Despues de esa frenetica noche, Adrian y yo no tuvimos mas sexo, peticion de él porque era el que mandaba y el que decidida lo que queria o lo que no queria asi como cuando y donde. A mi no me importo ya que pude empezar con mis pastillas y ya estaba más o menos tranquila, a que por ahora no había embarazo, ( pensé ).— Alice cielo, — escuche a mi marido llamarme desde el salon, ya que yo estaba en la cocina— Dime mi amor, estaba en la cocina ayudando a Georgina — le comente cuando entre en el salon— Ven siéntate conmigo tengo que decirte una cosa — me dijo cogiendo mi mano, sentándome encima de sus rodillas en el sofa– Mañana cenamos con mis padres y con un importante socio, si quieres podemos ir ahora a comprarte un vestido bonito, aunque tu hasta desnuda estas preciosa — me dijo, dándome besos en mi cuello— De acuerdo, cuando mi señor esposo desee, sabes que lo eres todo para mi — le dije sin tocarlo ni acariciarlo, ya que sabía las normas que tenia — Asi me gusta que seas, du
Nada más entrar en la casa, mi marido se fue al salon para tomarse una copa, mientras yo subía a mi dormitorio, cuando entré, cerre la puerta apoyando mi espalda mientras las lágrimas no paraban de caer por mis mejillas Al dia siguiente cuando me desperté, entre en el cuarto de baño para asearme, sintiendo todavía el dolor y el escozor del cinturón de Adrian en mis gluteos. Después de asearme, volví al dormitorio para ponerme un vestido cómodo ya que mi esposo, dobló a sus guardaespaldas y ahora si que me era imposible salir de mi propia casa sin el permiso de mi marido.Me marche del dormitorio, bagaje las escaleras y fui a la cocina, necesitaba tomarme una taza de café para despejarme. Cuando entre me quede por un momento inmovil en la puerta, ya que con Georgina, mi marido, y el chofer también había un niño muy parecido a mi esposo sentado en una silla.desayunando mientras hablaba con mi esposo— Buenos días — salude cuando entre, girando Adrian la cabeza para mirarmeMe di cuenta d
Al día siguiente me desperté algo tarde, ya que la noche anterior mi esposo me hizo el amor como un hombre enamorado de verdad, con suavidad, llenándome de besos y caricias que ni yo misma me lo podía creer. por la pasión y el cariño que me estaba demostrando cada segundo que pasaba. Al abrir los ojos, sonreí mientras acariciaba la parte donde creía que Adrian estaría, pero encontré esa parte vacía, aunque por otra parte no me importó mucho, ya que sabía que era algo tarde y él se habría ido a trabajar. Me levanté de la cama y entre en el cuarto de baño para ducharme, ya que después de hacer el amor, acabamos los dos muy cansados, durmiendonos enseguida. Me duche y regrese al dormitorio para vestirme y bajar a la cocina, necesitaba desayunar y comer algo, ya que estaba hambrienta. Me marché del dormitorio para acercarme a la cocina escuchando las risas del pequeño Aaron. Al entrar salude a Georgina y al pequeño, mirándome los dos algo extrañados por verme en la cocina— Buenos días —
Por la tarde me fui a la piscina ya que hacía esa tarde muchísimo calor y era insoportable estar dentro de la casa, me puse el bikini y después de darme un baño, me senté en una hamaca a la sombra. Escuché el motor del coche de mi esposo cuando volvió a casa, pero yo no me moví de donde estaba tumbada, preferí esperar a que mi esposo viniera a donde yo me encontraba. Cuando apareció por el jardín y se acercó a donde yo me encontraba, se sentó a mi lado, poniendo su mano en mi cuello, apretando sus labios a los míos, mientras notaba como su dedo se introducía en la tela de mi bikini, rozando mi clítoris, haciendo que jadeara— Lucia se ha llevado al pequeño al centro comercial, estamos solos — le dije sonriendo, pero sin tocarlo, ya que las cláusulas que me impuso me las sabia muy bienAdrian se quitó la ropa quedandose desnudo ante mi mirada de asombro, ya que sabía que nunca me acostumbraría al perfecto cuerpo que mi esposo tenía. Tiro de mi poniendome de pie, quitando mi bikini, de
Al día siguiente me despertó la luz que entraba por la terraza de mi dormitorio. Sabía que era algo tarde, pero no me importo ya que no me apetecía cruzarme con Lucia, aunque sabía que no debía esconderme de ella, si no que cuando la viera tenía que sonreír como si no me hubiera importado lo que anoche vi. Me quedé un rato tumbada en la cama pensando que no debía decir nada, ya que sabía que cuando firme el contrato le di a mi marido todos los derechos sobre mi cuerpo, sabiendo que podía hacer cualquier cosa conmigo, como mi amo y dueño que era, teniendo también pleno derecho a hacer lo que le diera la gana fuera de nuestro matrimonio, ya que no había ninguna cláusula que a él lo implicara en una fidelidad que no existia para él.si no que mas bien, me podia ser infiel cuantas veces le apeteciera serlo. Me levanté de la cama y entre en el cuarto de baño para asearme como todas las mañanas, me puse un vestido fresquito y me marché hacia la cocina, viendo como todas las mañanas a Georgi
Cuando llegamos a casa, el chofer abrió la puerta ofreciendome la mano para que bajara, sin dejar de sonreír— Lo de la otra noche — trague saliva por la vergüenza— Señora tranquila, pero déjeme decirle que tiene unas preciosas piernas, y que no se preocupe, por lo que vi, nadie lo sabrá nunca -- me dijo el hombreEntre en casa, dirigiendome hacia mi dormitorio, cuando escuche a Lucia como me llamaba. No quise hablar con ella en ese momento, pero de todas formas ella me siguió entrando las dos en mi dormitorio— Creo que no te he dado permiso para que entres en mi dormitorio — le dije, mientras dejaba mi bolso en la cómoda— Señora no nos engañemos, se que esta celosa, pero entre el señor Wilson y yo no hay nada mas que sexo me gustaria que me creyera — me dijo— Esta bien Lucia, no se que mundo es al que mi marido le gusta jugar, pero él no quiere decirme nada ni que me meta en su mundo, así que no me meteré en vuestros líos, ahora por favor retírate – le dijeDespués de quitarme la
Por la mañana siempre era lo mismo, me levantaba de la cama, entraba en el cuarto de baño, me aseaba o me duchaba, me vestía y me bajaba a la cocina para tomarme el único líquido que me podía despertar, mi café bien cargado. Después de desayunar, Aaron y yo nos fuimos a la piscina, el para bañarse bajo la supervisión de su madre y yo para tomar un poco el sol, ya que hacía unos estupendos días— Señora, el señor quiere verla, esta en su dormitorio — me dijo Lucia de pronto y muy alterada— ¿En mi dormitorio? ¿Qué hace mi marido allí? – le pregunté— No quiero ser mala con usted, pero creo que va a saber lo que es el mundo del dolor de su esposo — me dijo—- Lucía ¿qué pasa?¿por qué me dices eso? — pregunte— ¿No quería conocer el mundo de su esposo? espero haberla ayudado — me dijo, dándome la espalda, para ir hacia donde estaba su hijoEntre en la casa, escuchando fuertes golpes que procedían de mi dormitorio, cuando entre, me quede atónita por lo que vi, la cama completamente deshe
Al día siguiente me quedé casi todo el día en la cama, ya que no tenía nada que hacer. Pero conseguí que mi marido dejara que Georgina, me subiera algún que otro libro y eso era lo que hacía, ducharme, desayunar y sentarme a leer el libro, que aunque parecía interesante, la verdad es que no le hacía mucho caso. Por la noche ya estaba casi durmiendo cuando escucho como abrian la puerta del dormitorio viendo entrar a Adrian, vestido solo con su albornoz, sentándose seguidamente a un lado de la cama, acariciando mi pelo con una de sus manos— ¿Preparada? me hará muy feliz cuando el palito de positivo — me dijo— Si quieres follarme, iniciame en tu mundo, porque no voy a dejar que me toques – conteste— Alice, Alice, eres demasiado inocente para que entres, creeme, nada de caricias, besos, ni carantoñas, ¿quieres eso? — pregunto— Te amo aunque tu no me ames, haré todo lo que tu desees, quiero ser solamente tuya, y deseo que algun dia tu seas tambien solo mio,¿no comprendes que estoy comp