Capítulo 005 —Después de comer, Yudith se sintió muy cansada. Se tumbó en la cama y se arropó con la manta. —Señora, si necesita cualquier cosa, avíseme. Estoy aquí para cuidar de usted —dijo la criada con una voz dulce. Era una mujer mayor, pero le había cogido mucho cariño a Yudith y la trataba con mucho respeto. Entonces, Yudith le hizo una señal para que se acercara más a ella, ya que no podía hablar en voz alta debido a la irritación en su garganta. Le susurró con una voz apenas audible: —Señora Nani, váyase a casa. Yo estaré bien, puedo cuidarme. Las enfermeras estarán al pendiente de mí. Además, si se queda aquí, no podrá dormir bien y mañana tendrá que trabajar cansada. Eso tampoco será bueno para su salud. —No, señora, ¿cómo puede preocuparse por mí cuando usted está tan débil? No tendrá a nadie... Max no la dejó terminar la frase. —Está bien, señora Nani. Llamaré a un chófer para que te lleve a casa, entonces. —¿Quién cuidará de la señora? —dijo Nani. —Yo me
Capítulo 006 Sintiéndose observado, Max con sus hermosos ojos grises le dio a Yudith una breve mirada de reojo y continuó con el trabajo atrasado. Después de unas cuantas horas de trabajo, Max levantó la vista y miró por la ventana. Ya estaba casi oscuro. Se levantó y extendió los brazos para destensar los músculos, notando que Yudith se había quedado dormida con la cabeza apoyada en la pared. Entonces, la cargó y la llevó hasta la cama. La bajó suavemente y le acomodó la manta encima. Al día siguiente, Yudith despertó temprano y se sentó en la cama. Poco a poco se sentía mejor y más revitalizada. Como no vio a nadie en la habitación, pensó que estaba sola. Pero cuando se paró para ir al baño, pudo escuchar la voz de Max que venía del pasillo. Al parecer, estaba hablando por teléfono. Ella se acercó un poco más a la puerta y, a juzgar por su tono de voz, parecía que estaba hablando con Cecilia. Con ella siempre hablaba con un tono diferente a los demás. A decir verdad, en
Capítulo 007: La señora Nani había escuchado que una antigua amiga suya, con quien había trabajado en el pasado, también estaba internada en el mismo hospital. Colocó las cosas que había traído de casa y, al ver que Yudith seguía durmiendo, aprovechó para averiguar en qué habitación estaba su amiga. Preguntó en la recepción por el nombre de la otra señora, que también era de mediana edad. La recepcionista le dio la información: la señora se hospedaba en la habitación 202. Caminó hasta allá, un poco impaciente. Tocó la puerta y la voz de una niña pequeña la invitó a pasar. Cuando entró, vio a una señora de mediana edad postrada en una cama. La mujer había envejecido y estaba muy delgada y maltratada, pero su semblante seguía siendo el mismo. Una niña pequeña, como de unos ocho años, estaba sentada al lado de la cama. Nani sostuvo la mano de María, su mejor amiga de la juventud, y acarició suavemente la cabeza de la señora. —¿María, te acuerdas de mí? —le preguntó Nani con una
Capítulo 008 Después de conducir por las calles sin rumbo, Max finalmente detuvo el auto frente a una colina desde donde podía verse la bella ciudad nocturna. Necesitaba calmarse y aclarar sus emociones. Reclinó la nuca en el asiento y se masajeó las sienes, cansado, pensando en lo que acababa de pasar. Se preguntó a sí mismo: —¿Cómo es que pensé en Yudith en un momento como ese? ¿Acaso me estoy volviendo loco? Solo con recordar su aroma casi me hizo perder la razón. —Ahora que sé que no somos hermanos, no hay nada que me impida hacerla mía —murmuró de repente, como si estuviera cayendo en cuenta ahora sobre eso—. Tal vez, después de saciar el deseo que tengo por ella, pierda el interés y pueda seguir con mis planes sin contratiempos. Tomando una decisión, arrancó su auto con dirección a la casa. Todo estaba en silencio. Nani estaba en el hospital con Yudith. Subió inmediatamente a su habitación y se dio una ducha. Después del baño, se secó el pelo y se puso una bata de dormir.
Capítulo 009: Poco después, Max llegó al hospital. Entró en la habitación y buscó en cada rincón, ella pero no encontró a nadie. Mientras tanto, Yudith estaba sentada en un banco, en medio del jardín en la parte trasera del hospital. La brisa que le acariciaba el rostro era agradable y cálida, mientras el sol estaba radiante, en su punto más alto del cielo. El doctor le había dado permiso para salir a tomar un poco de aire fresco. Pero más que eso, el doctor quería aprovechar la oportunidad para hablar con ella. —Señorita Song —dijo el doctor, acercándose—. ¿Qué has pensado sobre la operación de la que te hablé la última vez? Yudith agachó la mirada y tomó un respiro durante unos segundos. Luego levantó la barbilla y miró al doctor Meyer. —¡No me voy a operar! —respondió con firmeza. —¿Por qué no, señorita Song? —preguntó él—. ¿Puedes explicarme por qué una chica tan joven y bella como tú va a dejarse vencer sin antes luchar? El doctor se volvió hacia ella y la tomó de la
Capítulo 010 Así que salió con un solo pensamiento: ¡ignorarlo! Pero cuando iba en dirección a la cama, escuchó la voz fuerte de Max. —¡Ven aquí, Yudith! Yudith miró hacia él y alcanzó a ver la comida colocada sobre la mesa. Y al instante sintió hambre, pero quería mantenerse alejada de él, así que de inmediato respondió: —¡No tengo hambre, estoy cansada! ¡Quiero descansar! Iba a dar otro paso hacia la cama cuando él le preguntó: Con impaciencia. —¿Quieres que te vaya a buscar? Yudith, al escucharlo, dejó escapar un suspiro de impotencia y caminó hacia la mesa. Cuando llegó, Max le ayudó a sentarse en la silla. Luego, él también se sentó en el sofá. Yudith, al ver las acciones de Max, quedó un poco aturdida; en estos tres años nunca habían comido juntos en la misma mesa. Él siempre estaba con Cecilia, y ella siempre estaba en casa sola. Ahora le pareció irónica la situación. Los dos comieron en silencio y nadie dijo una palabra. Max, al terminar, tiró el plato desechab
—Este sentimiento Se había prometido enterrar todos los sentimientos que sintió por él durante estos tres años, sin embargo, al sentir su calor tan cerca y esa fragancia penetrante Le nubló todos los sentidos y su cuerpo anhelo obtener más de él. Así que ahora se sentía culpable y extremadamente avergonzada por haber tenido esos pensamientos impuros y lujosos… Se miró al espejo, estaba hecha un desastre, tomó una toalla de papel y se secó la cara, se arregló un poco el pelo pues tenía muchos mechones alborotados, ya que su pelo es bastante rizado y largo No tenía ánimos de salir, pero tampoco Podía quedarse en el baño para siempre. Yudith salió del baño y cuando iba en dirección a la cama escuchó la voz Max ¡“ven aquí Yudith”! Miro Asia él y alcanzó a ver la comida sobre la mesa. Inmediatamente, sintió hambre, pero quería mantenerse alejada de él, así que le dio una excusa ¡No tengo hambre, estoy cansada! ¡Quiero descansar! Iba a dar otro paso hacia la cama ¿Quieres que te vaya a busc
—Lamente de Yudith quedó completamente en blanco este fue su primer beso y también la sensación más excitante y adictiva que había experimentado sintió un hormigueo en el vientre que la hizo sentirse hambrienta y con deseos de ser consumida completamente por él Pero pronto volvió a sus cabales. Y cómo no podía Moverse le mordió los labios Max al“” sentir el dolor punzante y el sabor de la Sangre. La soltó de inmediato… Yudith aprovechó la distracción y se soltó de su agarre y corrió hacia la cama ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué me moriste? Preguntó Max limpiándose la sangre de los labios Judith se acostó en la cama y se arropó con la manta de pies a cabeza estaba muy asustada pensó que quizá él estaba furioso y que iba a Golpearla por haberlo mordido… Max fue hacia ella y se sentó en la cama. Contempló la silueta de ella debajo de las sábanas durante unos segundos. Vio que ella temblaba… él sonríe y pensó que ella era similar a un gatito asustado… Podemos conversar, no voy a lastimarte