Abby pasó un trago forzado, si él decidía presionar más la lastimaría. Así que hizo un esfuerzo por tratar de no conmocionarse con su amenaza. Necesitaba comenzar a demostrarle a su marido que ella no tenía miedo de él.
—Buenos días, Marshal.
Emma llegó con los platos, y obligatoriamente ellos tuvieron que retirar sus manos.
—Puedes retirarte Emma —Anunció el hombre mientras que la mujer dudó por un momento.
—Si señor… —respondió por fin y se fue del lugar.
Abby bajó la mirada mientras el aire salía de ella.
“No tengas miedo”
Su rostro se alzó y luego tomó el vaso de jugo que estaba en su frente.
—Anoche dejamos nuestra conversación incompleta…
El rostro de la chica se giró mientras le enviaba una mi
La chica no entendía cómo estaba ahora encima de la cama, una gran cama, con Dominic encima de ella, agitando su cuerpo de forma demoledora por todo su cuerpo. Realmente no tenía ningún raciocinio, nada podía compararse ahora con lo que estaba dominándola, solo quería explotar todo lo que cada parte de su cuerpo exigía, es como si estuviese desesperada por una saciedad, una a la que nunca le hizo caso.Entonces la realidad la golpeó cuando vio que su vestido ahora estaba en manos de Dominic, y que él estaba haciendo un stop de unos segundos, muy largos para ella, para observarla en ropa interior.El cuerpo de Abby comenzó a temblar, por nervios, por anticipación, porque ahora mismo los ojos de Hunt la recorrían, como si fuese un depredador que estaba a punto de cazar. Ella misma bajó su propia mirada, y detalló la ropa interior que sin cuidado eligi&oa
Abby estaba tecleando en su computadora, mientras de vez en cuando levantaba la mirada hacia Dominic que estaba a unos siete metros de ella, revisando una por una las carpetas que Jacob le estaba pasando para firmar. Junto a ellos, por supuesto estaba Stephanie, dándole un informe completo de todos los asuntos terminados que tenía su empresa. Abby estaba escuchando incluso fondos que a ella no le competían, negocios de Hunt que estaban fuera de la firma de su padre, y que por lo que escuchaba, estaban yendo muy bien.Los ojos de Dominic se alzaron tomándola desprevenida, y conectando la mirada con la de ella en cuestión de segundos. Abby sintió como el calor golpeó su cuerpo y quitó la mirada rápidamente, para continuar con el informe que estaba redactando para él.Habían pasado cinco días desde que estuvieron en su hotel. Parecía que cada vez que abría los o
Una de las cosas que le encantaba a Hunt de Abby, eran sus faldas de media pierna o hasta su rodilla. La que llevaba ahora, tenía una hendidura hasta su muslo y eso solo alimentó su deseo por pasar sus dedos y subirla.Sin preguntarle tomó a la chica en sus brazos y la subió al escritorio. La puerta estaba cerrada y los vidrios estaban opacos, pero sabía que la puerta no tenía seguro y eso aumentó más su adrenalina. Pudo ver que los ojos de Abby estaban muy abiertos, no estaba segura si estaría bien que actuaran de esa forma. Pero él ya no podía con la angustia que lo estaba matando; necesitaba de ella, necesitaba besarla, necesitaba hacerle el amor todas las veces que pudiera.Sin esperar una respuesta de Abby, pasó sus manos por su falda y la subió hasta que tocó sus suaves bragas. La chica lo abrazó de inmediato, y luego llevó sus labios al c
Abigail deslizó la mirada e hizo una seña imperceptible para que guardara la calma, entonces tomó el brazo de Marshal y comenzó a caminar.—Ven, vamos a la terraza…—No —Ambos se dieron vuelta al escuchar la voz de Hunt—. Quédense aquí en la oficina, yo iré a fuera.La chica podía ver que Dominic estaba furioso, y su mandíbula apretaba solo le dejaba claro que debía respirar aire fresco, o si no, le caería encima a su marido. Ella asintió, esperando verlo caminar para salir, pero sabía que nada bueno saldría de un momento como este.—Señor Hunt —la voz de Marshal sonó más fuerte de lo necesario, Dominic se frenó, y ella bajó la cabeza rogando que esto terminara—. No sé si, Abby le hizo la invitación, pero ya que usted es nuestro salvador en los nego
Lentamente se levantó en el asiento mientras su estómago se revolvió. Todo dentro de él se desestabilizó, y ni siquiera supo por qué su cuerpo entero ahora estaba sudando. La respiración estaba descontrolada, Abby no sabía con qué clase de persona compartía su casa, ella literalmente vivía con el peligro atentando contra su cuello.Dio largas zancadas hacia el jardín de la casa, corrió la puerta hacia un lado y tomó el aire posible para que sus pulmones dejaran de quemarle.Después de unos minutos, una mano apretó su hombro, y luego vio que Jacob se puso a su lado.—Te dije que era un asunto complicado, Dom… ahora te encuentras liado con ese enfermo de mierda.—Eso ya no importa Jacob, ahora es imposible que me aparte de Abigail, y con esto no estoy diciendo que es solo por el asunto de ese hombre —Hunt se
—Creo que no es tonto —comenzó a decir Jacob, mientras caminaba con Dominic—. Estoy seguro de que solo hace que no presiente nada. Cualquiera que los ve a ustedes dos, saca las mismas conclusiones. Es imposible que alguien no se dé cuenta.—¡Me importa una mierda! Solo estoy aquí por Abby.Dominic vio como su amigo se restregó la cara.—No puedo entenderte, no sé qué resultará de todo esto. Pero quisiera saber ¿Por qué lo haces?—No estoy enamorado de ella Jacob. Así que no escucharás que te lo diga, sabes que después de Karen, estoy cauterizado. No confío en nadie más para amar, y nunca lo haré. Abby me gusta y…—¿Estás escuchándote? —Jacob refutó interrumpiéndolo y tomando el brazo de Dominic, para llevarlo a un sitio aislado—. &
Después de que Abigail se cercioró de dejar todo en su lugar, tomó las hojas que había copiado y cerró la puerta, mientras se secaba las lágrimas con el dorso de su mano. Buscó sus cosas en el sofá y luego decidió salir en definitiva de la casa de sus padres.Sus pasos eran lentos. Sentía kilos de peso en cada pierna al ir en dirección de la camioneta, donde Tom la esperaba, y para decir verdad, no sabía a donde ir ahora.De forma silenciosa entró al auto y le ordenó a Tom volver a su casa. Era la única parte donde podía leer todo con calma, además porque estaba segura de que Marshal no iría en todo el día, y porque necesitaba resguardar esos documentos, donde solo ella supiera su paradero.Una vez que llegó, fue de inmediato a la habitación y pasó el cerrojo de su puerta, mientras dej&oa
El aliento de Abby en su oído, más sus palabras cargadas de deseo y de euforia, solo hicieron que se volviera loco. Sí, la ira se lo estaba consumiendo, pero también debía aceptar que todo el deseo y los sentimientos mezclados, habían hecho que se cegara por poseerla, y por llenar cada centímetro de Abigail de su propio cuerpo. Deseaba impregnarse en ella, necesitaba marcar su piel y que, de alguna forma, más nunca alguien pudiera tocar lo que ya era suyo.Dominic comenzó a besarla frenéticamente, y en cuestión de segundos, cambió de posición, colocando a Abby debajo de su cuerpo. Quitó su blusa y comenzó a bajar su falda sin dejar de tocar su piel de forma insistente. Sus toques no eran suaves, eran más bien muy exigentes, rastrillaba su piel con la yema de los dedos, y podía sentir que ella hacia lo mismo con él.C