Apenas escuchó el ruido tenebroso del cuadro cayendo, Melissa corrió, bajó las escaleras como si fuera un animal huyendo de un depredador, quizás lo era, pero no lo sabía con exactitud, al hacerlo, tropezó con Lisa que estaba entrando a la mansión para ir por un suéter, la miró confusa, al verla tan pálida y enloquecida. Melissa no podía respirar, no salió al jardín trasero, donde estaban todos los demás, ella salió por la puerta principal, caminó desesperada mirando a todos lados, necesitaba huir, necesitaba respirar, las lágrimas estaban a punto de correr por su rostro, corrió y miró en su bolsillo, las llaves de su auto, subió de prisa encendió el auto, arrancó, fue demasiado rápido, no sabía a donde ir —¡Valentina! Sí, debo ir con ella, debe saberlo todo, nos mataron a Robert, ¡Nos lo mataron! —exclamó sollozando Lucius corrió tan deprisa bajando la escalera, tomó a Lisa de los hombros —¿Has sido tú? ¿Has sido tú la que estuvo escuchando detrás de la habitación? —exclamó deses
—Padrino, sigue lloviendo, por favor, no te vayas, quédate aquí, es peligroso salir ahora con esta lluvia —dijo Valentina, sirviendo un poco de café para todos Frank titubeó, al final aceptó —¿Y cuándo será la boda? —exclamó Scott —Bueno, por mí sería pronto, mañana mismo si pudiera —dijo Frank Alicia sonrió, sonrojada y él tomó su mano besándola con dulzura De pronto, resonó su móvil, Frank se apuró a responder, pero antes de hacerlo vio el número del sheriff en la pantalla, tragó saliva y tuvo algo de temor —Es el Sheriff. Scott alzó la vista y le miró con duda, pero Frank respondió, la voz del otro lado se notaba ansiosa, y titubeante —Hola, Frank, lamento interrumpirte. —Está bien, no importa, dime, ¿Sucedió algo? El hombre guardó un silencio de segundos que para Frank fue como si fuera una eternidad —Anthony, ¿Hola? —Sí, lo siento, Frank, no tengo buenas noticias. Frank sintió un frío en su interior, se levantó y sostuvo con más fuerza el móvil. —Por favor, dime lo
Diana Brighton sostenía en su mano ese puño de tierra, apretándolo con fuerza entre sus dedos, sintiéndolo en su piel, el ataúd de Melissa bajaba lentamente, hasta por fin, hundirse en las profundidades, lágrimas de dolor corrían por el rostro de la mujer, vivió muchas tragedias, pero juró que no viviría lo suficiente para enterrar a un hijo suyo, ahora el destino habló por ella, y estaba haciendo, lo que ni en su peor pesadilla imaginó, ni quiso imaginar.Meredith lloraba, abrazada a su esposo, Esteban se convirtió en su roble, nunca soltó su mano, nunca dejó de abrazarla con ternura y amor, ella estaba derruida, pero seguía de pie, lo hacía por su bebé, ahora su madre no conocería a su hija, y eso la mataba por dentro, pero sabía que debía seguir adelante, debía ser fuerte.Frank estaba triste, luchaba por ser valiente para su hija, Alicia permanecía a su lado, en completo silencio. Frank pensaba en Melissa, la amó por mucho tiempo, no podía creer que hubiese muerto de una forma tan
Cuando Love volvió a la habitación, encontró a su hermana tan desesperada que casi grita al verla —¿Qué te pasa? —exclamó Love —Nada… nada, estoy bien. Love supo que algo más pasaba, tomó al pequeño Henry, y Valentina entró, Love le dio a su bebé en sus brazos —Debo irme, las veré después, cuídense mucho —dijo Valentina Lisa recordó lo que Lucius había dicho «¡Qué miedo! Si supiera la verdad, que sus padres fueron asesinados por ese monstruo, lo sabrás, Valentina, muy pronto lo sabrás todo» pensó Lisa —Lisa, ¿Dime que te pasa? —He dicho que nada, solo me duele el estómago —dijo y se recostó en la cama. Love durmió a su bebé, y luego por fin ella durmió al lado de Lisa. Lisa se despertó tiempo después. —¿Love? ¿Estás durmiendo? —Ya casi me quedo dormida, ¿Qué sucede? Lisa se acercó y la abrazó, Love también lo hizo —Tranquila, hermanita, todo va a estar bien —dijo Love —Lo sé, no debes preocuparte, Love, te juro que ahora, muy pronto, tendremos una buena vida, una vida li
En la mansión Brighton, esperaban la llegada del abogado, se leería la última voluntad que dejó Melissa sobre su herencia, la mitad de la herencia Brighton que le pertenecía.Meredith estaba sentada al lado de Valentina, tocaba su vientre, porque sentía que dolía un poco—Me he sentido un poco mal, pero, Esteban dice que estaré bien, pronto mi niña nacerá, tenerla me reconfortará.Valentina también acarició su vientre—Yo te ayudaré a cuidar a esta preciosa niña.Henry balbuceó unas palabras llamando a su madre, el pequeño había aprendido a caminar, y ahora le encantaba pasear por todo el jardín, pero aún no abandonaba los brazos de mamá, Valentina lo cargó y besó sus rosadas mejillas—No quisiera leer ningún testamento, me duele recordar a mamá, pero, debo ser fuerte, por mi hija, por Esteban y por papá —dijo Meredith con nostalgia, Valentina tocó su mano y le dio fuerzas, ella entendía lo que era perder a una madre, a cualquier edad, era terrible.Pronto llegó el abogado y todos ent
—¡¿Cómo pudiste?! ¡Mataste a mi niña! —exclamó Diana con furia y dolor al ver a Lucius ante ella, que temblaba de miedo, intentando huir—Lo hice por los dos, ella iba a revelar nuestro gran secreto.—¡Eres un demonio! ¡Eres un infierno! —exclamó Diana—. Estás acabado.Lucius se levantó, y de pronto, salió corriendo por la cocina, hasta el jardín trasero, corrió sin límite, huyendo como un ladrón, como una rata escapando de su final Scott corrió a buscarlo, pero Diana se detuvo ante él, impidiendo que lo hiciera, y se arrodilló a sus pies, con una súplica—¡Por favor, no lo hagas! Es tu hermano, ¡No lo sigas, no quiero que vaya a matarte a ti también! Él es un demonio, es una hiedra venenosa que nos matará a todos, solo podremos huir de él, hijo —exclamó DianaScott la miró incrédulo, los ojos de Scott eran rabiosos, casi al borde del llanto, estaba tan decepcionado.—¡Mató a mi madre! Mi mami, ¡La persiguió, hasta matarla! —Meredith comenzó a sollozar, Esteban la abrazó, estaba tan
Scott y Frank hablaban con el sheriff, él vio el video, y escuchó con atención todo lo que tenía que decir respecto a los delitos de Lucius—Abriremos de nuevo el caso del incendio de la casa Dion, para acusar a Lucius Dion por el asesinato de Molly y Robert Dion, respecto a su madre, lamento decirle que será acusada como cómplice de Lucius, y podría enfrentar cargos e ir a prisión.Scott bajó la mirada, sentía dolor de pensar en su madre enfrentando tan cruel destino—Lo sé, pero esto se trata de justicia —dijo Scott—Además, también será acusado por el asesinato de Melissa Brighton, incluso si fuera un homicidio no premeditado, pero será acusado, creo que, al señor Lucius le esperan muchos años en prisión, pagando sus crímenes, ahora ya están buscándolo, no creo que logre esconderse por mucho tiempo.El sheriff se fue, y dejó una patrulla vigilando la mansión Brighton.—Hablaré con mi madre —dijo Scott y caminó a la bibliotecaAlicia entró en el salón y abrazó a Frank, él la tomó en
«Diana caminaba por calles inundadas de agua, ella veía llover, pero era tan raro, como si el agua no pudiera mojarla, miró alrededor, había luz, y claridad, pero, nadie estaba ahí. De pronto, frente a ella, estaba Xavier Brighton, era tan joven como la última vez que lo vio, ella lo miró, primero sonrió, sintió una nostalgia, y corrió hacia él, como si pudiera alcanzarlo, pero cada paso que daba, notaba que él se alejaba de ella, más y más, hasta que se convenció de que nunca la alcanzaría, cuando lo miró, él ya no estaba. Siguió caminando sin rumbo fijo, se sentía perdida, como una extraña en ese lugar. Mientras caminaba podía ver sus pies hundidos en el agua, luego descubrió que ella vestía una bata blanca, y de pronto le pareció que era como una mortaja, cuando alzó la vista, Melissa estaba ahí, ella se acercó, Diana acunó su rostro, podía besarla, pero no sentirla, la abrazó, luchaba por sentirla, era imposible —¡Mi niña, mi dulce princesa! Volviste con mamá, te extraño tanto