—Yudith, pensaba en silencio mientras abrazaba sus rodillas en un rincón de la cama, que le avía Ha sido asignada, el lugar estaba lleno de lujos y también le dieron buena comida, —y ropa limpia, pero quien en su situación sabiendo lo que le esperaba más adelante podría probar siquiera un bocado, —recordando que, Irónicamente, el deseo de Max de verla sufrir el infierno en carné propia para saciar su odio y sed de venganza de cierta forma se había hecho realidad. —Seguro ahora estará satisfecho, —seguro ahora estará regocijado de alegría.— seguro pronto se casará con la única mujer que ama. — Seguro, si Cecilia fuera la que estuviera en mi lugar, ya habría caído en desesperación, no hay duda que pondría el mundo patas arriba para rescatar a su gran amor.—seguro tendría aquella misma expresión que de preocupación en su rostro. Aquella que solo es para Cecilia, —El mismo rostro que para mí durante estos tres años solo reflejo odio, frialdad he indiferencia. —En la mente de Yudi
—Pamela hoy se levantó muy temprano ya no soportaba estar en la cama después de su encuentro con una figura tan familiar ante ella. No pudo pegar un ojo en toda la noche. Ahora estaba en su oficina dando vueltas de un lado para otro con los nervios en el pecho tenía la certeza de que esto no podía ser una simple coincidencia, más de dos personas no podían tener tanto parecido uno con el otro. Tomó un sorbo de su taza de café mezclado con algo de vodka para calmar los nervios. Esta ya era la tercera y apenas empezaba el día. Dejó la taza de nuevo en la mesita a su lado y se tumbó en el mueble reclinando la cabeza hacia atrás. Cerró los ojos con fuerza. Su mente divagó por unos minutos pero luego poco a poco se transportó hacia el pasado, 23 años atrás... para ser exactos.A la noche en que su novio la llevó a cenar a la casa de sus padres por primera vez y la presentó como su futura esposa, pues él ya le había pedido matrimonio en secreto y ella aceptó porque también lo amaba. Él p
---Besaron y acariciaron, se tomaron y desahogaron con fuerza la necesidad el uno por el otro durante toda la noche. Ambos sintieron que esa sería su posible despedida,Un tiempo después, Alicia empezó a sentir las náuseas y mareos. Ella estaba casi segura de que estaba embarazada, ya que no usó ningún tipo de protección ni anticonceptivo para evitarlo. Fue al hospital para comprobarlo, y ciertamente estaba embarazada. Estaba feliz con la noticia; este era un regalo del cielo para ella, Fue a su casa sumamente nerviosa, aún tenía que enfrentar a su familia. Aclaró su garganta tratando de encontrar las palabras exactas para empezar a hablar, pero tomó valor y le contó a su madre y a su padre la situación de su embarazo. La madre se quedó pasmada con la noticia.Para ella, su hija de diecinueve años ni siquiera se había enamorado todavía, ya que Alicia siempre prefirió mantener la relación en secreto. Pensaba presentar a su novio después de conocer a su familia y obtener su bendición
—"Preciosas flores esparcidas por toda la entrada, de la casa. Su madre la miró y también sonrió. Sé adónde quieres llegar, pero deja a mi nieta en paz; ella aún es muy pequeña e inocente, todavía no sabe lo que hace". Alicia abrazó la espalda de su madre, que estaba a su lado, y volvió a sonreír.Su madre se sorprendió con el abrazo tan repentino. "¿Qué pasa, hija? ¿Sucede algo?""No, madre, simplemente estoy muy feliz y agradecida de tenerte a ti y a mi padre conmigo. También quiero pedirte disculpas por no confiar en ti, por no abrir mi corazón con mi madre que siempre me dio tanto amor y confianza. Lo siento".La madre de Alicia se volvió hacia ella y le acarició la cabeza como si Alicia aún fuera su pequeña niña del pasado. "Niña tonta, todos cometemos errores. Tu madre te amará siempre y te apoyará, sin importar qué." Estas palabras hicieron a Alicia derramar algunas lágrimas y abrazó a su madre una vez más."¡Mami!" La niña despertó y exclamó. Alicia se secó las lágrimas y se a
Max estaba terminando de vestirse cuando escuchó el toque de la puerta, y se apresuró a abrir. "Señor, tiene una visita, lo está esperando abajo", dijo la señora Nani."Bueno, ¿de quién se trata?""Bueno, esa persona no dijo su nombre, solo pidió hablar con usted"."Está bien, iré en un momento", respondió Max, que aún se abrochaba los últimos botones de la camisa blanca.La señora Nani se quedó en el mismo lugar un momento, notablemente inquieta. Max la miró y le preguntó: ".¿Hay algo más?".La señora Nani hizo una pequeña pausa antes de preguntar: "Señor, ¿puedo preguntar si se ha peleado con la señora? Ella solo fue al hospital porque yo le insistí, creí que le haría bien salir, ya que la señora comentó que se sentía aburrida de estar encerrada sin hacer nada todo el tiempo. Le juro que no fue su culpa, fue mía señor".Max miró la preocupación en el rostro de Nani y dijo: "Está bien, no te preocupes, tu señora pronto estará de regreso".Luego, Max volvió a cerrar la puerta. De he
El señor Conrad suspiró profundamente como si le costara respirar, luego pronunció:"Hace veinte años, cuando apenas tenías nueve años, se acercaba nuestro aniversario de bodas y quería darle algo especial a tu madre ese día, así que pensé en comprar una joya única diseñada para ella, que llevara su nombre. No sé si en algún momento te enteraste, Max, pero tu madre sufría de depresión. Esta enfermedad es algo...""Sé de qué se trata la depresión", interrumpió Max. "Ahora ve al grano", gruñó, mirando impaciente la hora en su reloj.El señor Conrad continuó: "Ella había mejorado mucho en los últimos años, pero después de la muerte de tu abuelo, ella se sumió de nuevo en la oscuridad de su habitación. El doctor dijo que haciéndola sentir amada y necesitada por nosotros, por su familia, ella podría recuperarse de nuevo."Por eso quería sorprenderla. Le comenté esto a un amigo y él me recomendó a una joven diseñadora llamada Alicia Song para el diseño.""Ahora entiendo", dijo Max de forma
Yudith abrió los ojos y miró a su alrededor en la habitación; aquel lugar aún parecía tan extraño.Se movió para levantarse, pero sus nervios se tensaron sintiendo una punzada de dolor en el vientre y el abdomen. Yudith resopló un poco por la incomodidad del dolor y se obligó a sentarse en el borde de la cama. Luego de unos minutos, se separó para ir al baño, pero apenas podía caminar. Esto le recordó que por este mismo motivo fue al hospital en el pasado, solo para enterarse de que tenía cáncer.El dolor en aquel momento fue controlado con algunos medicamentos que Víctor le recetó, pero hacía un tiempo que Yudith olvidó tomarlos. Cuando salió del baño, vio a Pamela sentada en la cama, que al parecer la estaba esperando. Yudith se puso nerviosa de inmediato y se quedó paralizada, agarrándose el vientre, pues cada vez el dolor era más persistente.Pamela la miró y notó su incomodidad, y fue hacia ella. "¿Qué te sucede?" le preguntó Pamela, aunque trató de parecer que no estaba preocupad
Después de desahogarse, Yudith tenía tantas preguntas y Pamela también, pero Pamela se limitó a escuchar a Yudith y a despejar sus dudas."¿Estás segura de que no tuviste nada que ver con ese señor Hamilton?", volvió a preguntar Yudith para estar segura. Entonces, Pamela empezó a contarle cómo lo conoció y que solo planearon ser socios. Entonces, Yudith por fin se convenció. Pamela le acarició el rostro a su hija, incrédula, pensó que probablemente nunca la volvería a ver, pero ahí estaba frente a ella. aunque la felicidad solo era a medias porque que madre quisiera ver a su hija en un lugar como ése,."No te preocupes, Yudith, no permitiré que ningún bastardo te ponga un dedo encima mientras estés aquí. Te prometo que buscaré la forma de sacarte de este lugar, ¿entendiste?", le dijo Pamela. Yudith la miró y sintió con emociones encontradas, dándose cuenta de que el destino a veces es irónico. Porque allá afuera se sentía sola y desamparada, sin motivación para vivir, pero el destino