Cuando mi marido regresó al dormitorio, no vino solo ya que Lucia venía junto a él dándome cuenta de que iban cogidos de la mano. Quise preguntar qué hacía esa mujer en mi habitación pero sabía que no debía preguntar si no quería que la noche terminará, a parte de llevarme una buena bofetada por imprudente.— Buenas noches señora — me dijo ella— Buenas noches Lucia — respondí— ¿Quieres seguir adelante Alice? aun estas a tiempo de echarte atrás — me dijo mi esposo— Quiero que me enseñes, te amo Adrian y si esto sirve para consiga que también me ames, estoy dispuesta a todo lo que desees — le respondí— Esta bien, empecemos, Lucia desnúdate por favor, — escuche decir a Adrian— !! No ¡¡ por favor Adrian esto no, solo quiero contigo — le grité, poniendome en posición fetal en la cama de lo asustada que estaba— Alice mi amor tranquila, la primera vez, no te puedo tocar, tiene que ser la persona que yo elija y como veras aqui solo esta ella, abre las piernas todo lo que puedas, — me
Cuando regrese a donde estaba Adrian, pude ver como se dejaba caer en una de las sillas que en la sala de espera había, tapándose la cara con sus manos— Adrian ¿cómo estás? — pregunte— No me puedo creer que la mujer que amo, esté entre la vida y la muerte, NO….--- la voz se le desgarro— Ella es fuerte y veras como pronto estará bien, pero dime una cosa ¿como se golpeo? según Marco, tiene todo el cuerpo lleno de golpes — me dijo Bianca— No lo se bien Bianca, toda la casa estaba a oscuras, escuche como gritaba y enseguida salí del dormitorio y corrí hacia donde la escuchaba, viendo como caía por la escalera sin que la pudiera alcanzar antes de golpear su cabeza contra el suelo — me dijo— Algo la tuvo que asustar entonces, porque ella sin razón, no haría esa tontería,--- me dijo BiancaEstabamos los dos sentados toda la noche en aquellas sillas, cuando antes de que empezara a amanecer escuchamos unos pasos acercándose a nosotros. Giramos la cabeza viendo a dos policías a nuestro la
Adrian como le dijo a Marco, consiguió quedarse conmigo en la habitación, dándome cuenta que el dinero es muy poderoso, ya que los billetes iban y venían delante de mis ojos por las manos de mi esposo, para pedir favores a las guapas enfermeras que entraban en aquella habitación, no pudiendo hacer nada Marco, para que aquello no siguiera. mientras las enfermeras que entraban y salían de la habitación, sonreían a mi esposo y él las invitaba a todo lo que quisieran. Aunque tenía que acostumbrarme, ya que sabía en qué mundo estaba mi esposo y lo amaba después de todo. De vez en cuando una enfermera muy guapa, con un cuerpo de modelo, y unos bonitos y carnosos labios, entraba en el cuarto de baño junto a mi esposo, cerrando antes la puerta de la habitación para que no entrara nadie. Saliendo una hora después, arreglándose la enfermera su uniforme mirándome con cierta sonrisa, seguida de Adrian que salió sin camisa y con los pantalones desabrochados— Hola preciosa, espero que pronto nos p
Al día siguiente cuando entró Marco en la habitación, nos saludamos mientras se iba acercando a la cama donde yo estaba acostada. Me escucho los latidos de mi corazón, me tomo la tensión, poniendo después su cara demasiado cerca de mi cara, para ver mis pupilas, quedándonos los dos mirándonos fijamente, viendo como él acercaba despacio sus labios a mis labios, mordiendome uno por el deseo de volver a saborear sus dulces y suaves labios. — Deseo besarte, pero sé que no puedo, perteneces a otro hombre Alice, — me dijo marchándose después de la habitación, entrando minutos después mi esposo sonriendo— Mi cielo, me tengo que marchar de viaje, ya le he dicho al chofer que te recoja cuando te den el alta, no se cuando volvere ya que es un contrato millonario, pero el socio es más bien duro de convencer, estarás bien en casa, Georgina y Lucia te cuidaran muy bien, ya lo verás — me dijo— Me voy a la casa de mi amiga Bianca, ella no tiene escaleras y estará en casa todo el dia conmigo, la v
Marco cogió la botella que le dije, poniendo un poco en sus manos, jugueteando después con sus manos, poniendo una en mi clítoris y la otra en mi parte trasera. Unos minutos después, sentí como un calor que me estaba excitando cada vez más, aprovechando Marco a penetrarme con sus dedos, acariciando sin parar mis clítoris, haciéndome gemir y suplicarle que fuera el que quería dentro de mi ser. Así que empecé a moverme cada vez más rápido, para conseguir mi orgasmo y sentirme llena por ese hombre después— ¿Ya quieres correrte? — me pregunto— Si, te quiero a ti dentro de mí — le dije jadeando— Te correrás cuando yo te lo ordene, ahora disfruta pequeña — me dijo haciéndome recordar a Adrian ya que una vez me dijo las mismas palabrasMarco aumentó las penetraciones con sus dedos y sus caricias en mi clítoris haciendo que me volviera loca, parando cuando se dio cuenta de que mi orgasmo ya estaba cerca, paro de acariciarme— ¿Esto es lo que me espera contigo? — le dije, presa del placer y
Marco por la noche pudo conseguir marcharse de la casa de mi amiga sin que los que me vigilaban a mi notaran su presencia, ya que al día siguiente tenía que trabajar. Por la mañana me desperté por la luz que entraba por la ventana, me levanté como pude para ir al cuarto de baño, después de asearme me fui a la cocina, viendo a Bianca como preparaba el desayuno para ella y para mi.— Buenos días, no prepares mucho no tengo hambre, solo quiero un café — le dije– Buenos días petarda, me da igual, te comerás lo que te ponga de desayuno, anda siéntate — me contestó sonriendo— Oye Alice, dime una cosa ¿ahora que vas a hacer?, Adrian no está y tienes a Marco coladito por ti, podrías pedir el divorcio ahora que estás en casa, nunca me ha gustado ese hombre — me dijo— Bianca, es mi esposo y estoy muy enamorada de él, no pienso divorciarme de él, además que esta prohibido y nos nos dejarían divorciarnos — le dije— Entonces lo que paso anoche entre los dos es ¿por?, no le hagas daño por favor
En mi dormitorio, Lucia se quedo sentada en uno de los sillones que había mirándome fijamente, mientras yo sentada en la cama, cogí la taza de café para tomarlo, Apenas me había tomado la mitad del café, empezó a sonar el SKYPE, acercándome Lucía el aparato hasta donde yo me encontraba.— Hola mi amor, no sabes cuanto te extraño — me dijo mi marido, cuando conecte con el— Yo tambien te extraño mucho, y ahora en casa sin ti, no se que voy a hacer — le respondí— Quiero que Lucia te inicie a entrar en mi oscuro mundo, necesito tener a mi compañera a mi lado, pero no quiero más escapadas, ya sabes al final qué sucedió y la verdad que me distes un buen susto — me dijo— De acuerdo,--- le dije— De acuerdo ¿que Alice? — preguntó dejándome algo extrañada— De acuerdo mi amor — le dije— Lucia haz bien tu trabajo — lo escuche decir sin comprender qué quería decir— Sí señor, cuando regrese de su viaje, tendrá a su esposa preparada — le contestó ella— En nuestra casa, todos saben que tienen
En ese momento yo estaba aún más aturdida, así que le hice caso a mi hombre, apartando el sujetador, dejando mis pechos desnudos— Gabrielle ven aqui y hazme una mamada, mi esposa me está excitando y te necesito — escuche decir a mi marido — Sigue ahora con el tanga, necesito ver tu coñito antes de que me haga esta puta correrme,--- me dijo mi maridoDe pronto una fuerte ola de calor, me sacudio mi entrepierna, al ver como el jadeaba y la cabeza de su amante subía y bajaba haciendo aquella mamada, ya que me hubiera gustado haber sido quien le diera el placer que ella le estaba dando— Ahora te toca a ti Lucia, acaricia el sexo de mi esposa, quiero oirla jadear y gritar mi nombre hasta que tenga su precioso orgasmo — dijo AdrianMe humedeci los labios mirando como él cerraba y abria sus precioso ojos verdes, deseando estar con el, mientras los dedos de Lucia no dejaba de acariciar mi sexo haciendome gemir y jadear. Lucia me hizo tenderme en la cama, quitando mi tanga, paseando su leng