Marco por la noche pudo conseguir marcharse de la casa de mi amiga sin que los que me vigilaban a mi notaran su presencia, ya que al día siguiente tenía que trabajar. Por la mañana me desperté por la luz que entraba por la ventana, me levanté como pude para ir al cuarto de baño, después de asearme me fui a la cocina, viendo a Bianca como preparaba el desayuno para ella y para mi.— Buenos días, no prepares mucho no tengo hambre, solo quiero un café — le dije– Buenos días petarda, me da igual, te comerás lo que te ponga de desayuno, anda siéntate — me contestó sonriendo— Oye Alice, dime una cosa ¿ahora que vas a hacer?, Adrian no está y tienes a Marco coladito por ti, podrías pedir el divorcio ahora que estás en casa, nunca me ha gustado ese hombre — me dijo— Bianca, es mi esposo y estoy muy enamorada de él, no pienso divorciarme de él, además que esta prohibido y nos nos dejarían divorciarnos — le dije— Entonces lo que paso anoche entre los dos es ¿por?, no le hagas daño por favor
En mi dormitorio, Lucia se quedo sentada en uno de los sillones que había mirándome fijamente, mientras yo sentada en la cama, cogí la taza de café para tomarlo, Apenas me había tomado la mitad del café, empezó a sonar el SKYPE, acercándome Lucía el aparato hasta donde yo me encontraba.— Hola mi amor, no sabes cuanto te extraño — me dijo mi marido, cuando conecte con el— Yo tambien te extraño mucho, y ahora en casa sin ti, no se que voy a hacer — le respondí— Quiero que Lucia te inicie a entrar en mi oscuro mundo, necesito tener a mi compañera a mi lado, pero no quiero más escapadas, ya sabes al final qué sucedió y la verdad que me distes un buen susto — me dijo— De acuerdo,--- le dije— De acuerdo ¿que Alice? — preguntó dejándome algo extrañada— De acuerdo mi amor — le dije— Lucia haz bien tu trabajo — lo escuche decir sin comprender qué quería decir— Sí señor, cuando regrese de su viaje, tendrá a su esposa preparada — le contestó ella— En nuestra casa, todos saben que tienen
En ese momento yo estaba aún más aturdida, así que le hice caso a mi hombre, apartando el sujetador, dejando mis pechos desnudos— Gabrielle ven aqui y hazme una mamada, mi esposa me está excitando y te necesito — escuche decir a mi marido — Sigue ahora con el tanga, necesito ver tu coñito antes de que me haga esta puta correrme,--- me dijo mi maridoDe pronto una fuerte ola de calor, me sacudio mi entrepierna, al ver como el jadeaba y la cabeza de su amante subía y bajaba haciendo aquella mamada, ya que me hubiera gustado haber sido quien le diera el placer que ella le estaba dando— Ahora te toca a ti Lucia, acaricia el sexo de mi esposa, quiero oirla jadear y gritar mi nombre hasta que tenga su precioso orgasmo — dijo AdrianMe humedeci los labios mirando como él cerraba y abria sus precioso ojos verdes, deseando estar con el, mientras los dedos de Lucia no dejaba de acariciar mi sexo haciendome gemir y jadear. Lucia me hizo tenderme en la cama, quitando mi tanga, paseando su leng
A la semana siguiente Adrian volvió a casa, nada más entrar por la puerta, corrí hacia él para abrazarlo, pero me acordé en el último momento de la orden que me dio, no me toques si no te doy permisoMe acerque hasta donde estaba él, rodeándome con sus brazos mi cuerpo, pegando su boca a la mía en un apasionado beso, mordiendo mi labio para llevárselo a su boca— Te he echado mucho de menos — le dije— Ya estoy en casa, ahora vamos a buscar mi hijo, no descansaré hasta que el palito de positivo mi amor — me dijo sonriendo con esa bonita sonrisa que tenía— Lucia, lleva mi equipaje a mi dormitorio y esperame en el despacho — le dijo Adrian— Vete al salón, después de hablar con Lucia ire yo, — me dijo dándome una palmada en el culo.Dos horas estuve esperando a mi marido en el salón, sabía el porqué tardaba tanto de salir de su despacho con Lucia, pero recordé lo que ella me dijo, nada de ser celosa, asi que cuando Adrian entró por la puerta del salon, le sonreí como si solo hubiera pa
Me marché del jardín y como la madre de mi marido me dijo, me fui acercando hasta donde estaba la cocina parándome un momento, al escuchar discutir a Adrian con su padre, acercándome a la puerta del despacho para escuchar mejor lo que hablaban.— La quiero ya y para mi, Alice nos podría hacer que volvamos a recuperar la empresa Adrian, estamos en la ruina — escuche a su padre— Pero aún no está embarazada papá, ¿cómo es que ya has hablado con los clientes para vender a mi hijo? será mi hijo y no estoy dispuesto a venderlo — Adrian— Hijo la empresa se va a la ruina, o vendemos a Alice o a tu hijo, ella no es nada tuyo, ni siquiera estáis casados, sabes que todo aquello fue una pantomima, porque Gabrielle no puede tener hijos, no cometas un error con Alice, de ella podríamos sacar mucho dinero, sabes que Gabrielle se marchara de tu lado si te quedas en la ruina, piensa en tu verdadera esposa Adrian por favor — le dijo su padre.— No pienso vender a mi propio hijo, padre lo siento — Adr
Cuando me repuse, me lave la cara y los dientes, volviendo al dormitorio, sin dejar mi marido de acariciarme— ¿Qué ha sido eso? ¿te encuentras mal? voy a llamar al médico — me dijo— Adrian, solo necesito descansar — le dije— Sabes que no puedo dejarte descansar, hoy tenemos que empezar a buscar a nuestro hijo, Necesito que me lo des ya — me dijo— Esta bien, tu mandas, eres mi amor y te debo obediencia — le respondíAdrian se puso de pie, quitándose despacio la ropa, la camisa, sus pantalones y por último su boxer dejando su miembro a mi vista. Me hizo sentarme en la cama, quitándome el vestido, mi sujetador y por último mis bragas, tirando toda la ropa al suelo.— Solamente te voy a dar todo mi semen, no me apetece hacerte caricias ni besos, ponte como la perra que eres de rodillas y no te muevas – me dijoMe puse encima de la cama de rodillas, dejando a su vista mis glúteos, aunque me daba ya todo igual, estaba cansada y me encontraba mal, así que dejé que hiciera conmigo lo que
Después de ducharme y vestirme, mi marido y yo nos marchamos de la casa en su coche con dirección al motel que me dijo su padre. Adrian aparco bajando los dos del coche, acercándonos a la habitación de ya nos esperaba Wilson. Al llegar nos abrió la puerta sonriendo, haciéndonos entrar— Bien, veo que mi hijo también quiere participar en el juego, Alice quítate toda la ropa — me dijo el viejo— Papá ya basta, ella es mia, y no dejaré que la utilices contra mi — contesto Adrian, rodeando mis hombros con su brazoMe quedé mirando al padre de mi esposo, y luego a mi marido, esperando a que me dijeran que estaba pasando, aunque ya los escuche el dia anterior— Adrian hijo, si no vas a participar, lárgate ahora — dijo el viejo— No papa, Alice es solo mia y no le doy permiso para que tu la mancilles, si quieres follarte a alguien, tienes a mi madre, a Carlota y a Gabrielle, pero a mi esposa no la tocas – le dijo Adrian—- Jajajaj, tu esposa, sabes que no lo es, o te marchas o te juro que la
Me fui a mi dormitorio sin comprender qué había pasado y porque no le hice caso a mi marido cuando me dijo que nos marchamos de aquel hotel. Si Adrian me hubiera contado algo, seguramente seriamos un feliz matrimonio, aunque supiera las condiciones que él me impuso cuando nos casamos. Me pasé más de dos días sin poder ver a Adrian, pero preguntándome, ¿cómo narices caí yo en una secta? Pero lo único que tenía claro era que me iban a utilizar para mano de obra o como útero para tener bebes. Una noche que estaba durmiendo tranquilamente, note como el colchon se hundia, despertandome algo asustada-— Tranquila Alice, soy yo tu marido, lo siento mucho mi amor, he estado muy ocupado, pero esta noche te necesito, quitate la ropa mi amor, — me dijo— Adrian por favor, no quiero que me quiteis a mi hijo — le dije— Nadie nos va a quitar a nuestro bebe cariño te lo prometo, solo debes obedecer y todo irá bien — dijo— Estás tratando de psicoanalizarme lo se, pero no os servirá de nada, quiero