Una de las cosas que le encantaba a Hunt de Abby, eran sus faldas de media pierna o hasta su rodilla. La que llevaba ahora, tenía una hendidura hasta su muslo y eso solo alimentó su deseo por pasar sus dedos y subirla.
Sin preguntarle tomó a la chica en sus brazos y la subió al escritorio. La puerta estaba cerrada y los vidrios estaban opacos, pero sabía que la puerta no tenía seguro y eso aumentó más su adrenalina. Pudo ver que los ojos de Abby estaban muy abiertos, no estaba segura si estaría bien que actuaran de esa forma. Pero él ya no podía con la angustia que lo estaba matando; necesitaba de ella, necesitaba besarla, necesitaba hacerle el amor todas las veces que pudiera.
Sin esperar una respuesta de Abby, pasó sus manos por su falda y la subió hasta que tocó sus suaves bragas. La chica lo abrazó de inmediato, y luego llevó sus labios al c
Abigail deslizó la mirada e hizo una seña imperceptible para que guardara la calma, entonces tomó el brazo de Marshal y comenzó a caminar.—Ven, vamos a la terraza…—No —Ambos se dieron vuelta al escuchar la voz de Hunt—. Quédense aquí en la oficina, yo iré a fuera.La chica podía ver que Dominic estaba furioso, y su mandíbula apretaba solo le dejaba claro que debía respirar aire fresco, o si no, le caería encima a su marido. Ella asintió, esperando verlo caminar para salir, pero sabía que nada bueno saldría de un momento como este.—Señor Hunt —la voz de Marshal sonó más fuerte de lo necesario, Dominic se frenó, y ella bajó la cabeza rogando que esto terminara—. No sé si, Abby le hizo la invitación, pero ya que usted es nuestro salvador en los nego
Lentamente se levantó en el asiento mientras su estómago se revolvió. Todo dentro de él se desestabilizó, y ni siquiera supo por qué su cuerpo entero ahora estaba sudando. La respiración estaba descontrolada, Abby no sabía con qué clase de persona compartía su casa, ella literalmente vivía con el peligro atentando contra su cuello.Dio largas zancadas hacia el jardín de la casa, corrió la puerta hacia un lado y tomó el aire posible para que sus pulmones dejaran de quemarle.Después de unos minutos, una mano apretó su hombro, y luego vio que Jacob se puso a su lado.—Te dije que era un asunto complicado, Dom… ahora te encuentras liado con ese enfermo de mierda.—Eso ya no importa Jacob, ahora es imposible que me aparte de Abigail, y con esto no estoy diciendo que es solo por el asunto de ese hombre —Hunt se
—Creo que no es tonto —comenzó a decir Jacob, mientras caminaba con Dominic—. Estoy seguro de que solo hace que no presiente nada. Cualquiera que los ve a ustedes dos, saca las mismas conclusiones. Es imposible que alguien no se dé cuenta.—¡Me importa una mierda! Solo estoy aquí por Abby.Dominic vio como su amigo se restregó la cara.—No puedo entenderte, no sé qué resultará de todo esto. Pero quisiera saber ¿Por qué lo haces?—No estoy enamorado de ella Jacob. Así que no escucharás que te lo diga, sabes que después de Karen, estoy cauterizado. No confío en nadie más para amar, y nunca lo haré. Abby me gusta y…—¿Estás escuchándote? —Jacob refutó interrumpiéndolo y tomando el brazo de Dominic, para llevarlo a un sitio aislado—. &
Después de que Abigail se cercioró de dejar todo en su lugar, tomó las hojas que había copiado y cerró la puerta, mientras se secaba las lágrimas con el dorso de su mano. Buscó sus cosas en el sofá y luego decidió salir en definitiva de la casa de sus padres.Sus pasos eran lentos. Sentía kilos de peso en cada pierna al ir en dirección de la camioneta, donde Tom la esperaba, y para decir verdad, no sabía a donde ir ahora.De forma silenciosa entró al auto y le ordenó a Tom volver a su casa. Era la única parte donde podía leer todo con calma, además porque estaba segura de que Marshal no iría en todo el día, y porque necesitaba resguardar esos documentos, donde solo ella supiera su paradero.Una vez que llegó, fue de inmediato a la habitación y pasó el cerrojo de su puerta, mientras dej&oa
El aliento de Abby en su oído, más sus palabras cargadas de deseo y de euforia, solo hicieron que se volviera loco. Sí, la ira se lo estaba consumiendo, pero también debía aceptar que todo el deseo y los sentimientos mezclados, habían hecho que se cegara por poseerla, y por llenar cada centímetro de Abigail de su propio cuerpo. Deseaba impregnarse en ella, necesitaba marcar su piel y que, de alguna forma, más nunca alguien pudiera tocar lo que ya era suyo.Dominic comenzó a besarla frenéticamente, y en cuestión de segundos, cambió de posición, colocando a Abby debajo de su cuerpo. Quitó su blusa y comenzó a bajar su falda sin dejar de tocar su piel de forma insistente. Sus toques no eran suaves, eran más bien muy exigentes, rastrillaba su piel con la yema de los dedos, y podía sentir que ella hacia lo mismo con él.C
Los ojos de Abby parpadearon varias veces, cuando escuchó su reloj digital titilar vez tras vez, indicándole que debía levantarse para enfrentar lo que estaba por venir.Lentamente se sentó en la cama y restregó sus ojos, para visualizar cómo había dejado todas las bolsas de compras en el suelo, y en como su habitación estaba hecha un desastre.Después de que se dio un baño largo, y secó su pelo, revisó algunas de las bolsas y sacó un vestido lino color hueso que tenía botones a los lados. No era una vestimenta formal, de hecho, cuando se lo vio puesto en el espejo, evidenció que la prenda la hacía lucir joven y fresca, ni siquiera era algo que debía ser presentado en una reunión de negocios, pero dándose la vuelta, y viendo que se ceñía a su cuerpo y el corte de los hombros era manga sisa, Abby sintió q
El cuerpo de Dominic estaba vibrando en este momento, en solo minutos daría un anuncio que, a decir verdad, ni siquiera sabía cómo iba a tomarlo Abigail. Entonces pasó la mirada por su amigo Jacob, quien sabía con exactitud en qué estuvieron trabajando toda la semana, y aunque en muchos momentos no estuvo de acuerdo, allí se había quedado apoyándolo, en todo lo que él quería hacer.No pudo evitar soltar una risa que reprimió en su boca, mientras veía como el hombre negaba queriendo matarlo por la cantidad de dinero que habían perdido. Pero ese era su juego, si no colocaba esas sumas de dinero en el negocio, Marshal nunca aceptaría el trato con las personas con las que había pactado. Y para él era muy importante que el hombre, se quedara aquí, y aceptara a como dé lugar ese negocio. Nada podía salir mal.Hunt
Después de unos segundos de penumbra, la voz de Ezra cortó con un silencio que estaba siendo demasiado largo para todos.—No creo que tengas problema de acompañar a tu esposa, Marshal.El hombre se giró con el rostro muy tenso y su cuerpo a punto de estallar, luego se limpió la frente, pasando los ojos a todas las direcciones sin mirar a alguien en particular.—No puedo… —su voz salió en forma de susurro, pero la acentuó tanto que la piel de Abigail se estremeció mientras dio un giro inesperado.No pudo evitar pensar ¿qué estaba ocurriendo para que Marshal se negara a esto?, su confusión estaba matándola al punto de llevar sus ojos insistentes hacia el lugar de Dominic, y solo en ese entonces, él correspondió su gesto.Su rostro estaba sereno y feliz, Hunt soltó el aire, y Abby vio como miró