Dos semanas más y estaría casada con un hombre que apenas conocía, todo por interés, necesitaba dejar de ser pobre, quieras sonaba feo el que ella pensará así, pero haber sido objeto de burla para Austin, le mantenía un sabor amargo en su boca.Aún no hablaba con Nathaniel Hastings de las condiciones de vivir en pareja, ella suponía que no tendrían contacto físico, aunque todos creyeran que el bebé era de él, al día siguiente fué para hacer las compras necesarias para su matrimonio, un vestido adecuado, imaginó que debía acercarse a una tienda exclusiva por el tipo de hombre que era él.Llegó a un lugar y apenas entró una mujer se levantó para salir a su encuentro.— Buenos días— la voz seca de la mujer que atendía la boutique le sorprendió y sonrió al decir:— Quisiera ver los vestidos de novia — dijo Charlotte un tanto incómoda al ver la hostilidad reflejada en el rostro de la mujer.— ¿Qué deseas? ¿Entrenarme para ver que robas?— contestó la mujer muy erguida.— Señora, tengo para
Meredith se levantó y de inmediato se puso frente a Charlotte y extendió su mano diciendo:— Lamento haber sido tan grosera; ¿Me disculpas?Charlotte casi estalla en risa al ver la cara de al mujer, pero se contuvo, estiró su mano estoicamente y respondió:— Todo está olvidado, ¿Podremos ir a nuestras habitaciones? — dijo con voz afectada.Está vez fue Nathan que reprimió una sonrisa y dijo:— Vamos cariño, el Oscar nos espera— ésto último lo susurró al oído de Charlotte.Ella, su padre y Nathaniel subieron hasta llegar a dónde le correspondía estar de ahora en adelante en aquella casa.Christopher se quedó mirando los chicos con expresión de interrogación en su rostro y Nathan explicó:— Recuerda que debemos guardar la apariencia y ante ellos Charlotte espera un hijo mío, no te angusties es solo para evitar dar explicaciones — dijo él con practicidad.Nathan y Charlotte entraron a la habitación de ellos y ella abrió sus ojos ante el esplendor que veía en aquel lugar.— ¿Te gusta C
Esa mañana, fue emocionante para Charlotte, nunca hasta ahora había ostentado un anillo en el dedo anular de su mano y lucir uno nada más y nada menos que de diamantes era una verdadera sensación. Nathaniel era un hombre orgulloso y Meredith con su comentario acerca de la alianza del compromiso, le hizo tomar una decisión que ni siquiera había pasado por su cabeza de comprar el más costoso para que su novia luciera, allí mismo en la joyería se arrodilló y le dijo a la chica:— Charlotte Lewis, ¿deseas casarte conmigo? Su voz estaba llena de drama, pero estuvo bien para Charlott, que lo sintió como una grandiosa actuación.Ella también con su toque de drama dijo:— ¡Oh cariño me hace tan feliz escucharte y sí, me casaré contigo amor mío!El hombre dueño de la joyería sonrió satisfecho de aquella venta, 'se dijo que se veían un poco exagerados al manifestar su amor, pero así eran los enamorados, todo lo exageran'Salieron de allí y Nathan le preguntó:— ¿Crees que convencí al dueño de
En la empresa Nathaniel estaba reunido y de repente entró Benjamin sin previo aviso preguntando:—¿Desde cuándo trabaja acá el padre de tu novia? Dejo de venir unos días y hay personal que ni siquiera conozco— manifestó enojado.— ¡Disculpa! ¡No sabía que había que pedir permiso para contratar personal! Además, está irrumpiendo en una reunión sin siquiera anunciarlo, ¿no te han enseñado modales?— dijo Nathaniel con voz fuerte.— Hasta los momentos tengo más derechos que tú en ésta empresa Nathaniel, recuerda que aún no estás casado para tomar decisiones por ti mismo sin consultar, yo estoy casado, tú apenas estás comprometido — dijo Benjamin malicioso.— Sí, quizás esa cláusula te haga parecer creer que tienes más derechos, pero te recuerdo querido hermanastro que soy el hijo legítimo de Bartolomé Hastings y eso me autoriza a tomar decisiones por encima de tí, inclusive.Benjamin Archer dió media vuelta y salió refunfuñando entre dientes, los demás ejecutivos se quedaron muy quietos,
Así empezó Charlotte su vida de esposa, 'con una sencilla ceremonia' según ella, después de un brindis, todos salieron hacia la gran celebración. Nathaniel había invitado a los ejecutivos de la empresa, todo era en la mansión Hastings, por lo tanto Meredith, Benjamin y Emma también estaban allí, él quería que aquella celebración fuese por todo lo alto, porque lo que celebraba era tener su herencia segura en sus manos. Nadie sabía que aquel matrimonio era falso, solo él.La primera en acercarse al verlos llegar fue Meredith acompañada de su hijo y nuera.— Querido Nathan, no entiendo, si sabes que somos tu única familia, no nos haya invitado para haber participado de la ceremonia — se quejó Meredith.Él arrugó su entrecejo y sencillamente dijo:— No quería que arruinaras el ánimo de Charlotte con tus comentarios sarcásticos o hirientes, así estuvo mejor, te lo aseguro — dijo Nathaniel.Meredith aún quiso justificar su lengua afilada.— Lo que digo no es por mal, tengo buenas intencione
—Se siente muy rico bailar contigo así— dijo Nathaniel— me relaja.— No deberíamos ir a casa, te veo pasado de copas — dijo ella.— Querida es nuestra celebración, así que se vale que me emborrache, después pasaré el fin de semana durmiendo para reponer energías — dijo Nathaniel al oído de Charlotte.Ésta sintió una especie de corriente eléctrica al sentir la voz de Nathan tan cerca, le dió cierto cosquilleo que no pudo evitar estremecer su cuerpo.— ¿Tienes frío, cariño?— preguntó Nathan con voz pastosa producto del alcohol.— No, solo que tú cercanía me produjo escalofríos— confesó ella.— ¿Te gusto, Charlie? Porque tú me gustas demasiado— también confesó él.— Ésto debe ser por estar subidos de licor, Nathan — dijo ella.— No lo sé, pero tengo muchas ganas de besar tus labios Charlie — dijo él — y lo voy a hacer en este instante.La atrajo y ella se dejó llevar, sabía que estaba jugando con fuego al permitir aquel acercamiento, 'pero solo sería un simple beso', pensó, no había nada
Él la miró extrañado de aquella pregunta y dijo:— No te entiendo, ¿porque crees que le temo a algo o alguien?— Por no dejarme bajar sola — dijo ella con una sonrisa.— ¡Ah ya! No, solo que se supone que estamos recién casados y lo normal es bajar súper enamorados— dijo él.— Bueno, no es que se supone , estamos recién casados,—aseveró ella—te cuento que tú madrastra no se traga ese cuento de que estamos colados el uno por el otro, ella me lo echó en cara el día que me compraste el anillo de compromiso.— ¿En serio? Eso está interesante, entonces tendremos que ser más convincentes— dijo él.En el comedor a esa hora no había nadie, era sábado y al parecer los demás o habían desayunado o no habían bajado aún.— Buenos días, saludó Charlotte a las empleadas. Ellas tímidamente respondieron, al parecer no estaban acostumbradas a recibir un trato cordial de sus patrones, Nathaniel arrugó el entrecejo y se sentó sin decir nada, de inmediato les sirvieron, Charlie se atrevió a preguntar:
¿Te has vuelto loco? ¿De qué rumores hablas? — quiso saber ella.— Deberías preguntar a él — dijo Austin — cuando fue del dominio público que Nathaniel Hastings se había casado, la verdad no tenía idea de que eras la supuesta esposa, pero como te dije, hay rumores de que su matrimonio fue falso, que solo fue para no perder la herencia y que el ministro es un actor contratado para efectuar la ceremonia.— Esos son inventos de la gente, yo me casé y fue real todo lo sucedido, no hay falsedad en las promesas de Nathan, en cambio de tus promesas no puedo decir lo mismo — dijo Charlotte enojada— y no voy a seguir escuchando tus tonterías.Salió rumbo al estacionamiento, allí tenía su auto, regalo de su esposo unos meses atrás, Austin había inventado todo aquello para contrariar su ánimo, hasta ahora se sentía feliz al lado de Nathan, la complacía en sus caprichos, la hacía sentir que era realmente su esposa, no dejaría que la duda anidara en su corazón.Llegó a la casa y allí estaba Emma c