- Cariño, me he encontrado este test de embarazo en el baño — dijo mi madrastra a mi padre, dándole a él, un test de embarazo
Mi padre cogió aquel palito con la mano muy sorprendido mirando a mi madrastra y a mi que entraba en ese momento en su despacho. Yo me quede inerte en la puerta, aunque no estaba tranquila por ver a mi padre tan sorprendido, pero sabía que yo era su preferida, ya que era dulce y muy inocente y mi padre sabía que nunca me metia en ningún problema, ya que yo era lo contrario a mi hermanastra, que era una chica un tanto alocada.
— Keira hija, quiero que me digas ¿de quién es este test? y espero que no me mientas — m—e dijo mi padre, en el momento que entraba mi hermanastra en el despacho
— Papa a mi no me mires ¿por quien me has tomado? yo soy muy decente y tu lo sabes — le respondió Melody
— Entonces quedas solo tu Keira, dime ¿es tuyo este test? .-- me pregunto mi padre
No me atreví en ese momento a contestarle a mi padre, porque aunque sabía que era su querida hija, estar embarazada de un desconocido, sabía que eso a mi padre no le gustaría y temía que se enfadara conmigo.
— Ves querido, esa hija tuya ha salido a su madre, le gusta mucho seducir a los hombres sin pensar en las consecuencias, pero ha pasado, ha habido esta vez una consecuencia muy adusta para nuestra familia — comentó mi madrastra
-
— Deja a mi madre en paz, ella no tiene nada que ver, tu hija y mi amiga me drogaron y me dejaron en una habitación sola —- les grite
— Pero qué estás diciendo, ¿estás culpando a tu hermana, porque tu tengas malas costumbres? además, a mi no me hables así, yo no tengo culpa de que te gusten los hombres — me grito mi madrastra
— Keira, discúlpate ahora mismo con tu hermana y con tu madre — me grito mi padre
— No papá, lo siento, pero no pienso hacerlo — respondí
— M****a Keira, hablare con Adrian, se tiene que hacer cargo de t y de su hijo — dijo mi padre
— Adrian no es el padre de mi bebe — respondí
— Entonces ¿dime quien es el padre de ese bastardo? — me pregunto mi padre,
— Papa no se quien es el padre, me echaron droja en la bebida, y cuando me desperté, estaba desnuda en la cama y había un desconocido a mi lado durmiendo— le dije a mi padre llorando, ya que aquello era lo más difícil que me había tocado hacer.
— Keira eres la vergüenza de la familia, no voy a permitir que sigas en la casa, quiero que te marches hoy mismo, no puedo permitir que nuestras amistades sepan que mi hija, es una …., me cuesta hasta decirlo, lárgate de mi casa hoy mismo — me gritó mi padre muy enfadado
¿SERA AMOR? NO, NO PUEDE SER ESO
No sabía qué hacía en esa habitación con aquella jovencita, Solo podía ver la silueta desnuda de ella tumbada en aquella gran cama, sonriendo mientras me iba vistiendo. Haberme acostado con una mujer virgen se podría decir que yo era un triunfador aunque no me sentía muy bien por haberlo hecho, ya que sabía que estaba bebida, pero esa mujer me volvio loco cuando sus manos empezaron a quitarme la ropa mientras nos besabamos, sintiendo que ella era mía esa noche y quien sabe si nos volveríamos a encontrar después. Pero lo que tenía muy seguro que yo David O”brien, era un hombre de negocios con mucho éxito en mis negocios y no podía jugarmela con una jovencita que además de hermosa, era virgen, pero a pesar de que no hablamos mucho, se puede decir que ella misma me había dicho que yo era el único hombre con quien esa noche tendría relación, Me fui del cuarto de baño dirigiendome seguidamente hacia una silla que había en aquella habitación donde tenía colgada mi chaqueta, me la puse por encima de la camisa que llevaba, sin apartar mi mirada de esa joven hermosa que aun dormía en aquella cama. Después de ponerme los zapatos, me di cuenta de que la ropa de aquella muchacha estaba tirada por todo el suelo de la habitación, recordando como si fuera un flash el momento en que empecé a desnudarla. Contemplar a esa mujer desnuda me hizo tener más confianza en mí ya que no recordaba haber pasado una noche tan romántica con otra mujer como la que acababa de pasar con ella, preguntándome por un momento
¿Con cuantas mujeres me había acostado quedando satisfecho como he quedado con la mujer que había ahora en aquella cama? creo que ninguna, sabiendo que esa mujer iba a representar algo más que una noche loca con su cuerpo desnudo encima y debajo de mi, mientras la escuchaba gemir y gritar por el placer que yo le estaba dando, ya que tenía la sensación de que algo más nos tenía preparado el futuro, pero no sabia el que
Antes de marcharme de aquella habitación, me quedé por un momento en la puerta observándola por última vez, era una mujer bellísima, aún podía revivir en mi memoria cada centímetro de su piel y que toque con mis manos y mis labios, pero yo David O”Brien no se enamoraba me dijo a mi mismo. Antes de salir de aquella habitación, moví mi cabeza negativamente ante la idea que por un momento se me pasó por la cabeza, ¿atarme a aquella mujer? pero no, ese no era yo, yo no me puedo enamorar de nadie, me intento convencer a mi mismo.
Nada más llegar a mi empresa, entré en mi despacho sentándome en el sillón que había detrás de mi mesa, entrando de pronto mi asistente, dejándome encima de la mesa una serie de documentos que tenía que revisar para la supuesta reunión que tenía más tarde. Dejé el bolígrafo a un lado de mi mesa y apoyé mis codos encima, apretando con mis dedos el puente de mi nariz recordando a la mujer que la noche anterior me volvió loco en aquella cama. No puedo negar que lo pase muy bien con ella, pero sentía en mi cuerpo cansancio ya que no había dormido lo suficiente y ahora me sentía muy cansado. Mientras intentaba relajarme pensando en esa mujer, en cómo nos amamos, y como recorrimos nuestros cuerpos, centímetro a centímetro, besandonos, saboreando nuestros cuerpos con un deseo irrefrenable, escuche como de pronto abrieron la puerta de mi despacho, sabiendo que sería mi amigo Carlos, ya que era el único al que le permitía entrar de esa formaCuando por fin abrí los ojos, vi la sonrisa de mi am
CUATRO AÑOS DESPUESDespués de que mi padre y su esposa me echaran de su casa, mi mejor y única amiga y yo, nos marchamos de Nueva York a Seattle donde vivían los padres de mi amiga, Sara y Lucas acogiéndome ellos en su casa como si fuera una hija más, ya que me conocían desde que éramos muy pequeñas mi amiga y yo, además de que ellos eran amigos de mis padres cuando mi madre aún vivía, marchándome después con mi padre a vivir a Nueva York cuando por desgracia mi madre tuvo un accidente de tráfico que le costó la vida, casándose tiempo después mi padre con la arpía de esposa que tenia ahora. Cuando ya creía que mi vida estaba encauzada, ya que Aroa y yo conseguimos un trabajo en una pequeña empresa que nos contrató como ayudante de oficina a mi amiga y en el puesto de recepción en la empresa a mi y que aunque no ganábamos mucho, por lo menos yo no tenía que depender totalmente de los padres de mi amiga ya que a parte de mi amiga Aroa y yo las que vivíamos con los padres de Aroa, yo t
A la mañana siguiente cuando me desperté vi que todavía era muy temprano, estaba nerviosa y no pude dormir esa noche bien pensando en mi regreso a la gran ciudad, la que tuve que abandonar al ser repudiada por mi propio padre porque mi madrastra descubrió el dichoso palito rosa, donde estaban las dos rayitas rosas diciendome que un ser muy pequeño estaba creciendo dentro de mi vientre y no tardó mucho en decírselo a mi padre. Me levanté de la cama y me acerque hasta la cocina para tomarme una taza de café caliente, marchándome después hacia la terraza sentándome en uno de los sillones que allí habían. Me quedé mirando hacia el vacío de aquella preciosa noche pensando y temiendo en lo que me esperaría cuando volviera a Nueva York, haciéndome, varias preguntas mientras le daba un sorbo a mi taza de café y recostaba mi cabeza con los ojos cerrados en el respaldo de aquel cómodo sillón donde yo estaba sentada. ¿que pasaria cuando fuera a visitar a mi moribundo padre en el hospital?¿y cuan
Con nuestras maletas en nuestras manos y mi hija pequeña en mis brazos muy emocionada, nos marchamos de la terminal del aeropuerto de Nueva York, hacia la entrada para subirnos a un taxi que me llevara a mi primero hacia la clínica donde estaba mi padre ingresado, y así marcharse después mi amiga Aroa con mi hija hacia la gran manzana donde ya la esperaba la amiga de Sara, ya que cuando nos marchamos de su casa llamó a Keit la agente de la inmobiliaria y esperaba a mi amiga, para enseñar un piso que ya tenía preparado para que las tres nos acomodamos en el y darle las llaves del piso. Cuando el taxista paró en la misma entrada de la clínica, baje del coche muy nerviosa ya que no sabía que me iba a encontrar, pero pensando que debía de no importarme nada mi madrastra, ya que el que estaba muy mal era mi padre y hasta que se casó con esa malvada mujer, lo fui todo para el. Entré en la clínica y me dirigí hacia la recepción, donde pude darme cuenta que había una enfermera atendiendo a los
Un rato después ya me encontraba en el salón de nuestra casa, sentadas en el sofá mi amiga Aroa y yo, tomándonos un refresco, dándome tiempo a mi amiga para analizar lo que me había pasado en el aparcamiento con David.—- ¿Cómo he sido tan tonta y dejar que ese hombre me besara? allí mismo Aroa, en el aparcamiento, delante de todo el mundo — le dije a mi amiga, ya que mi hija estaba en su cuarto de juegos jugando con sus juguetes—- ¿Y qué te preocupa Keira? la culpable fue tu hermana, ahora que le den y si os ha visto mejor para ti, por su culpa estas en la situación en que te encuentras, por cierto mi madre me ha llamado mientras estabas fuera, mañana tengo una entrevista de trabajo — me dijo mi amiga—- No Aroa, si alguien tiene que trabajar aquí, soy yo, vosotros ya habéis hecho bastante por mi hija y por mí — respondí—- Eso lo tengo que decidir yo, ¿no te parece?, Cintia necesita a su madre más que a su madrina — me dijo mi amiga— Tenemos que ir a los colegios entonces, mi peq
Cuando baje del taxi que pedí en la misma puerta del edificio donde vivía con mi amiga, fui a entrar en la clínica pero me quedé por un momento paralizada al ver al padre de mi hija en el mismo hall, me fui corriendo hacia los ascensores para subir a la planta donde estaba mi padre, pero como si ese hombre me hubiera visto correr, me hizo que las palpitaciones de mi corazón fueran a más de mil por horas al ver como su mano paraba la puerta del ascensor que estaba ya apunto de cerrarse. Me quedé mirándolo de reojo pero pensando en, porque aquella aventura en aquel hotel, se convirtió en mi peor pesadilla cuando me enteré de que estaba embarazada de él y aunque en un primer momento no sabía como ponerme en contacto con ese hombre,por eso preferí elegir criar yo sola a mi bebe, lo que no me suponía era que al volver a la gran ciudad me encontraría con el padre de mi hija y de la forma más inesperada. Me quedé mirándolo dándome cuenta de que él parecía diferente aunque seguía estando tan
No me importaba si estaba lloviendo o hacia un sol abrasador, ya que me dolía la cabeza de tal forma que parecía que me iba a estallar en cualquier momento por no haber podido dormir bien en toda la noche, pensando en esa mujer, en la hermanastra de mi prometida, no cesaba de preguntarme dónde la había visto y estaba seguro de que no era una de esas mujeres que de vez en cuando me llevaba a un hotel para disfrutar del cuerpo de una mujer fácil, y si, yo soy un cabrón por acostarme con mujeres fáciles aun estando prometido con Melody, pero ahora no pensaba en ella ni en ninguna otra ya que mis pensamientos se desviaban a esa mujer que ayer bese en el aparcamiento de aquella clínica, el sabor de sus suaves labios, su sabor, me acordaba de haberlos probado antes, ¿pero donde?. Estaba en la cocina tomando una taza de café que era lo único que me podía despertar juntos a dos putas pastillas para el dolor de cabeza, cuando de pronto empecé a escuchar la melodía de mi móvil que estaba en el
Después de analizar los pros y los contras, Aroa no dejaba que me hundiera más de lo que ya estaba, ya que yo parecía que estaba como en una nube que no me dejaba ver con claridad.—- No se que narices voy a hacer Aroa — le comente— ¿Estás pensando en huir y volver a mi pueblo? —- me pregunto—- Ahora mismo no se que quiero, no estoy en condiciones para pensar que tengo que hacer — respondí—- ¿Por qué no hablas con David? dile que tiene una hija pero que no estás dispuesta a que te la quite, solo quieres de él, que te pase una manutención —- me dijo mi amiga—- ¿Qué? !!! ¿Te has vuelto loca? ¡¡¡ no puedo presentarme delante de él y de mi hermanastra y decirle que me dejo embaraza de una hija aquella noche, noooo —- conteste—- ¿Por qué no Keira? es su padre y tiene el deber de mantener a su propia hija — me dijo mi amiga—- No Aroa, no voy a permitir que ese hombre se meta en la vida de mi hija y la mía, no quiero tener nada que ver con el — respondi—- Eso ya es un poco tarde, ¿no