición estoy seguro que mi padre te hubiera ido a buscar- Gavel se sentó a su lado- ¿Estás cansada? ¿Quieres dormir un poco?Cassandra abrió los ojos.-Llevó días en una maldita cama, acaso crees que este cuerpo lo que quiere es cama- su tono era tranquilo- Más bien, me daré el baño de mi vida, me siento asquerosa.-No estás asquerosa- Gavel agarró su mano y le besó los nudillos sin ser brusco o aumentar demasiado el contacto. Al menos ya sabía que podía hacer aquello sin que ella se estremeciese o lo rechazara.Cassandra alzó una ceja.-Eso sonó cursi incluso para ti- se levantó estirando su cuerpo haciendo sonar su espalda tensa.-Puedes revisar la casa como quieras solo no dejes muchas feromonas como a
Cassandra intentó no pensar en el hecho que dada su situación y al ser un alfa le sería complicado aceptarlo. Imagínate, una mujer beta que había sido tocada por otro alfa. No era como en el caso de un omega donde sería marcado de por vida. Lo de ella sería temporal, pero en su cuello de seguro quedarían marcas y en el recuerdo lo que había ocurrido.Se retiró las gafas y se apretó el puente de la nariz.Como que ella estaba bastante grandecita para estarse revolviendo el cerebro con este tipo de preocupaciones e inseguridades. Solo que la idea de ser botada, dejada de lado hizo que su pecho palpitara. Gavel podría estar ahora a su lado, pero con su historial de dejar a sus parejas con facilidad, no sería problema en dejar de lado a alguien que no satisfacía ni sus deseos ni expectativas.Y es que ella qué tenía además de lo que los demás llamaban un hermoso rostro y cuerpo.No mucho la verdad. Dinero, porque se mataba trabajando por lo que apenas tenía tiempo, problemas familiares,
Decirlo... era mucho más fácil que hacerlo.Gavel podría ser una alfa adulto, pero era un alfa después de todo, por lo que cuando la herida estuvo delante de sus ojos su cuerpo se tensó de tal manera que le fue complicado contenerse. Las marcas rojas y frescas tenían el olor hediondo de las feromonas de otro alfa sobre su mujer.Si hubiera sabido esto lo hubiera hecho él antes para ahuyentar las miles de ratas que siempre estaban hurgando alrededor de ella. Aun si eso le traía problemas con Cassandra.Gavel sintió como sus colmillos se habían alargado de forma peligrosa, y chasqueó la lengua. Se mordió la punta de esta para que el dolor distrajera un poco sus sentidos. Lo menos que deseaba en ese momento era hacerle daño a la mujer.Con los dedos temblantes comenzó revisar la herida tragando su propia bilis. Cada parte de la piel que él siempre había visto como deliciosa ahora estaba mancillada.-Si solo pudiera desaparecer esto- un dedo pasó por encima de una de las heridas y...Cass
Cassandra se mentalizó y controló el temblor que quería atacarla. Gavel no era aquel alfa y la reacción de su cuerpo no era lo que ella sentía. A la mierda todo y si le daba repulsión, no era él, no era su cabeza, no era lo que realmente sentía, solo eran las feromonas ajenas en su cuerpo queriendo mandar sobre ella y no lo permitiría.Gavel ante el peso sobre él soltó un gemido de satisfacción. Le gustaba cuando su querida doctora tomaba la iniciativa y vaya iniciativa. Con solo la mención de la palabra sexo saliendo de la boca de Cassandra había comenzado a ponerse duro. Ahora tenía un bulto grande en sus pantalones. Sus manos dudaron ante de tocar los muslos de la mujere y cuando lo hizo la sintió temblar.Iba a quitar sus manos, pero ella las detuvo en su lugar para que lo siguiera tocando a pesar de la tensión en su cuerpo.-Esta no es la reacción que tendría contigo. Es condicionado por las malditas feromonas de ese imbécil. No les hagas caso.-¿Estás segura?- Gavel podría hacer
Leticia apretó los ojos con fuerza al sentir el látigo golpear justo al lado de ella astillando el suelo. Al menos se había movido los milímetros necesarios para que no la golpeara. Uffff, al menos un alivio. A pesar de tener los ojos cerrados sus oídos seguían igual de afilados. Pero podía jurar a los cuatro infiernos que a esa altura tenía al menos una costilla rota. Un puño pasó rozando su mejilla no impidiendo que su labio inferior se rompiera y por consiguiente la sangre corriera por su la barbilla. Lo último que le faltaba. Ahora como justificaría eso. Tenía una imagen que mantener. Tuvo un impulso de gruñir y demostrarle a los que la tenían allí que ella no era una cachorra indefensa y que podía dejarlos noqueados en solo segundos. Mas se contuvo, más bien, todo ese tiempo no gritó ni una sola vez a pesar de estar de rodillas, con las manos atadas en la espalda y siendo golpeado una que otra vez si podían asentarle. Había sido prácticamente arrastr