Valentina aún sollozaba, de pronto los recuerdos del pasado volvieron a su mente como una ráfaga incontenible, que no podía calmar y pudo recordarlo todo con gran claridad «Flashback: Podía recordar cuando hace más de cinco años volvía de clases, iba junto a Meredith, y platicaban sobre los planes adolescentes, los exámenes, las fiestas, todo era felicidad, paz, tranquilidad, ella no debía preocuparse de nada, solo de ser una buena estudiante, una buena amiga, y una buena hija, pero cuando alzó la vista pudo ver aquel humo cegador, también estaba la policía y los bomberos, cuando los vio en su casa entró en pánico, corrieron hasta ahí y cada pasó que daba su corazón latía con más fuerza, con más zozobra, entonces pudo ver a sus padrinos, Frank y Melissa, también a Diana Brighton, pero sus padres no estaban ahí, cuando divisó esas llamas que consumían su casa por fin entró en terror total, corrió tan rápido y entonces lo supo, algo en su interior lo supo, que todo estaba mal, que una
—¡¿Qué dices?! ¡Yo soy inocente! —exclamó Lucius—. Siempre piensas lo peor de mí, pero habla con el administrador, incluso estuve con él recorriendo las tierras de siembra, todo este tiempo, lo único que pienso es en como volverme útil para la familia, ¡¿Y es así como me tratas?! —exclamó Lucius como si de verdad sufriera —¡Hipócrita! —exclamó Diana —¡¿Qué pasa aquí?! ¿Por qué pelean? —exclamó Scott al entrar de la mano de Valentina, de pronto cuando Lucius los vio, corrió a abrazar a su hermano —¡Hermano, estás bien! Tuve un gran susto al saber que algo malo les sucedió, acabo de enterarme del incendio —Lucius lo soltó, y cuando intentó abrazar a Valentina, ella dio un paso atrás, en una reacción de desprecio que no pasó desapercibida por Frank. —¡Hijo mío! ¿Qué fue lo que pasó? Dime, ¿Estás bien? —exclamó Diana tocando el rostro de Scott —Estoy bien, madre, no te preocupes más —dijo con algo de desdén, luego Diana fue con Valentina, intentó abrazarla, pero ella también se alejó
—¡Lucius! Tranquilo… Por favor… —exclamaba Valentina, mientras lo miraba asustada, sollozando, cuando se abrió la puerta de la cocina, Frank fue el primero en entrar seguido por Scott—¡Hermano! ¡¿Qué te pasa?! —gritó Scott—¡No lo sé! Se sintió mal… de pronto… —dijo Valentina, mientras Diana estaba inmóvil, solo mirándolos con ojos tan horrorizadosFrank se apuró a enderezar la postura de Lucius, que estaba enrojecido, tenso, se veía muy mal, la puerta volvió a abrirse, Melissa entró y salió llamando a una ambulancia, apenas entró Meredith miró la escena con horror, y salió de prisa—¡Lo han envenenado! —exclamó Meredith con voz tan fuerte, Esteban iba bajando la escalera—¡¿Quién?!—&iex
Love comenzó a guardar cosas en una mochila, mientras Lisa imitaba su actuar, ambas sentían la adrenalina, pero sabían que era su última oportunidad de alejarse del monstruo de Lucius y no podían desperdiciarla, estaban seguras de que lo único que querían eran ser libres de ese verdugo. Scott pidió al doctor poder ver a Lucius, necesitaba ver a su hermano. —Quiero ver a mi hermano, por favor. —Pude verlo, pero solo diez minutos, él ahora necesita mucho descanso. Scott asintió y le pidió a Valentina que lo esperara, ella aceptó Cuando Scott entró en la habitación, llevaba puesta ropa médica, que debía usar para poder visitar a Lucius, lo encontró tendido en aquella camilla de hospital, se veía tan débil, que sintió tristeza de verlo en ese estado, la sola idea de que su madre fuera la culpable de algo tan cruel, estrujaba su corazón, se acercó un poco, lo observó, su mirada era muy compasiva, de pronto, Lucius abrió sus ojos verdes, y sus miradas se encontraron —¡Hermano! —exclamó
Love se quejaba de tanto dolor en su vientre, mientras Lisa intentaba contenerla, sentía demasiado miedo de perder a su bebé, ella amaba a su hijo, soñaba con el día en que podría ver sus ojos, abrazarlo, cuidarlo de todo el mal de Lucius por eso aceptó huir, por darle a su bebé una mejor vida, lejos de ese infierno que ella cargaba en sus hombros, perderlo sería lo peor en su vida, lloraba con miedo. Scott manejaba cada vez más rápido, solo con el deseo de poder llegar pronto al hospital para que Love fuera atendida, no quería que su hermano sufriera la perdida de su hijo, eso sería un golpe terrible, luego de todo lo que Scott creía que Lucius había sufrido, y temía por Love y su salud. Apenas llegaron, él bajó del auto, y gritó a los enfermeros —¡Tengo a una mujer embarazada con amenaza de aborto! ¡Ayúdenos, Por favor! —exclamó desesperado Los enfermemos corrieron a atender su súplica y trajeron una camilla, donde cargaron a la mujer y pronto la llevar adentro para que fuera ate
Scott salió junto a su madre y la miró con rabia —¿Qué es lo que intentas hacer, madre? ¿De verdad ibas a matar a tu propio hijo? —exclamó con tal desesperanza que la misma Diana sintió temor —Yo… quería ver como estaba, eso es todo. —¡No me mientas, Diana! —exclamó tomando su brazo, y ella se liberó al instante —¡No miento! Debo ir a casa —dijo Diana mirándolo con ojos enormes. Ella simplemente se fue de ahí, Scott bajó la mirada, tuvo que entrar de vuelta a la habitación —El señor no puede tener más intranquilidad, él necesita descansar. Scott asintió y la enfermera salió —Hermano… ¿Cómo está mi mujer? ¿Qué pasa? Scott le miró con compasión, no sabía cómo debía decírselo, se acercó despacio y lo miró —Escucha, ella alió en el auto junto a su hermano. Inmediata té Lucius se enderezó, a pesar de su dolor, se sacó la mascarilla de oxígeno y le miró con ojos grandes —¡Imposible! Ellas no saben manejar —exclamó desesperado —Por desgracia tuvieron un accidente, pero están bien
Alicia caminaba por las calles, luego de bajar de un taxi, recordaba las crueles palabras de Melissa Brighton, y la mirada decepcionada de Meredith, le dolió mucho dejar al pequeño Henry, pero, ¿Qué podía hacer cuando fue echada sin contemplaciones de la mansión Brighton? Ella no podía simplemente quedarse, cuando llamaron a empleados para echarla de ahí, las lágrimas calientes cayeron por sus mejillas, sintiendo como su corazón estaba totalmente roto«Flashback:—¡Está m*****a mujerzuela se ha convertido en la amante de tu padre! —exclamó MelissaLos ojos de Meredith se abrieron tan grandes y con gran estupor, ella no podía creer en eso—¡Eso es una mentira tuya! —dijo Meredith —Como siempre, crees lo peor de mí, pero no, tú mismo padre ayer me lo dijo, dijo que amaba a esta mujer, y por eso la defendía sobre de mí, ahora, ¿Cómo puedes pensar que tu padre es bueno? ¿Cómo? Si él también me ha sido infiel.Alicia quería huir de esa plática tan violenta, estaba cansada de esa violencia
Meredith estaba sentada en una banca del jardín, Scott se acercó a ella, notaba que estaba llorando, y se sentó a su lado —Meredith, cariño, ¿Podemos hablar? Ella limpió sus lágrimas y lo escuchó —Sé que, estás sufriendo, que a veces los padres nos hacen sufrir, si de algo sirve, te diré que nunca lo hacemos adrede, los padres no siempre saben serlo, y es difícil aprenderlo, ser hijo es fácil; juzgar, pedir, exigir, pero, debemos tolerar, tu madre te ama, y tu padre también, pero no pueden estar juntos, el amor se acabó, y eso suele pasar, juzgas a tu padre con rudeza, pero, Melissa también se equivocó, y no somos nadie para juzgar a un padre, porque, todos somos humanos, pronto serás madre, y verás que no es nada fácil saber qué, cada paso que das, influirá en la vida de tu hijo, para bien o mal. Meredith tocó su vientre, y lágrimas calientes corrieron por su rostro —Lo sé, tío, pero, siento como, si mi padre, mi perfecto padre se hubiese roto ante mis ojos. —No obligues a tu pa