Diez días.Fue exactamente el tiempo que demoró la coronación de Hasan Nhasir como próximo rey de Arabia, y diez días estuvieron Karim y Rose bronceándose en el Caribe, alejados de todos porque no querían que a nadie, menos a los enemigos de la corona, se les ocurriera la brillante idea de volverlo a buscar.Y en ese tiempo Karim escuchó noticias que no esperaba, como el hecho de que la verdadera muerte de Abdel Nhasir había sido muy distinta a la que pensaban, y la septicemia no le había llegado por la apendicitis, sino por una herida abierta que se había infectado en uno de los calabozos.Karim no tenía idea de cómo o por qué Abdel Nhasir había terminado en los calabozos, herido, pero estaba seguro de que su madre y él no habían sido las únicas personas a las que había lastimado; y si Hasan había decidido tomar venganza, entonces él no era nadie para cuestionarlo.Sobre Ibrahim y el resto de los Jefes de las Doce Tribus, habías sido juzgados y ejecutados por traición a la corona, y
—Estás jodido, Hasan. No debiste ponerle en las manos el palo de criquet, y menso con autorización para pegarte —se rio Karim. —Estamos jodidos, hermanito —advirtió Hasan con una sonrisa—. Está en plural: "Sus Majestades" y por si se te olvidó, tú también eres Su Majestad ahora. Silencio en la sala... —Corre por tu vida. Fue lo único que alcanzó a decir Karim antes de salir corriendo hacia el pasillo y Hasan lo siguió a la misma velocidad. Y si nadie había visto a dos príncipes adultos derrapando por una esquina para escapar de una loca con un palo de criquet, bueno... para todo hay una primera vez. Sin embargo a pesar de las risas y las burlas, Karim sabía muy bien que a su pequeña tormenta nadie la podía obligar a hacer lo que no quería, así que tenía que ponerse extra romántico y muy sexy para que aquella propuesta de matrimonio fuera la mejor de todas. —Te noto preocupado —le dijo Hasan pocas horas después, mientras lo veía mirar al edificio frente a él con el ceño fruncido.
Hasan había propuesto una boda según la tradición occidental, pero Rose y Karim habían decidido seguir las tradiciones de aquel país en lo referente a la ceremonia así que el rey casi había moqueado de la emoción. Además las chicas estaban en las nubes con sus vestidos y Kainn y Moe aseguraban que los turbantes les quitaban años de encima.—¡Estoy listo, más que listo! —aseguró Karim.—No te preocupes, tengo todo cubierto, las salidas están cerradas, Rose no podrá escapar —le aseguró Massimo y tanto él como Hasan rieron—. Los dramas del día se resumen a mi padre correteando al cocinero por la receta del pastel, Faith y Charlie buscando lugares exóticos donde hacer a su cría, y tu hermana peleándose con medio Parlamento porque quiere abrir pozos de agua en no sé qué parte del desierto.Karim puso los ojos en blanco porque Giulia siempre tenía una causa por la que luchar y respiró profundo levantando un par de pulgares hacia Hasan.—Tranquilo, hermanito, lo tengo todo cubierto —aseguró
Tres años después.Rose sintió un peso en su pecho mientras se paraba frente al auditorio abarrotado. Las luces de los reflectores la envolvieron como un abrazo cálido que destacaba su presencia. La mayoría de los presentes habían sido sus profesores en la universidad, actores importantes o estrellas en ascenso en la industria del cine que había acudido a ver su primer cortometraje.Lentamente, el público comenzó a aplaudir, cada vez más fuerte, y Rose sintió un alivio como pocas veces había conocido, sin imaginar todavía que aquel sería uno de sus trabajos más exitosos en su carrera como productora de cine.Observó hacia atrás y vio a sus padres, a su hermano, tíos, primos, nadie se había perdido aquel evento y ella sintió que las lágrimas le subían a los ojos de la emoción. Agradeció a todos por acompañarla y sus ojos se posaron en Karim, que parecía más emocionado que nunca, aplaudiendo como loco.Los últimos meses habían sido tan difíciles para ella, pero él había estado ahí en ca
SINOPSIS.No hay nadie más dulce que Grace Black, ni más sobreprotector que Michael Parker. Aunque no están relacionados por la sangre, han crecido toda su vida viéndose como primos. Para ella Mitch es la encarnación del hermano amable y severo. Para él, Grace es la gemela dulce y noble que no rompe un plato.El problema es que la juventud trae aventuras nuevas que los separan, y reencontrarse como adultos puede hacer que se rompa toda la vajilla de una vez. Siguen siendo parte de la misma familia, una que ya está en suficiente conflicto como para agregarle un nuevo drama, pero el que hay entre ellos es un poco difícil de negar.Él sigue siendo su dragoncito, y quizás por una vez, por una sola vez, Grace no está dispuesta a seguir siendo la niña buena que acepta todos los sacrificios en silencio. ¿Podrá lograr que Mitch acepte lo que siente por ella, o tendrá que conformarse toda la vida con seguir siendo solo su Muñequita?PREFACIOMichael tenía una vida jodidamente despreocupada, er
—¡...O te puede pasar algo desagradable, como yo, por ejemplo!A ver, que Michael Parker tenía algunos problemillas de control de ira que no había logrado resolver del todo... eso era cierto. A fin de cuentas su padre lo había secuestrado siendo un niño y había visto toda clase de horrores, así que era muy difícil que toda aquella rabia que normalmente controlaba muy bien, no se le saliera hasta por los poros cuando escuchaba que alguien estaba tocando a Grace contra su voluntad.Ella ni siquiera tuvo tiempo te terminar la amenaza. Mano de Mitch se cerró sobre la muñeca de aquel chico, que tenía un incómodo brazo sobre los hombros de la muchacha, y la apretó tan fuerte que lo hizo levantarse en el acto entre un montón de "ayes", quejas y gimoteos.—¿No te dijo que le quitaras las manos de encima? ¿Qué parte no se le entendió?Grace se levantó, abriendo mucho los ojos porque la verdad era que no tenía ni la más mínima idea de que Mitch estaba allí, mucho menos de que podía hacer algo c
Terminó de arreglarse y se miró al espejo diez veces antes de salir. No era un hombre vanidoso, pero no sabía por qué, necesitaba mostrar su mejor cara. Se acomodó el cabello del lado derecho de su cabeza hacia atrás. Tenía el cabello pasado de largo así que le cubría bien el tatuaje pero ya le quedaba demasiado incómodo. Se subió a su camioneta y poco después pasaba por la mansión Black a recoger a Grace. Por supuesto sus tíos no lo dejaron ir sin desayunar como un rey, y finalmente él y Grace tuvieron que escaparse o de lo contrario también les darían merienda, almuerzo y cena. —¿Lista, muñequita? —preguntó con una sonrisa suave, acomodándole aquella gorra de beisbol que llevaba. —Lista, dragoncito. Vamos a la pelea. Ya había visto una serie de departamentos y los agentes inmobiliarios estaban esperándolos para mostrárselos. Se dirigieron al primero de la lista. El edificio estaba situado en el corazón de la ciudad, pero era demasiado vintage para el gusto de Mitch. Las ventanas
Cuatro horas más tarde, en la recepción del hotel, Mitch intentaba contener la risa mientras veía el ojo morado de Charlie que obviamente le había hecho Faith.—¡Es que ni te voy a preguntar de dónde salió ese puñetazo! Pero ¿te lo merecías? —preguntó.—Sí, supongo que sí.—Pues entonces supéralo y vamos a divertirnos esta noche. Las fiestas de fraternidad en Harvard eran épicas, veremos si los estirados de Oxford las pueden igualar.—¿Estás loco? ¡Nada de épicas! ¡Vamos con las gemelas! ¡Son...!Michael se estremeció solo de pensarlo.—¡Por Cristo no digas "niñas" que ya todos pasamos de los veinte! —rezongó con incomodidad porque por más que intentara ver a Grace como la niña que era, ya no lo conseguía y eso lo estaba volviendo loco—. Las gemelas están creciditas y te apuesto a que ellas saben divertirse muy bien... Bueno Faith, porque Grace sigue siendo un angelito de Dios —murmuró recordando sus trenzas y sus tenis y aquel overolcito de mezclilla que le había puesto el corazón a