Busque mi ropa por toda la habitación, encontrando mi ropa bien doblada encima de un sillon que habia, dejándome algo sorprendida, porque aunque no me acordaba de nada de lo que pasó la noche anterior, quién me quitó la ropa, tuvo bastante gusto en dejarmela bien colocada en aquel asiento, ya que tenía vagos recuerdos de con quien había pasado aquella, tocándome los labios con mis dedos porque aun tenia la sensacion calida de los labios de aquel hombre que aquella noche, me hizo el amor, haciendo que tuviera sensaciones que nunca había tenido. Una vez que ya estaba vestida, mire por toda aquella habitación buscando mi bolso, ya que estaba escuchando la melodía de móvil, imaginándome que serian mis amigas llamándome, hasta que por fin lo encontré sacando de mi bolso mi móvil, viendo que era mi amiga Melody la que me estaba llamando.
— ¿Keira, se puede saber dónde estás? — me respondió la voz femenina de mi hermana Melody al otro lado de la línea
— No te lo vas a creer, pero no tengo ni idea — contesté
— Anoche nos marchamos del club sin ti ya que no te encontramos por ningún sitio en el local — me dijo mi amiga
— No te preocupes por mi, ahora mismo llamo a un taxi y, nos vemos en casa, tengo muchas cosas que contarte, ahora nos vemos Melody, no te preocupes mas por mi — le respondí,
—- ¿Y porque no estás ya aquí,¿sabes que me tienes muy preocupada? ¿Has pasado la noche con alguien? — me dijo, notando como su voz se entrecortaba como si estuviera llorando
— Creo que si, pero aun no tengo nada claro, es como si hubiera sido un sueño o mejor dicho una pesadilla, Melody casi no me acuerdo de nada —- le comente
— No me lo puedo creer Keira, pensaba que eras más lista ¿como te has dejado arrastrar de esa forma? vas a ser una muesca más en la cama de ese tío — me preguntó
— Melody por favor, espera que llegue a casa y lo hablamos, no fue como tu estas pensando, por favor
— Vale Keira, pero por favor no tardes en regresar, estoy muy preocupada por ti — me dijo casi gritando
Guarde mi movil en mi bolso, me acerque a la puerta de aquella habitación y cuando la abrí por fin, me pude dar cuenta de que estaba en un hotel, me acerque a la zona de ascensores subiendo al primero que acudió a mi llamada, Ya en el hall del hotel, me pude fijar en como me estaban mirando los empleados de aquel hotel, haciéndome sentir más insegura de lo que ya estaba. Una vez que ya estaba en la calle y el viento fresco golpeó mi rostro, volví a coger el móvil de mi bolso, llamé para que viniera un taxi a recogerme. Una vez que ya llegué a mi casa y entré, mi amiga Melody enseguida salió de la cocina donde estaba acercándose hasta donde yo estaba poniendo sus brazos en jarra, sin apartar las dos nuestras miradas. Me fui hacia mi dormitorio siendo seguida por mi amiga, cerrando ella la puerta cuando entró, sentándose encima de mi cama.
— Está bien, quiero saber todos los detalles, ¿habrás usado protección por lo menos, no? — me pregunto haciendo que sonriera por su pregunta tan directa pero llena de preocupación por mi.
—- No lo se, aun tengo nieblas de lo que paso anoche con ese hombre — respondí, teniendo mi mirada al vacío, sintiendo todavía esa olor embriagadora del perfume de ese desconocido
— Te das cuenta Keira, que ese hombre a estas horas, estaba alardeando de que se acostó con una chica joven y encima virgen, yo de ti estaria algo preocupada por eso, a saber que viejo verde se habrá aprovechado de una chica en estado de embriaguez ¿Y si te dejo embaraza? ¿qué harás entonces?— me dijo Melody
— No lo sé, la verdad, solo recuerdo que me dijo que no me haría nada porque estaba borracha, pero sus ojos hablaban por él y el deseo que sentíamos en ese momento que nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, hablaron por los dos ya que tenía unos preciosos ojos verdes que me hipnotizaron enseguida que me fije en ellos y tengo que confesarte que fui yo la que empezó esa historia de amor por una noche, bueno creo que nunca mas lo volvere a ver, asi que tranquila que alardee todo lo que quiera — le respondí, sintiendo, como si me clavaran un puñal en mi corazón, preguntándome si no me había enamorado de ese desconocido.
— No sé Keira, me gustaria saber que tienes en la cabeza, para dejar que un hombre te folle sin por lo menos saber quien es o que te dijera su nombre por lo menos— me contestó mi amiga
— ¿Sabes que fue Adrian el que anoche le vendió mi cuerpo a uno de los hombres que habían en el club anoche? — le dije, cayendo una lagrima por mi mejilla
— Lo que yo te digo Keira, no estas muy bien, lo que te sucedió anoche te ha trastocado un poco la cabeza y no razonas bien, Adrian te ama y no lo veo capaz de hacerte eso — me dijo mi amiga
— Cuando Loren me dejó en la puerta del baño, se acercó un hombre a mi que me llevó a un cuarto oscuro para violarme, pero el hombre con quien estuve durmiendo anoche se lo impidió y entonces escuche al otro hombre decir, que mis amigos le habían pagado para que me quitara la virginidad — le dije, viendo en el rostro de mi amiga, incredulidad y asombro
- Cariño, me he encontrado este test de embarazo en el baño — dijo mi madrastra a mi padre, dándole a él, un test de embarazoMi padre cogió aquel palito con la mano muy sorprendido mirando a mi madrastra y a mi que entraba en ese momento en su despacho. Yo me quede inerte en la puerta, aunque no estaba tranquila por ver a mi padre tan sorprendido, pero sabía que yo era su preferida, ya que era dulce y muy inocente y mi padre sabía que nunca me metia en ningún problema, ya que yo era lo contrario a mi hermanastra, que era una chica un tanto alocada. — Keira hija, quiero que me digas ¿de quién es este test? y espero que no me mientas — m—e dijo mi padre, en el momento que entraba mi hermanastra en el despacho— Papa a mi no me mires ¿por quien me has tomado? yo soy muy decente y tu lo sabes — le respondió Melody— Entonces quedas solo tu Keira, dime ¿es tuyo este test? .-- me pregunto mi padreNo me atreví en ese momento a contestarle a mi padre, porque aunque sabía que era su querida
Nada más llegar a mi empresa, entré en mi despacho sentándome en el sillón que había detrás de mi mesa, entrando de pronto mi asistente, dejándome encima de la mesa una serie de documentos que tenía que revisar para la supuesta reunión que tenía más tarde. Dejé el bolígrafo a un lado de mi mesa y apoyé mis codos encima, apretando con mis dedos el puente de mi nariz recordando a la mujer que la noche anterior me volvió loco en aquella cama. No puedo negar que lo pase muy bien con ella, pero sentía en mi cuerpo cansancio ya que no había dormido lo suficiente y ahora me sentía muy cansado. Mientras intentaba relajarme pensando en esa mujer, en cómo nos amamos, y como recorrimos nuestros cuerpos, centímetro a centímetro, besandonos, saboreando nuestros cuerpos con un deseo irrefrenable, escuche como de pronto abrieron la puerta de mi despacho, sabiendo que sería mi amigo Carlos, ya que era el único al que le permitía entrar de esa formaCuando por fin abrí los ojos, vi la sonrisa de mi am
CUATRO AÑOS DESPUESDespués de que mi padre y su esposa me echaran de su casa, mi mejor y única amiga y yo, nos marchamos de Nueva York a Seattle donde vivían los padres de mi amiga, Sara y Lucas acogiéndome ellos en su casa como si fuera una hija más, ya que me conocían desde que éramos muy pequeñas mi amiga y yo, además de que ellos eran amigos de mis padres cuando mi madre aún vivía, marchándome después con mi padre a vivir a Nueva York cuando por desgracia mi madre tuvo un accidente de tráfico que le costó la vida, casándose tiempo después mi padre con la arpía de esposa que tenia ahora. Cuando ya creía que mi vida estaba encauzada, ya que Aroa y yo conseguimos un trabajo en una pequeña empresa que nos contrató como ayudante de oficina a mi amiga y en el puesto de recepción en la empresa a mi y que aunque no ganábamos mucho, por lo menos yo no tenía que depender totalmente de los padres de mi amiga ya que a parte de mi amiga Aroa y yo las que vivíamos con los padres de Aroa, yo t
A la mañana siguiente cuando me desperté vi que todavía era muy temprano, estaba nerviosa y no pude dormir esa noche bien pensando en mi regreso a la gran ciudad, la que tuve que abandonar al ser repudiada por mi propio padre porque mi madrastra descubrió el dichoso palito rosa, donde estaban las dos rayitas rosas diciendome que un ser muy pequeño estaba creciendo dentro de mi vientre y no tardó mucho en decírselo a mi padre. Me levanté de la cama y me acerque hasta la cocina para tomarme una taza de café caliente, marchándome después hacia la terraza sentándome en uno de los sillones que allí habían. Me quedé mirando hacia el vacío de aquella preciosa noche pensando y temiendo en lo que me esperaría cuando volviera a Nueva York, haciéndome, varias preguntas mientras le daba un sorbo a mi taza de café y recostaba mi cabeza con los ojos cerrados en el respaldo de aquel cómodo sillón donde yo estaba sentada. ¿que pasaria cuando fuera a visitar a mi moribundo padre en el hospital?¿y cuan
Con nuestras maletas en nuestras manos y mi hija pequeña en mis brazos muy emocionada, nos marchamos de la terminal del aeropuerto de Nueva York, hacia la entrada para subirnos a un taxi que me llevara a mi primero hacia la clínica donde estaba mi padre ingresado, y así marcharse después mi amiga Aroa con mi hija hacia la gran manzana donde ya la esperaba la amiga de Sara, ya que cuando nos marchamos de su casa llamó a Keit la agente de la inmobiliaria y esperaba a mi amiga, para enseñar un piso que ya tenía preparado para que las tres nos acomodamos en el y darle las llaves del piso. Cuando el taxista paró en la misma entrada de la clínica, baje del coche muy nerviosa ya que no sabía que me iba a encontrar, pero pensando que debía de no importarme nada mi madrastra, ya que el que estaba muy mal era mi padre y hasta que se casó con esa malvada mujer, lo fui todo para el. Entré en la clínica y me dirigí hacia la recepción, donde pude darme cuenta que había una enfermera atendiendo a los
Un rato después ya me encontraba en el salón de nuestra casa, sentadas en el sofá mi amiga Aroa y yo, tomándonos un refresco, dándome tiempo a mi amiga para analizar lo que me había pasado en el aparcamiento con David.—- ¿Cómo he sido tan tonta y dejar que ese hombre me besara? allí mismo Aroa, en el aparcamiento, delante de todo el mundo — le dije a mi amiga, ya que mi hija estaba en su cuarto de juegos jugando con sus juguetes—- ¿Y qué te preocupa Keira? la culpable fue tu hermana, ahora que le den y si os ha visto mejor para ti, por su culpa estas en la situación en que te encuentras, por cierto mi madre me ha llamado mientras estabas fuera, mañana tengo una entrevista de trabajo — me dijo mi amiga—- No Aroa, si alguien tiene que trabajar aquí, soy yo, vosotros ya habéis hecho bastante por mi hija y por mí — respondí—- Eso lo tengo que decidir yo, ¿no te parece?, Cintia necesita a su madre más que a su madrina — me dijo mi amiga— Tenemos que ir a los colegios entonces, mi peq
Cuando baje del taxi que pedí en la misma puerta del edificio donde vivía con mi amiga, fui a entrar en la clínica pero me quedé por un momento paralizada al ver al padre de mi hija en el mismo hall, me fui corriendo hacia los ascensores para subir a la planta donde estaba mi padre, pero como si ese hombre me hubiera visto correr, me hizo que las palpitaciones de mi corazón fueran a más de mil por horas al ver como su mano paraba la puerta del ascensor que estaba ya apunto de cerrarse. Me quedé mirándolo de reojo pero pensando en, porque aquella aventura en aquel hotel, se convirtió en mi peor pesadilla cuando me enteré de que estaba embarazada de él y aunque en un primer momento no sabía como ponerme en contacto con ese hombre,por eso preferí elegir criar yo sola a mi bebe, lo que no me suponía era que al volver a la gran ciudad me encontraría con el padre de mi hija y de la forma más inesperada. Me quedé mirándolo dándome cuenta de que él parecía diferente aunque seguía estando tan
No me importaba si estaba lloviendo o hacia un sol abrasador, ya que me dolía la cabeza de tal forma que parecía que me iba a estallar en cualquier momento por no haber podido dormir bien en toda la noche, pensando en esa mujer, en la hermanastra de mi prometida, no cesaba de preguntarme dónde la había visto y estaba seguro de que no era una de esas mujeres que de vez en cuando me llevaba a un hotel para disfrutar del cuerpo de una mujer fácil, y si, yo soy un cabrón por acostarme con mujeres fáciles aun estando prometido con Melody, pero ahora no pensaba en ella ni en ninguna otra ya que mis pensamientos se desviaban a esa mujer que ayer bese en el aparcamiento de aquella clínica, el sabor de sus suaves labios, su sabor, me acordaba de haberlos probado antes, ¿pero donde?. Estaba en la cocina tomando una taza de café que era lo único que me podía despertar juntos a dos putas pastillas para el dolor de cabeza, cuando de pronto empecé a escuchar la melodía de mi móvil que estaba en el