Dominic dejó el vaso en la mesa y fue directo para abrir. Su amigo estaba de pie con los brazos cruzados y sin decir una palabra, caminó metiéndose en su suite y fue a servirse un trago.
—¿Quieres algo de comer? —preguntó Hunt cuando vio que se llenó el vaso de licor.
Pero su amigo negó y luego se fue a recostar tomando un largo sorbo.
—Después de una mentada de madre, pude hablar civilizadamente con Connor…
Dominic sonrió y luego se sentó frente a su amigo.
—Sabes que la mereces…
—Kamil nunca dijo que estaba saliendo con Connor, ella fue la que jodió todo.
—Sabes que Connor no puede decir que sale con nadie, puede poner en peligro todo lo que esté junto a él.
Jacob subió sus hombros.
—Pues no soy adivino. Además, le hice un favor, allí ella
Hunt no pudo dejar de mirarla. Allí estaba ella de pie, con un sin fin de problemas, decidida a meterse en otro, solo por salvaguardar la integridad de una persona que apenas conocía.Tenía preparada una mesa para comer junto a ella, hablar de lo que se viniera en gana, y relajarse un poco en su compañía. Pero la palabra “tranquilidad” definitivamente no lo estaba describiendo ahora.Las palmas de sus manos literalmente le picaban. Su cuerpo estaba a punto de estallar con todas las sensaciones que ella misma le había insertado con esas palabras, y lo que más deseaba hacer, era comérsela ahora mismo.Dominic vio que la chica iba a hablar de nuevo, entonces tomó su cuello, metió los dedos en su cabello y la unió a su boca con desesperación. Abby se aferró a sus brazos mientras le daba la entrada a su boca. Podía sentir la calidez y a
Tom se despidió de Abby y ella no esperó ver qué cara podía tener. Caminó rápido a su casa viendo que habían pasado muy rápido las horas sin haberse dado cuenta, que, de seguro, Marshal ya estaría en casa.Abrió la puerta con un poco de nervios, su plan era encerrarse en su cuarto e irse mañana por la mañana a la casa de su padre, como todos los domingos. Evitaría todo lo que pudiera a Marshal, sin embargo, cuando cerró su puerta todo su plan se vino abajo.En la mesa principal estaban Cedric y Ada Hayes, los padres de Marshal, por supuesto con su hijo teniendo una conversación ligera. Todos hicieron silencio cuando la vieron aparecer, y su cuerpo sintió un fuerte rechazo cuando su esposo se levantó, y fue rápidamente hacia su lugar.—Cariño… —la voz de Marshal salió tan cínica que ell
Abby pasó un trago forzado, si él decidía presionar más la lastimaría. Así que hizo un esfuerzo por tratar de no conmocionarse con su amenaza. Necesitaba comenzar a demostrarle a su marido que ella no tenía miedo de él.—Buenos días, Marshal.Emma llegó con los platos, y obligatoriamente ellos tuvieron que retirar sus manos.—Puedes retirarte Emma —Anunció el hombre mientras que la mujer dudó por un momento.—Si señor… —respondió por fin y se fue del lugar.Abby bajó la mirada mientras el aire salía de ella.“No tengas miedo”Su rostro se alzó y luego tomó el vaso de jugo que estaba en su frente.—Anoche dejamos nuestra conversación incompleta…El rostro de la chica se giró mientras le enviaba una mi
La chica no entendía cómo estaba ahora encima de la cama, una gran cama, con Dominic encima de ella, agitando su cuerpo de forma demoledora por todo su cuerpo. Realmente no tenía ningún raciocinio, nada podía compararse ahora con lo que estaba dominándola, solo quería explotar todo lo que cada parte de su cuerpo exigía, es como si estuviese desesperada por una saciedad, una a la que nunca le hizo caso.Entonces la realidad la golpeó cuando vio que su vestido ahora estaba en manos de Dominic, y que él estaba haciendo un stop de unos segundos, muy largos para ella, para observarla en ropa interior.El cuerpo de Abby comenzó a temblar, por nervios, por anticipación, porque ahora mismo los ojos de Hunt la recorrían, como si fuese un depredador que estaba a punto de cazar. Ella misma bajó su propia mirada, y detalló la ropa interior que sin cuidado eligi&oa
Abby estaba tecleando en su computadora, mientras de vez en cuando levantaba la mirada hacia Dominic que estaba a unos siete metros de ella, revisando una por una las carpetas que Jacob le estaba pasando para firmar. Junto a ellos, por supuesto estaba Stephanie, dándole un informe completo de todos los asuntos terminados que tenía su empresa. Abby estaba escuchando incluso fondos que a ella no le competían, negocios de Hunt que estaban fuera de la firma de su padre, y que por lo que escuchaba, estaban yendo muy bien.Los ojos de Dominic se alzaron tomándola desprevenida, y conectando la mirada con la de ella en cuestión de segundos. Abby sintió como el calor golpeó su cuerpo y quitó la mirada rápidamente, para continuar con el informe que estaba redactando para él.Habían pasado cinco días desde que estuvieron en su hotel. Parecía que cada vez que abría los o
Una de las cosas que le encantaba a Hunt de Abby, eran sus faldas de media pierna o hasta su rodilla. La que llevaba ahora, tenía una hendidura hasta su muslo y eso solo alimentó su deseo por pasar sus dedos y subirla.Sin preguntarle tomó a la chica en sus brazos y la subió al escritorio. La puerta estaba cerrada y los vidrios estaban opacos, pero sabía que la puerta no tenía seguro y eso aumentó más su adrenalina. Pudo ver que los ojos de Abby estaban muy abiertos, no estaba segura si estaría bien que actuaran de esa forma. Pero él ya no podía con la angustia que lo estaba matando; necesitaba de ella, necesitaba besarla, necesitaba hacerle el amor todas las veces que pudiera.Sin esperar una respuesta de Abby, pasó sus manos por su falda y la subió hasta que tocó sus suaves bragas. La chica lo abrazó de inmediato, y luego llevó sus labios al c
Abigail deslizó la mirada e hizo una seña imperceptible para que guardara la calma, entonces tomó el brazo de Marshal y comenzó a caminar.—Ven, vamos a la terraza…—No —Ambos se dieron vuelta al escuchar la voz de Hunt—. Quédense aquí en la oficina, yo iré a fuera.La chica podía ver que Dominic estaba furioso, y su mandíbula apretaba solo le dejaba claro que debía respirar aire fresco, o si no, le caería encima a su marido. Ella asintió, esperando verlo caminar para salir, pero sabía que nada bueno saldría de un momento como este.—Señor Hunt —la voz de Marshal sonó más fuerte de lo necesario, Dominic se frenó, y ella bajó la cabeza rogando que esto terminara—. No sé si, Abby le hizo la invitación, pero ya que usted es nuestro salvador en los nego
Lentamente se levantó en el asiento mientras su estómago se revolvió. Todo dentro de él se desestabilizó, y ni siquiera supo por qué su cuerpo entero ahora estaba sudando. La respiración estaba descontrolada, Abby no sabía con qué clase de persona compartía su casa, ella literalmente vivía con el peligro atentando contra su cuello.Dio largas zancadas hacia el jardín de la casa, corrió la puerta hacia un lado y tomó el aire posible para que sus pulmones dejaran de quemarle.Después de unos minutos, una mano apretó su hombro, y luego vio que Jacob se puso a su lado.—Te dije que era un asunto complicado, Dom… ahora te encuentras liado con ese enfermo de mierda.—Eso ya no importa Jacob, ahora es imposible que me aparte de Abigail, y con esto no estoy diciendo que es solo por el asunto de ese hombre —Hunt se