Mi nombre es Evangelina, pero me llaman Eva bueno solo lo hacen mis padres, tampoco es que tenga amigos ni más familiares. Soy hija única y siempre he estado sola, rodeada de libros y viviendo fantasías dentro de ellos.
¿Cómo soy? ¡Pues no soy ni guapa ni fea, soy lo que vulgarmente se dice del montón! No sé si del montón de los buenos o de los malos. Simplemente estoy ahí, en el medio.
Nunca he estado en un sitio por más de un año. Mi padre y mi madre son diplomáticos pero no unos diplomáticos corrientes, ellos lo son en el mundo mágico, nosotros somos lobos bueno más bien nos transformamos en ellos. Hay muchos tipos de criaturas mágicas o sobrenaturales en el mundo, los mitos o las leyendas no lo son tanto.
De nuevo nos hemos vuelto a mudar, si tan solo mis padres hubieran esperado tres meses... Quería graduarme en ese instituto, comenzar de cero, comenzar de nuevo es todo un martirio. Tengo que ser positivo un trimestre mas y la pesadilla habra terminado.
En tres días será mi cumpleaños número dieciocho, hubiera sido bonito celebrar alguno de ellos con amigos pero siempre fui rechazada por ser la nueva, por mi pelo, por mi altura...
Eso poco me importa me siento emocionada al fin podré transformarme y conocer a mi loba. Ella será mi amiga mi confidente y mi compañía ya nunca más volveré a estar sola.
La nueva Manada es bonita, nunca habíamos estado en un sitio rodeados por tanta naturaleza.. la casa que han comprado y mamá es enorme, tengo una habitación inmensa con baño incluido, si dispusiera de cocina ya no tendría que salir jamás de aquí.
Ya estoy instalado, estoy un poco aburrida, no tengo nada por hacer pero tampoco quiero salir, ¿a dónde iría? Bueno quizás no sea tan mala idea puedo ir conociendo el pueblo y descubrir el camino del Instituto, así cuando mañana me toque empezar podré llegar a la hora correcta.
Quería despedirme de mamá y de papá pero en cambio solo he encontrado una nota en la cocina.
*Eva estamos en una reunión con el Alfa de la manada, nos vemos en la tarde tienes comida en frigorífico pórtate bien un besito mama*
Como si tuvieran con quién compartir fechorías, si ellos no hubieran estado tan ocupados y hubieran tenido más hijos. Me hubiera gustado poder experimentar lo que es tener un hermano. Pero es lo que hay.
Cojo una chaqueta fina y salgo a la calle, para ser un pueblo o una ciudad pequeña hay bastante gente, la mayoría charla animadamente, es bonito ver cómo la gente se conoce y no pasan de largo. Eso hace que me siento un poco nostálgico...
Pues la verdad es que estoy cerca del instituto apenas cuatro calles nos separan, es un edificio antiguo de piedra pero está bien conservado, recorro los alrededores observando cada detalle, no sé en qué momento pasa pero pasa! Estoy en medio de la cancha de baloncesto rodeada por un grupo de chicas.
— ¡Qué haces aquí! No sabes que aquí no se puede venir quién te ha creído que eres mierdecilla.— Dice una rubia gritando y propinandome varios empujones.
— Déjala Jeny, no ves que es nueva, además no vale la pena perder el tiempo con ella. Eso sí no te quiero ver cerca nunca más!— Dice una morena llevándose a un grupo de chicas con ella. Ella debe de ser la líder de esa mini secta.
Pues va a ser que empiezo bien, no he hecho nada más que llegar y ya me ha metido en problemas. He recibido una amenaza y varios empujones, he seguido con visita, está vez he procurado estar más alerta.
Mientras paseaba he visto a unos chicos jugar un partido de fútbol, no he podido dejar de mirar embelesada a uno de ellos. ¡Oh diosa! Es todo un Adonis. Lo mejor de todo es cuando la chica morena de antes ha llegado y se ha lanzado sobre él. Y pensaréis eso no es bueno... pero si que lo es, el chico se la ha quitado de encima en un mili segundo, despertando en ella un gran enfado.
Eso ha tenido gracia, me voy no sea que me vuelva a ver y lo quiera pagar conmigo. Ya he tenido bastante por hoy.
**
Siete de la mañana, odio este maldito despertador. Me levanto adormilada, tropiezo y golpeó mi cara con escritorio, un morado aparece debajo de mi ojo izquierdo. El dolor es considerable pero más si cabe lo es lo la humillación. Por qué siempre me tienen que pasar estas cosas..
Bajo a la cocina y para no papá variar y mamá no están. En cambio está una de esas dichosas notas que me deja mamá. Pienso, si desapareciera ellos se darían cuenta? Siempre estoy sola, apenas si los veo en todo el día y eso con suerte.
Acabo de llegar al Instituto, llego bien de hora. He pasado al despacho de la jefa de estudios y me ha dado el programa de clases y las llaves de una taquilla. Venga primer reto conseguido! Me animo a mi misma, ahora a por el segundo. Entrar a cada clase y ser presentado delante de todas esas miradas acusatorias. Cada vez que pasó por ello es como enfrentarme a la Inquisición.
Día casi superado! En cuanto termine el almuerzo solo me quedará una clase y después me podré refugiar en mi madriguera. Jajaja... qué nombres le pongo a mi habitación, lo que hacen con una la soledad y el aburrimiento.
Ni un solo sitio. Tengo ganas de salir corriendo y llorar. A cada mesa que ido, siempre la misma respuesta ocupada. Bueno en las que me ha contestado claro.
Una chica con gafas de pasta negra me llama con la mano, miro había todos lados asegurándome que es a mi a quien se dirige.
— Evangelina ven! Aquí hay sitio.— Dice con voz de pito.
— Gracias— digo amablemente mientras me siento.
— Bienvenida mi nombre es Marcia pero ellos me llaman Marciana, Alien, cosa del espacio.. estamos juntas en todas las clases por lo que veo.—
— Si no te importa te llamaré Marcia, es un nombre muy bonito, las otras cosas son crueles e infantiles.— Le digo sonríendo.
Día superado! He descubierto que el chico guapo de ayer se llama Ángel, hasta su nombre lo dice todo. Pienso babeando. No sé que demonios me pasa, nunca un chico me había llamado la atención. Para una vez que uno lo hace este está fuera de mi alcance.
Por suerte la mini secta no se ha acercado a mi, cosa que agradezco, estoy inusualmente feliz, creo que por primera vez en toda mi vida he hecho una amiga. Mañana iremos juntas al instituto. Resulta que vive muy cerca de mi casa.
De momento parece que las cosas van mejorando.
Hoy me levantado de buen humor, hoy por fin es mi cumpleaños, ojalá y hoy no tenga una nota en la cocina y de verdad puedan estar conmigo. Desde que llegamos apenas si los he visto.Me arreglo rápido, recojo mi pelo con una coleta y bajo las escaleras a toda prisa, no escucho nada así que no es buena señal. Y ahí está esa maldita nota. Cómo las odio!* Felicidades mi amor, papá y yo estamos muy orgullosos de ti. Miro el reloj de la entrada, justo ahora da las cinco en punto. Ahora dirijo mi cabeza hacia la sala, todo está preparando tengo snacks, dulces, refrescos, sándwichs, pastel...Quizás es demasiado pero nunca he tenido una fiesta de cumpleaños y menos una invitada. Estoy demasiado nerviosa, mis manos sudan demásiado. Al fin ese sonido que tanto ansiaba esperar llega a mis oídos. El timbre de la puerta. Salgo disparada y abro precipitadamente.— Hola cumpleañera!— Dice Marcia sonriendo.Yo sonrió y la invitó a pasar a la sala, veo mi regalo en la entrada, vaya lo había olvidado lo cojo y lo dejo al lado del pastel de cumpleaños.— Tienes muchos invitados?— Pregunta Marcia divertida.No, la verdad es que solo estaremos tu y yo, dudo que mis padres aparezcan.—Capitulo 3.
Porqué siempre que estás a gusto, siempre que lo pasas bien el tiempo corre tan deprisa? Eso es algo que me atormenta y saca lo peor de mi. En fin al menos me queda la tarde del domingo para distraerme con Marcia.Acaba de llegar a buscarme, vamos a tomar un batido y después daremos un paseo con su prima y una amiga de ella, lo único que se de ellas es que son un año mayores que nosotras.La cafetería estaba abarrotada, menos mal que cuando ya nos íbamos quedo libre una mesa con dos sillas. Ideal es justo lo que necesitamos.- Que desean tomar estas dos damas? Dice un hombre mayor y muy agradable.- Yo un batido de chocolate con extra de nata y sirope de caramelo. Dice Marcia.- Lo mismo para mí. Digo tímida. La verdad es que va a estar demasiado dulce pero en fin, esa a sido mi elección. Sentí
He llegado a casa, estoy sana y salva.Por hoy me he librado pero que voy a hacer mañana si tengo clases, no puedo esconderme toda la vida. Oh sí?- Donde estan tus modales señorita. Dice mi padre al principio de la escalera.- Mmm.. lo siento creía que no estaban, voy a darme una ducha y bajo con vosotros. Digo rápidamente. Narra Ethan.Nunca me ha gustado ser quién soy! Tener todas esas miradas puestas en mi no es precisamente plato de mi gusto. He crecido sin una figura materna, es algo que he echado de menos aunque nunca he hecho participe a mi padre. El se ha esforzado tanto por suplir ese vacío que ella nos dejó.Desde que ella murió el no ha vuelto a estar con nadie más, ella era su mate, su corazón se rompió con su muerte o eso creía hasta hace poco..No lo culpo por endulzarme su muerte, a que niño pequeño le gustaría saber qué su madre lo quería abortar y después de su nacimiento ella se suicidó. Al final un día me atreví a enfrentar a papá, había oído rumores y yo solo quería saber la verdad.Al contrario dCapitulo 6.
Porqué tenía que abrir la puerta, porque me tenía que ofrecer! Si me hubiera quedado en la habitación al menos no me hubiera visto...A quien pretendo engañar me hubiera encontrado de todas maneras, estoy hecho un lío. Me ha quedado claro que no me voy a morir por su rechazo, pero no he valorado la otra opción y si por una casualidad de la vida no me rechaza? ¿Qué lo aceptaría o lo rechazaría?Vaya ese si es un problema. Han pasado los tres meses desde que llegué aquí, en esos tres meses no he querido salir de casa, a lo más que llegó es al jardín de atrás y tampoco es que pueda pasar demasiado tiempo allí.Según mamá he desarrollado una fobia antropofobia.. ha venido a casa un psicólogo y él me ha explicado qué como la mayoría de las fobias, la antropofobia es el resultado de experiencias traumáticas.Bueno se que tiene razon, tambien me ha explicado que esta fobia en muy compleja de tratar.Capitulo 8
Ha pasado un mes desde la graduación, mi terapeuta dice que ya estoy preparada para volver al mundo. Aún así no encuentro el momento, soy capaz de salir a la calle, llegar al final de la calle e ir al supermercado que hay cerca de casa.Mis padres han salido de viaje, tenían unos asuntos que resolver. Algo relacionado con una herencia o algo similar ya lo han pospuesto varias veces, no han querido dejarme sola, pero ahora que estoy bien pueden hacerlo.Estarán todo el fin de semana fuera, se acaban de ir así que no los volveré a ver hasta el lunes por la mañana.Marcia ha prometido quedarse a dormir estos días, si lo pienso bien ya debe de estar a punto de llegar.Suena mi móvil, miro la llamada entrante es Marcia, descuelgo al instante.- Qué pasa guapa, estás apunto de llegar verdad, bajo ahora mismo, ya tengo preparadas las palomitas y la serie en p