Me marché del jardín y como la madre de mi marido me dijo, me fui acercando hasta donde estaba la cocina parándome un momento, al escuchar discutir a Adrian con su padre, acercándome a la puerta del despacho para escuchar mejor lo que hablaban.— La quiero ya y para mi, Alice nos podría hacer que volvamos a recuperar la empresa Adrian, estamos en la ruina — escuche a su padre— Pero aún no está embarazada papá, ¿cómo es que ya has hablado con los clientes para vender a mi hijo? será mi hijo y no estoy dispuesto a venderlo — Adrian— Hijo la empresa se va a la ruina, o vendemos a Alice o a tu hijo, ella no es nada tuyo, ni siquiera estáis casados, sabes que todo aquello fue una pantomima, porque Gabrielle no puede tener hijos, no cometas un error con Alice, de ella podríamos sacar mucho dinero, sabes que Gabrielle se marchara de tu lado si te quedas en la ruina, piensa en tu verdadera esposa Adrian por favor — le dijo su padre.— No pienso vender a mi propio hijo, padre lo siento — Adr
Cuando me repuse, me lave la cara y los dientes, volviendo al dormitorio, sin dejar mi marido de acariciarme— ¿Qué ha sido eso? ¿te encuentras mal? voy a llamar al médico — me dijo— Adrian, solo necesito descansar — le dije— Sabes que no puedo dejarte descansar, hoy tenemos que empezar a buscar a nuestro hijo, Necesito que me lo des ya — me dijo— Esta bien, tu mandas, eres mi amor y te debo obediencia — le respondíAdrian se puso de pie, quitándose despacio la ropa, la camisa, sus pantalones y por último su boxer dejando su miembro a mi vista. Me hizo sentarme en la cama, quitándome el vestido, mi sujetador y por último mis bragas, tirando toda la ropa al suelo.— Solamente te voy a dar todo mi semen, no me apetece hacerte caricias ni besos, ponte como la perra que eres de rodillas y no te muevas – me dijoMe puse encima de la cama de rodillas, dejando a su vista mis glúteos, aunque me daba ya todo igual, estaba cansada y me encontraba mal, así que dejé que hiciera conmigo lo que
Después de ducharme y vestirme, mi marido y yo nos marchamos de la casa en su coche con dirección al motel que me dijo su padre. Adrian aparco bajando los dos del coche, acercándonos a la habitación de ya nos esperaba Wilson. Al llegar nos abrió la puerta sonriendo, haciéndonos entrar— Bien, veo que mi hijo también quiere participar en el juego, Alice quítate toda la ropa — me dijo el viejo— Papá ya basta, ella es mia, y no dejaré que la utilices contra mi — contesto Adrian, rodeando mis hombros con su brazoMe quedé mirando al padre de mi esposo, y luego a mi marido, esperando a que me dijeran que estaba pasando, aunque ya los escuche el dia anterior— Adrian hijo, si no vas a participar, lárgate ahora — dijo el viejo— No papa, Alice es solo mia y no le doy permiso para que tu la mancilles, si quieres follarte a alguien, tienes a mi madre, a Carlota y a Gabrielle, pero a mi esposa no la tocas – le dijo Adrian—- Jajajaj, tu esposa, sabes que no lo es, o te marchas o te juro que la
Me fui a mi dormitorio sin comprender qué había pasado y porque no le hice caso a mi marido cuando me dijo que nos marchamos de aquel hotel. Si Adrian me hubiera contado algo, seguramente seriamos un feliz matrimonio, aunque supiera las condiciones que él me impuso cuando nos casamos. Me pasé más de dos días sin poder ver a Adrian, pero preguntándome, ¿cómo narices caí yo en una secta? Pero lo único que tenía claro era que me iban a utilizar para mano de obra o como útero para tener bebes. Una noche que estaba durmiendo tranquilamente, note como el colchon se hundia, despertandome algo asustada-— Tranquila Alice, soy yo tu marido, lo siento mucho mi amor, he estado muy ocupado, pero esta noche te necesito, quitate la ropa mi amor, — me dijo— Adrian por favor, no quiero que me quiteis a mi hijo — le dije— Nadie nos va a quitar a nuestro bebe cariño te lo prometo, solo debes obedecer y todo irá bien — dijo— Estás tratando de psicoanalizarme lo se, pero no os servirá de nada, quiero
Cuando nos levantamos de la cama, yo me marché a mi dormitorio cruzandome cuando salí al pasillo con Lucia, mirándome ella de arriba abajo ya que llevaba mi camisón en mis manos y iba desnuda— Buenos días señora — me dijo— Buenos días Lucia, — le dije, entrando enseguida en mi dormitorio seguidamenteDespués de ducharme y de vestirme, me fui del dormitorio bajando a la cocina, para desayunar, cuando entre sonreí viendo a Gabrielle, sentada encima de las piernas de Adrian, teniendo ella sus brazos rodeando el cuello de él, mientras los dos se besaban.— Benos días — le dije — Ya llegó la muerta de hambre, ¿qué tal putita?¿Te gustó que te follara el viejo? — me preguntó Gabrielle— Por favor Georgina, ¿me puedes poner una taza de café? —le pregunté a la mujerSin esperarlo, Gabrielle se puso de pie, poniéndose enfrente mía, con los brazos en jarras— Te estoy hablando zorra — me gritó— Ya la he escuchado señorita y si me gusto mucho la forma en la que el viejo me follo ¿contenta?, —
Muy temprano al día siguiente, me levanté de la cama, me vestí fijándome cuando abrí la puerta del dormitorio, que no hubiera nadie por la casa, me fui hasta la entrada dándome cuenta de que no había cerrojo puesto y que la alarma estaba apagada. Abrí despacio la puerta y salí fuera, viendo al chofer limpiando la limusina, Me acerque hasta donde él estaba mirándome el chofer mientras me sonreía— ¿Me puedes sacar de aquí, por favor? — pregunte— ¿Está dispuesta a pagar lo que le pida? — me pregunto él— No tengo dinero, pero mi amiga si que le podrá pagar, ¿que me dice, me ayuda? —- le dije— Suba — me dijo abriendo la puerta de la limusinaLe dije al chofer dónde quería que me llevara, arrancando la limusina y marchandonos de aquella casa.Hacia donde mi amiga vivía ya que no estaba muy cerca, pero calcule que en menos de una hora ya habíamos llegado, cuando de pronto, el chofer se desvió por una carretera llena de tierra y piedras, quedándome algo extrañada, parando el vehículo poco
Las tres amigas nos quedamos casi toda la noche despiertas, estuvimos recordando viejos tiempos, cuando las tres éramos adolescentes. Acordándome de cuando vivían mis padres y en mi casa las tres amigas hacíamos en el jardín una especie de acampada, poniamos los sacos de dormir alrededor de una fogata y quemabamos nubes de algodón, mientras nos reíamos y hablábamos de que queríamos ser de mayor y de todos los chicos que nos gustaban. Pero ahora ya éramos más mayores y yo estab casada y esperando un bebe de mi amante, sentimos que las cosas ya habían cambiado mucho y esa niñez ya la habiamos dejado atras.— ¿Ahora que vas a hacer Alice?, lo primero tendrás que hacer es hablar con Marco — me dijo Lucy— Ya lo se, pero debo de tener mucho cuidado, Adrian me dijo que en la secta hay mucha gente y todos son millonarios, no me puedo fiar ya de nadie - le comente— Tranquila, aqui estaras bien, mis padres son muy ricos, pero no están en ninguna secta, se que mi padre se va de viaje y no vien
Mi amiga estaba muy seria, retorciendo la tela de su vestido, imaginándome el porque estaba actuando de esa maner, pero ella la noche anterior me dijo que su padre no pertenecía a ninguna secta, entonces no comprendia y necesitaba preguntarle qué le pasaba.— Lucy, ¿Tu padre te castiga? ya no eres una niña, puedes enfrentarlo — le dije— No es tan fácil Alice, ayer no te dije nada por que estaba Bianca aqui, pero dentro de una semana me caso con el hombre que mi padre a elegido para mi y me da miedo decirle que no, sus castigos son muy duros, así que tengo que hacer todo lo que él ordene — me dijo— ¿Pertenece a la secta de los Wilson ¿verdad? — pregunte— No puedo decirte nada, es mejor que te marches, si sabes las condiciones, que le ponen a las mujeres, comprenderas que aqui no estas segura — me comento— Ya, te entiendo ¿quienes son tus amos? — pregunte— Alice por favor, firme un contrato y no puedo hablar — me dijoMe levanté del suelo, cuando escuche como tocaban el timbre para