Intento que la fría y dura roca pueda cubrirme un poco del viento. Detesto el mes de Julio, odio el frío.
Pateo mi chaqueta que está mojada en el suelo. Cierro los ojos, no quiero volver a llorar. ¿Por qué estoy aquí?. Estoy cansada de todo esto.
¿Qué clase de padre arroja a su hija a la calle con ropa mojada cuando hace 3° C bajo cero?.
Yo sólo quería vivir una vida tranquila, sujeto mi mandíbula en un intento fallido para que deje de temblar.
—Duele. —Siento el sabor ácido de la sangre en mi boca, ese puñetazo padre, fue innecesario. —Hice mi mejor trabajo, con un par de caldos y un arroz a punto de vencer no podía cocinar otra cosa. Eso era todo lo que había, una sopa fue todo lo que pude hacer. —Al menos su temperatura era aceptable cuando me la arrojó sobre mí. —Tengo hambre.
Miro a mi alrededor, sólo hay árboles sin frutos, todavía falta para que llegue la primavera. Un pedazo de pan verde sería suficiente para que mi estómago deje de gruñir.
—¡Maldita mocosa!, ¡¿Dónde estás?!. —Tapó mis oídos, es imposible que papá llegue aquí. —¡Aria!, ¡Responde!, parece que la paliza que te di no fue suficiente. ¡Maldita hija de p…!.
¿Papá?, no, no… Me encojo todo lo que puedo, no quiero que siga golpeando, ¡Por favor que no me encuentre!, ¡No, solo alejate!.
—Te atrape —sujeta mi cabello—, te crees muy inteligente huyendo al bosque, ¡Pequeña imbécil!. —Intentó huir pero él es demasiado fuerte. —Todavía necesitas educación. —La sonrisa que se forma en sus labios la conozco.
—Papá me equivoqué, no debí irme de casa. —A pesar que fuiste tú quien me arrojó a la calle y me dijo que no regrese. —No lo volveré a hacer, por favor no te enfades conmigo, soy una chica muy mala pero cambiaré. —Él sujeta una vara ancha del suelo, intentó correr pero solo consigo que me arroje contra la roca. —¡Ugsh… Ah!. ¡No, ah!.
Intentó cubrir mi estómago, la vara parecía rasgar la piel de mí espalda, quiero arrastrar mi cuerpo lejos pero él escupe mi rostro y luego me patea, regresando mi cuerpo al mismo lugar.
Me maldice con sus ojos. —Tú vida es mía y puedo hacer lo que quiera contigo, no tienes derecho a nada.
Me sujetó mi estómago, siento que algo dentro de mí se rompió.
—Papá, por favor para… Por favor…
—¿Te gusta suplicar?, mocosa malvada. —Empieza a arrastrar mi cuerpo como si fuera un saco de patatas. —Has olvidado lo que has hecho.
—Déjame ir… Para… —Duele, duele. —Papá, ¡Papi por favor, para!.
—¿Ya no te duele? —pregunta después de patear mi cara, no es que no se sienta como el infierno es que todo se volvió negro por un momento y deseé tanto perder el conocimiento que me olvide de gritar. —, no intentes nada nuevamente. —Sujeta mi cuello, mi espalda choca. —Siéntate ahí, no intentes hacerte la lista o te daré otra lección. —Trago la sangre que se aproxima a mi boca. Volverá a pegarme si mancho su camioneta.
El motor ruge, intento levantar mi cabeza que está demasiado pesada. ¿Por qué es cada vez peor?, ¿Por qué debo ser tan cobarde?, si hubiera sido un poco más valiente antes de que él llegará, yo no estaría regresando a ese maldito lugar, tendría que haberlo hecho… Pero no pensé que Robert me buscaría en el bosque Flame, él detesta ese lugar desde que mamá huyó.
Robert prometió que no volvería a pisar Flame porque este era el lugar favorito de mamá.
Ya pasaron 8 años desde que ella se fue, muerdo mi labio evitando que un quejido escape de mí boca, no quiero que se vuelva a enfurecer.
Observó la ventana, el bosque empieza a desaparecer delante de mis ojos, no puedo culpar a mamá, antes que ella se fuera papá descargaba sus frustraciones sobre su cuerpo, mamá intentó protegerme lo que pudo, al final creó que perdió la fe en nuestra familia.
Elizabeth Well tuvo la mala suerte de conocer a mi progenitor, mi madre fue abandonada por su familia en una plaza de esta ciudad, cuando papá la conoció se obsesionó con ella porque realmente era una mujer muy hermosa, su cabello largo de color plateado que era suficiente como para llegar a su cintura y para que papá pueda envolverlo en su mano izquierda dándole dos vueltas para arrastrarla por la sala, mamá utilizaba maquillaje a pesar de que su piel era tan blanca, suave, yo ahora entiendo porqué lo hacía, los moretones no son fáciles de esconder y no es algo que se pueda enseñar fácilmente, al menos que quieras volverte un blanco para las críticas y burlas de algunas personas.
Las mujeres de nuestro vecindario le susurraban cosas feas al oído de Robert, ¿Por qué hacerlo?, la respuesta es clara, para que pueda golpear más fuerte a mamá, ellas estaban muy celosas de su belleza.
Recuerdo que mamá no podía moverse del dolor en ciertas ocasiones, esas noches las compartimos en mi cama, yo la abrazaba con cuidado no quería seguir lastimandola, ella solía temblar y murmurar mientras dormía, yo odiaba a esas mujeres que salían triunfantes del cuarto que compartían mis padres a primera hora de la mañana. ¡No me agradaban!.
Mamá sonreía y se metía al baño a llorar, todavía recuerdo sus quejidos, sus intentos por evitar llorar y los ojos oscuros de papá, él la despreciaba como ahora lo hace conmigo. El lugar que dejó mi madre Robert me obliga a ocupar.
Mi primera paliza la recibí a los 8 años, fue el comienzo de muchas que día a día no dejaban de aumentar.
Lo primero que pensé fue que la muerte es aterradora pero ahora lo más terrible para mí son sus golpes, a veces pienso sería bueno que me mate. Cuando pienso que al fin hoy será el día, Robert se detiene antes y me repite que no moriré.
Cuando cumplí 10 años deseé morir, ese día descubrí lo que significa dormir en el frío suelo. Mi padre se pasó de copas, por error tire su vaso de alcohol, sin pestañear fracturó mi muñeca y me dijo que era una m*****a perra, que esa noche me tocaba dormir en la calle por estúpida, me encontró la policía al otro dia, me llevaron a la estación de policía, recibí una manta porque mis labios estaban azules, mi cuerpo entumecidos, ellos vendaron mi muñeca y fui devuelta a mi padre, ahí lo entendí, no importaba lo que él me hiciera porque era mi padre. Cuando mi cuerpo ya no soportaba el dolor, levante temperatura, tuvo que llevarme al hospital y logré que me vendrán correctamente.
Eventualmente entendí lo aterrador que era el dolor, lo terrible del comienzo de un nuevo día, lo horrible que pueden ser los días fríos. La ausencia de calor en tu cuerpo, no importa cuánto lo intentes, cuando estas mojada tu cuerpo solo se entumece, y te vuelves inútil, no importa cuanto frotes va a seguir haciendo frío.
—¿Cómo puede ser tan estúpida?.—Lo sé, me acosté con su novio la semana pasada, ella estaba durmiendo, fue una experiencia interesante imaginar su estúpida cara al escucharnos, además ese tipo si que es bueno en la cama.—Te lo dije.Me aferro a mis libros, caminó rápidamente a la salida, secó mis lágrimas con los puños de mí camisa. Espero que no me vieran escapar. Ya no quiero llorar.Mis ojos duelen, ese puño se sintió como un cuchillo, debo de tener cuidado cuando ponga hielo en mis ojos para aplacar la hinchazón en ellos.Miro el cielo, anoche tuve que volver a fingir estar dormida. Escuche claramente como Johans estuvo ocupado con Triana. Soy una completa estúpida, ¿Hoy a la mañana cómo pude fingir una sonrisa?, mientras buscaba hielo para encerrarme en el baño, de nuevo le deje la nota antes de salir corriendo de allí.Sé que no es correcto lo que mi novio hace pero si no lo soporto terminaré en la calle de nuevo. Odio el mes de Julio.Vrrr… Saco mi teléfono.Aria este finde
Clac, clac, clac…—Uhmm —mi vista está borrosa. —Duele…—Duerme —dice suavemente una cálida voz.—¿...?. ******Abro mis ojos con dificultad. —¿Una cama?, imposible, ¿Johans?.Un poco perpleja miró la cama, las paredes, ¿Qué es esto?.Clip, plap… Miro la puerta, un chico moreno con ojos plateados aparece frente a mi. ¿Esto es un sueño?.El chico camina hasta mí, coloca su mano en mi frente. —¿Qué, qué haces?. —La fiebre bajo, mamá se alegrará.Incómoda intento pararme pero mis piernas parecen gelatina. —Mmmm. —Muerdo mi labio para soportar el golpe.—Te tengo.—No me toques —perpleja miró esos extraños ojos que no parecen ser lentillas. —¿No pueden ser reales?.—Si lo son. —El chico desconocido eleva mi cuerpo.—¡¿Qué?!, ¿Qué estás haciendo?. —Con cuidado me coloca en la cama. Pateo su estómago, tengo que salir de aquí, intento gatear lejos pero él toma mi pie.—Tranquilizante, no quiero hacerte daño.—¿Por qué debo creerte?. —Firme sujeta mi brazo.—Porque no quier
¿Por qué me salvaron?, ¿Es divertido jugar con mis emociones?. Antes que Johans o mi padre me encuentren prefiero yo misma encargarme de este infierno.Miró el cuchillo en el cinturón de Susan, solo será un segundo.Me arrojó sobre ella.Detente Aria.¿Quién eres?.¡Platps!.Sólo déjame morir, ya no quiero que jueguen conmigo.—¿Susan qué le ocurre?.—No lo sé.—¡¿Por qué no te defendiste?!.—¡No lo sé, es solo que no sentí peligro, no intentaba lastimarme!.—¡Es una maldita espía!, ¿Cómo va a lastimarte Susan?.Ighh…. Urghsss… Mi cabeza. Susan se acerca a mí, el hombre junto a ella no deja de gritarle. No entiendo de qué hablan.Aria, respira.¿Dime quién eres?. ¡¿Tú me salvaste?!, ¡¿Es tu culpa que siga viva?!.¡Aría por favor cálmate!, no se cuanto tiempo podré hablar contigo, tu cuerpo esta muy debil.No me importa, no me importa, ya no quiero que se burlen de mí, ya no quiero estar aquí.¡Aria lo siento!.¿Qué?.¿Por qué no puedo controlar mi cuerpo?.—¿Quién eres? —pregunta Susa
¿Esto es lo que se siente morir?, no estoy muy segura, está sería la primera y última vez que muero.Me levanto del suelo, ¿De nuevo aparecí en un lugar extraño o todo lo anterior al final si fue un sueño?. —Al menos ya no duele. —¿Un bosque?, ¿Flame?.Empiezo a correr, quiero salir de aquí, no quiero volver a soñar cosas tan raras.¿Esta no es la salida?.—¿Había un lago en el bosque?. ¡No de nuevo, por favor no de nuevo!.—Hola Aria, al fin podemos vernos. —¡Ah!, ¡No, no es otra pesadilla, no existen los lobos gigantes y menos que hablen!. —Sujeto mi cabello, sólo debes despertar.El lobo camina hasta mí, juega con mi cabello, con la punta de su nariz me despeina.—No quiero lastimarte, no es mi intención asustarte, yo… Me emocioné al verte aquí.Retrocedo unos pasos, cuando estoy lo suficientemente lejos abro mi boca. —¿Estoy dormida?. —Por favor solo dime que estoy durmiendo.—Podría llamarse así. Por cierto no soy un lobo, yo soy una loba. —Ella me mira antes de girarse y volve
…Debido a que el cese de hostilidad se volvía cada vez menos efectivo, la familia real mandaron a sus herederos más poderosos al igual que los herederos de las futuras manadas, ellos fueron los mejores en todos los aspectos, se destacaron, no había nadie en la academia Raíces que no conociera a la hermosa princesa de la Luna y al apuesto príncipe del Sol, el tiempo siguió su curso, un año antes de su graduación los Berzerk hicieron su aparición, querían destruir el brillante futuro y que la oscuridad reinara. La princesa de la Luna y el príncipe del Sol se unieron protegiendo a la academia, la esperanza de que el antiguo tratado de paz fuera restaurado fue enorme sin saber que el corazón del príncipe fue arrebatado por la bella princesa y que la bella princesa no podía sacar a aquel apuesto príncipe de su mente.Ellos intentaron negar sus sentimientos hasta que de su amor la semilla fue sembrada y empezó a germinar… La princesa tuvo miedo de que otra guerra estallara, la princesa c
Hace 10 años, del norte al sur, del este al oeste, no había nadie que no supiera la historia trágica de la única hija del gran alfa del sur y del fallido intento de los Berserk por destruir las grandes murallas de la frontera del oeste. Estas historias estaban grabadas en los corazones de cada tribu.En medio de la pérdida de la preciada esperanza después de una búsqueda intensa por más de 9 años, el gran alfa del sur enfermo gravemente, sus jóvenes hijos debieron asumir por completo el control de la tribu del sur, los nuevos alfas encargados de la manada se esforzaron por no decepcionar a su padre, poco a poco el sur fue recuperándose de tal o al menos eso parecía hasta que las alarmas de la frontera empezaron a soñar.Debido a que el gran alfa Josep seguía en cama y los jóvenes eran inexpertos recurriendo a su gran tío Zacary, el alfa que gobernaba las manadas del oeste.Los alfas, betas y omegas pelearon con gran valor, las pérdidas fueron numerosas hasta que el suelo retumbó, fue
—¡Aría!. —Me llama Rodney agitando sus manos, Jace golpea su rostro, ellos están en su forma humana, la genética de la familia Rivers es destacable. Me concentro y también regreso a mi forma humana. —No importa las veces que te vea, tu cabello y ojos son increibles.Me detengo, lo miro, esto es incómodo, debo… ¿Responder?, ¿Qué debo decir?.—¡Infeliz!.—¡Auch!, papá, ¡¿Por qué me golpeas?!.—Respeta a la señorita.Rodney cubre su cabeza. —Pero ¿No dije nada malo?.No lo dijo o eso creó, rasco mi nuca, no sé cómo debería reaccionar.—¡Agradece que fui yo quien te golpeó y no Viorel!.—¿Por qué me golpearía tu lobo? —pregunta desconcertado.Jace hace lo posible para explicarle que él evitó que Viorel le diera una paliza al darle esos golpes. Mi pecho se contrae, es bueno tener un padre, al menos eso parece, localizó una roca relativamente cerca y a su vez a una distancia considerable del par de padre e hijo.Es increíble la diferencia de personalidad que tienen Jace y su lobo. ¿Es as
Pov Cayden—¡No digas ni una palabra! —ordenó avergonzado.—¡Ja ja ja ja!. —Tomás dobla su cuerpo y sujeta su estómago.Déjame salir y morder a tu estupido amigo.Rofan cállate, tú eres el responsable.En todo caso es nuestra pero no es así, además ¿Quién nos vio?, solo Tomás, en resumen nadie valioso.Mi cuello me duele, Rofan. ¡Pudimos haber muerto!. Sus ojos eran los de un vampiro.Ella no nos va a lastimar.¡¿Por qué?!.Ella es especial.Estás enfermo.—Gran alfa, ¿Por qué estaba durmiendo en el frío y sucio suelo?.—¡Tomas! —advierto molesto.—No hay nadie aquí Cayden, no te voy a obedecer.—¡Vete al demonio!.—Mejor me quedo contigo y es algo similar.Sujeto su camiseta y le doy un golpe, Tomás me lo regresa, esquivo su siguiente golpe y le doy conecto mi rodilla con su estómago. Cae al suelo.—Eres un, un pésimo amigo.Me encojo de hombros. —Deja de chillar y camina, debemos buscar al cazador.—¡Ah!.—Sigues siendo un llorón.—Tú puño no es algo fácil de soportar.—Sólo camina,