Nada más llegar a mi empresa, entré en mi despacho sentándome en el sillón que había detrás de mi mesa, entrando de pronto mi asistente, dejándome encima de la mesa una serie de documentos que tenía que revisar para la supuesta reunión que tenía más tarde. Dejé el bolígrafo a un lado de mi mesa y apoyé mis codos encima, apretando con mis dedos el puente de mi nariz recordando a la mujer que la noche anterior me volvió loco en aquella cama. No puedo negar que lo pase muy bien con ella, pero sentía en mi cuerpo cansancio ya que no había dormido lo suficiente y ahora me sentía muy cansado. Mientras intentaba relajarme pensando en esa mujer, en cómo nos amamos, y como recorrimos nuestros cuerpos, centímetro a centímetro, besandonos, saboreando nuestros cuerpos con un deseo irrefrenable, escuche como de pronto abrieron la puerta de mi despacho, sabiendo que sería mi amigo Carlos, ya que era el único al que le permitía entrar de esa forma
Cuando por fin abrí los ojos, vi la sonrisa de mi amigo dibujada en sus labios de su feo careto, mientras se sentaba en una de las sillas que había enfrente de mi mesa, cruzando sus brazos, temiendo que lo que seguía por su parte, era una especie de interrogatorio incesante
— Dime que hicistes anoche, dime que no te acostaste con esa mujer virgen — me interrogó
Yo sabia de que estaba hablando, pues anoche el hombre que intentó aprovecharse de aquella mujer, también era amigo nuestro y sabía que pronto se lo diría a Carlos
— ¿Qué es lo que se supone que he hecho? — pregunte, como si no supiera de qué me estaba hablando
— Vamos David, sabes muy bien de qué estoy hablando, anoche yo también estaba con vosotros en aquel club y se que te quedastes en aquel cuarto con aquella chica — me dijo viendo una pícara sonrisa en sus labios
— Ahora Jhon y tú ¿os dedicáis a espiar todo lo que hago? — le pregunté a mi amigo algo molesto por su comentario
— Mira David, no te voy a perdonar nunca que no me cuentes que paso después de marcharse Jhon de aquel cuarto, aunque sabes que me puedo enterar de todo por él, pero confío en que tú mismo me lo vas a contar — me dijo Carlos
— ¿Quieres una noticia en exclusiva? ¿Es eso lo que quieres que te diga? pues no tengo noticias que dar — respondí
— Ya y yo soy eunuco, ya que tienes en tu cara una sonrisa que parece que seas algo idiota — me dijo haciendo que sonriera aun mas
Sonreímos los dos ya que estaba claro que a Carlos no se lo podía ocultar por mucho tiempo, asi que me sente recto en mi asiento sin dejar de mirarnos mi amigo y yo, dejando que el lo dedujera por sí mismo, ya que Carlos me conocía muy bien
—- Joder, si que lo has echo, te has acostado con una virgen, que suerte que tienes David, y por favor si la vuelves a ver, preguntale si tiene a alguna amiga o conocida que tambien sea virgen, tiene que ser lo mas hacerlo con una mujer asi — me dijo Carlos, demasiado euforico
Sin dejar de mirarnos, me encogí de hombros, aunque en verdad no me sentía orgulloso por haberme acostado así de esa forma con aquella muchacha ya que sabía que estaba bastante bebida y esa no era mi manera de conquistar a una mujer para pasar una sola noche con ella. Pero si que aquella muchacha, me había llegado bastante a mi interior como para considerarla algo más que un simple divertimento y una simple conquista, ya que no podía dejar de pensar en ella desde que me marché de aquel hotel.
— ¿Cómo ha sido? ¿Fue buena en la cama?, cuenta algo que me tienes muy intrigado — me dijo
— ¿La verdad? — le dije sonriendo– ha sido la mejor noche que he pasado con una mujer, — respondí
— Venga David que somos mas que amigos, cuentame algo mas, me supongo que follar con una virgen tiene que ser lo más para una playboy como nosotros, pero quiero saber mas — me dijo mi amigo
— Ni hablar Carlos, no voy a decir nada más, solamente que ha dejado una buena huella en mi y ojala la volviera a ver otra vez — le dije queriendo terminar la conversación
—- Vamos David, siempre nos lo hemos contado todo, no vengas ahora haciéndote de vergonzoso, tu no eres asi
— Pues ahora mismo, lo soy, un caballero nunca habla mal ni cuenta cosas de una dama, así que no esperes que te diga nada mas — le respondi, cansado ya de sus emociones
— Venga por favor, ¿De dónde ha salido esa mujer? en la época que estamos, pocas mujeres son virgenes, además de que era demasiado guapa para ti — me dijo mi amigo
— Carlos ¿de verdad que lo quieres saber? — pregunte ya cansado por sus insistencias
— Por supuesto que sí, cuenta ya cabron
— Te va a dar mucha envidia, te lo advierto y no quiero perder a mi mejor amigo por eso — respondí
— No te preocupes por eso, creo que podré vivir con la culpa de que te he obligado a contarme cosas intimas de mi amigo
— Está bien, después de la reunión que tenemos, te invito a comer y te cuento todo lo que desees saber, ¿entendido? — le dije riéndome, al ver la cara de desilusión que tenía mi amigo Carlos
— Solo dime una cosa David ¿vas a volver a verla? — me pregunto
—- Si contrato un detective para buscarla y saber donde vive y quien es, no te digo que no, pero primero tendré que saber quien es, aunque no me parece muy buena idea volver a verla, — respondí muy serio
— Podemos ir al club donde la conocistes y preguntarle a los camareros, si es asidua seguramente ellos la conoceran — me dijo mi amigo, ayudandome para poder encontrar a la mujer que tan marcado me dejó, con solo una noche que pasamos juntos
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CUATRO AÑOS DESPUESDespués de que mi padre y su esposa me echaran de su casa, mi mejor y única amiga y yo, nos marchamos de Nueva York a Seattle donde vivían los padres de mi amiga, Sara y Lucas acogiéndome ellos en su casa como si fuera una hija más, ya que me conocían desde que éramos muy pequeñas mi amiga y yo, además de que ellos eran amigos de mis padres cuando mi madre aún vivía, marchándome después con mi padre a vivir a Nueva York cuando por desgracia mi madre tuvo un accidente de tráfico que le costó la vida, casándose tiempo después mi padre con la arpía de esposa que tenia ahora. Cuando ya creía que mi vida estaba encauzada, ya que Aroa y yo conseguimos un trabajo en una pequeña empresa que nos contrató como ayudante de oficina a mi amiga y en el puesto de recepción en la empresa a mi y que aunque no ganábamos mucho, por lo menos yo no tenía que depender totalmente de los padres de mi amiga ya que a parte de mi amiga Aroa y yo las que vivíamos con los padres de Aroa, yo t
A la mañana siguiente cuando me desperté vi que todavía era muy temprano, estaba nerviosa y no pude dormir esa noche bien pensando en mi regreso a la gran ciudad, la que tuve que abandonar al ser repudiada por mi propio padre porque mi madrastra descubrió el dichoso palito rosa, donde estaban las dos rayitas rosas diciendome que un ser muy pequeño estaba creciendo dentro de mi vientre y no tardó mucho en decírselo a mi padre. Me levanté de la cama y me acerque hasta la cocina para tomarme una taza de café caliente, marchándome después hacia la terraza sentándome en uno de los sillones que allí habían. Me quedé mirando hacia el vacío de aquella preciosa noche pensando y temiendo en lo que me esperaría cuando volviera a Nueva York, haciéndome, varias preguntas mientras le daba un sorbo a mi taza de café y recostaba mi cabeza con los ojos cerrados en el respaldo de aquel cómodo sillón donde yo estaba sentada. ¿que pasaria cuando fuera a visitar a mi moribundo padre en el hospital?¿y cuan
Con nuestras maletas en nuestras manos y mi hija pequeña en mis brazos muy emocionada, nos marchamos de la terminal del aeropuerto de Nueva York, hacia la entrada para subirnos a un taxi que me llevara a mi primero hacia la clínica donde estaba mi padre ingresado, y así marcharse después mi amiga Aroa con mi hija hacia la gran manzana donde ya la esperaba la amiga de Sara, ya que cuando nos marchamos de su casa llamó a Keit la agente de la inmobiliaria y esperaba a mi amiga, para enseñar un piso que ya tenía preparado para que las tres nos acomodamos en el y darle las llaves del piso. Cuando el taxista paró en la misma entrada de la clínica, baje del coche muy nerviosa ya que no sabía que me iba a encontrar, pero pensando que debía de no importarme nada mi madrastra, ya que el que estaba muy mal era mi padre y hasta que se casó con esa malvada mujer, lo fui todo para el. Entré en la clínica y me dirigí hacia la recepción, donde pude darme cuenta que había una enfermera atendiendo a los
Un rato después ya me encontraba en el salón de nuestra casa, sentadas en el sofá mi amiga Aroa y yo, tomándonos un refresco, dándome tiempo a mi amiga para analizar lo que me había pasado en el aparcamiento con David.—- ¿Cómo he sido tan tonta y dejar que ese hombre me besara? allí mismo Aroa, en el aparcamiento, delante de todo el mundo — le dije a mi amiga, ya que mi hija estaba en su cuarto de juegos jugando con sus juguetes—- ¿Y qué te preocupa Keira? la culpable fue tu hermana, ahora que le den y si os ha visto mejor para ti, por su culpa estas en la situación en que te encuentras, por cierto mi madre me ha llamado mientras estabas fuera, mañana tengo una entrevista de trabajo — me dijo mi amiga—- No Aroa, si alguien tiene que trabajar aquí, soy yo, vosotros ya habéis hecho bastante por mi hija y por mí — respondí—- Eso lo tengo que decidir yo, ¿no te parece?, Cintia necesita a su madre más que a su madrina — me dijo mi amiga— Tenemos que ir a los colegios entonces, mi peq
Cuando baje del taxi que pedí en la misma puerta del edificio donde vivía con mi amiga, fui a entrar en la clínica pero me quedé por un momento paralizada al ver al padre de mi hija en el mismo hall, me fui corriendo hacia los ascensores para subir a la planta donde estaba mi padre, pero como si ese hombre me hubiera visto correr, me hizo que las palpitaciones de mi corazón fueran a más de mil por horas al ver como su mano paraba la puerta del ascensor que estaba ya apunto de cerrarse. Me quedé mirándolo de reojo pero pensando en, porque aquella aventura en aquel hotel, se convirtió en mi peor pesadilla cuando me enteré de que estaba embarazada de él y aunque en un primer momento no sabía como ponerme en contacto con ese hombre,por eso preferí elegir criar yo sola a mi bebe, lo que no me suponía era que al volver a la gran ciudad me encontraría con el padre de mi hija y de la forma más inesperada. Me quedé mirándolo dándome cuenta de que él parecía diferente aunque seguía estando tan
No me importaba si estaba lloviendo o hacia un sol abrasador, ya que me dolía la cabeza de tal forma que parecía que me iba a estallar en cualquier momento por no haber podido dormir bien en toda la noche, pensando en esa mujer, en la hermanastra de mi prometida, no cesaba de preguntarme dónde la había visto y estaba seguro de que no era una de esas mujeres que de vez en cuando me llevaba a un hotel para disfrutar del cuerpo de una mujer fácil, y si, yo soy un cabrón por acostarme con mujeres fáciles aun estando prometido con Melody, pero ahora no pensaba en ella ni en ninguna otra ya que mis pensamientos se desviaban a esa mujer que ayer bese en el aparcamiento de aquella clínica, el sabor de sus suaves labios, su sabor, me acordaba de haberlos probado antes, ¿pero donde?. Estaba en la cocina tomando una taza de café que era lo único que me podía despertar juntos a dos putas pastillas para el dolor de cabeza, cuando de pronto empecé a escuchar la melodía de mi móvil que estaba en el
Después de analizar los pros y los contras, Aroa no dejaba que me hundiera más de lo que ya estaba, ya que yo parecía que estaba como en una nube que no me dejaba ver con claridad.—- No se que narices voy a hacer Aroa — le comente— ¿Estás pensando en huir y volver a mi pueblo? —- me pregunto—- Ahora mismo no se que quiero, no estoy en condiciones para pensar que tengo que hacer — respondí—- ¿Por qué no hablas con David? dile que tiene una hija pero que no estás dispuesta a que te la quite, solo quieres de él, que te pase una manutención —- me dijo mi amiga—- ¿Qué? !!! ¿Te has vuelto loca? ¡¡¡ no puedo presentarme delante de él y de mi hermanastra y decirle que me dejo embaraza de una hija aquella noche, noooo —- conteste—- ¿Por qué no Keira? es su padre y tiene el deber de mantener a su propia hija — me dijo mi amiga—- No Aroa, no voy a permitir que ese hombre se meta en la vida de mi hija y la mía, no quiero tener nada que ver con el — respondi—- Eso ya es un poco tarde, ¿no
Me levante seguidamente de la cama y entre en el cuarto de baño para ducharme, cuando termine volvi a mi dormitorio, me vestí con un traje chaqueta recogiendo mi pelo en una cola después, cogí mi teléfono de la mesita marchándome de mi dormitorio hacia la cocina para poder tomarme una taza de café, viendo a mi amiga sentada en la silla que había en la isla de la cocina, con una taza de café entre sus manos.—- Buenos días Aroa — le dije, dándole un beso en su mejilla— Buenos días Keira, ¿estás nerviosa por la entrevista? — me pregunto— No estoy tranquila, pero tengo que superar la prueba, necesito este trabajo — respondí— Lo conseguirás, solo tienes que creertelo, veras como te darán el trabajo — me comentó— No se Aroa, ahora mismo estoy algo verde para el puesto, hace tiempo que me saque el titulo y solo hice solo unos meses de prácticas — le dije, viendo una pequeña sonrisa en los labios de mi amiga— ¿Y qué? tienes que tener confianza en ti, verás como estás preparada — Estoy