Tanto Richard como Sonia se sorprendieron ante ese encuentro inesperado. La mujer se sintió incómoda, ya que no esperaba verlo en un sitio como ese. Siempre lo imaginó en restaurantes de lujo, donde sirviesen platillos exóticos provenientes del propio Olimpo debido a los altos precios propios de semidioses. Sus piernas parecían querer moverse para marcharse inmediatamente de ahí pero, a la vez, quería permanecer en ese lugar, buscando luchar por su amor y gritar, a los cuatro vientos, lo locamente enamorada que estaba del CEO de su ex empresa.Richard, a su vez, no sabía qué decirle. Su lado rencoroso le instaba a recriminarla por haberle abandonado y accedido a extrañas ofertas para trabajar dentro de la competencia. Su lado comprensivo lo persuadía de bajarle varios cambios para preguntarle el porqué se marchó, si hubo algo que no le agradó y que estaba dispuesto a pedir disculpas. Tantos pensamientos se le vinieron en la cabeza que estaba seguro de que le salía humo por las orejas.
Macarena vio su cuenta bancaria y se alegró al ver que los números aumentaron. Tras vivir en la casa de Richard, ahorró un montón de dinero ya que no tenía que pagar alquiler, cuentas ni comida. Y es que él se encargaba de todos esos gastos, además de comprarle joyas auténticas certificadas por los joyeros más famosos del país y ropa de marca cuyas telas parecieran ser confeccionadas por las propias modistas que trabajan para los reyes europeos.En esos momentos estaba en su habitación, probándose todos los vestidos que Richard le compró. Pensó que tenía un buen ojo para esas cosas porque todo le quedaba bien y no había necesidad de cambiarlos.- Él me dijo que le costaba hablar con las mujeres en el pasado – se dijo Macarena, mientras se probaba el 20vo vestido – pero sabe bien de estos asuntos. ¡Es tan extraño! Bueno, no importa. Seguiré esforzándome para estar siempre con Richard y conquistar su corazón…Se interrumpió al decir esto último ya que, en un principio, ella solo estaba
Adelaida estaba boca arriba, mientras que Roberto la penetraba con tanta fuerza que sentía que la partiría por la mitad. La cama donde se acostaron chirriaba por las embestidas y, al momento cumbre del coito, las patas se rompieron.Eso sorprendió a ambos ya que era la primera vez que reventaban una cama. Se levantaron y vieron que el mueble no resistió a la intensidad de su pasión. Segundos después, Adelaida se llevó ambas manos en la entrepierna porque le dolía un montón esa zona y, con los ojos llorosos, le reclamó a Roberto diciéndole:- ¿Qué te sucede, amo? ¡Estás actuando como un bruto!- ¡No me pasa nada! ¡No seas pesada! – respondió Roberto, dándole la espalda.Adelaida abrió la boca de la sorpresa ante la agresividad de Roberto. Éste, a su vez, se percató de lo que acababa de hacer, por lo que suavizó la voz y se excusó por su conducta:- Solo… estoy con mucho estrés. Por favor, perdóname. Sabes que nunca te haría daño.Un poco más tarde, ambos se pusieron batas y salieron al
El día del encuentro llegó. Sonia sintió un deja vú, ya que le pasó algo similar cuando salió con Macarena en el After Office de hace tiempo. Pero era otro bar, con otra teñida y un ambiente más relajado porque estaba orientado a toda la familia.Adelaida pidió dos botellas de cerveza con picadas, y se lo entregaron en una cubeta de hielo, junto a dos vasos de cristal y una bandeja.Mientras comían y bebían, Sonia comentó sin quererlo:- Me recuerda a Macarena.Adelaida, fingiendo demencia, preguntó:- ¿Quién es Macarena?- Es una antigua compañera de trabajo – respondió Sonia, apartando la media cerveza que consiguió beber – salimos una vez a hacer After Office y nos pasamos de copas.- Parece una chica agradable.- ¡Y lo es! Ella es bastante amigable, incluso se ofreció a ayudarme, pero…Sonia enmudeció. Aún si renunció, no quería manchar la imagen de Richard diciendo a sus nuevos colegas que el CEO de su ex empresa se revolcó con su secretaria. Además, podía recibir una tremenda de
Macarena regresó a la casa de Richard muy contenta. Al fin consiguió operarse los pechos y, tal como lo prometió el cirujano, lucía como toda una top model.Estuvo tentada en tomarse una selfie, pero se contuvo. Quería que fuera una sorpresa para Richard.Se acostó en la cama y miró hacia el techo, con los brazos extendidos a los costados. Ya había pasado casi una semana desde que se marchó y lo extrañaba un montón. Se desconoció ya que, la Macarena de antes, aprovecharía para hacer compras y disfrutar de los lujos de su novio millonario. Pero, en esos momentos, solo quería sentir el calor de sus brazos, hundirse en su pecho y dejar que le acariciase los cabellos suavemente, hasta quedarse dormida.Y mientras pensaba en Richard, recibió una llamada.Creyendo que era él, lo atendió. Pero grande fue su sorpresa cuando escuchó la voz de Sonia al otro lado de la línea.- ¡Hola, Macarena! ¿Qué tal? ¡Soy Sonia!- Hola Sonia. ¿Qué pasó de ti? ¡Desapareciste de repente!Sonia parecía estar mu
Macarena se alojó en un hostel, donde pudo darse una ducha rápida y relajarse momentáneamente. Por suerte encontró una habitación individual a bajo costo, porque para nada quería estar en un cuarto compartido, lleno de gente extraña que le robarían las pocas cosas que pudo llevarse de la casa de Richard luego de ser echada de ahí.Se acostó en su cama, cuyo colchón era tan duro que pensaba que le sería más confortable dormir en el suelo. Extrañaba la mullida cama donde dormía antes, y lamentó que Richard fuese tan desconsiderado al tratarla de esa manera cruel, sin darle oportunidad de explicarle lo sucedido.Su teléfono sonó. Macarena atendió y se encontró con un mensaje de voz del jefe de su antiguo trabajo en el restaurante. El mismo le decía:- Macarena, ¿cuándo vas a volver? ¡El lugar es un caos sin ti! Por cierto, un señor vino a buscarte, ni idea de quién se trataba, pero parecía muy interesado en hallar tu paradero.Macarena suspiró. Todavía no podía creer que el dueño del res
- Buen día, señora López.- ¿Cómo está, señora López?- Ya está lista su agenda del día, señora López.Un tiempo después de reencontrarse con su padre, Macarena tomó parte de la fortuna que éste le cedió como herencia para fundar su propia empresa. Por supuesto fue bien guiada por su progenitor quien, además, la apoyó en sus estudios de administración gerencial y gestión de proyectos para convertirse en toda una profesional de renombre.- Hoy hace un buen día. ¿No lo crees, Clarisa? – le dijo Macarena a su secretaria, mientras se dirigía a su oficina – Dime si hay alguna que otra novedad.- Sí, señora – dijo Clarisa, mientras miraba su agenda – el señor Pérez de la compañía de seguros desea una reunión privada con usted. Y el señor Gómez de la empresa de los sortilegios le envió un ramo de rosas junto a un importante sobre de un acuerdo comercial.- Recházalos a ambos – dijo Macarena – es claro que desean controlar los balances de esta compañía que con tanto esfuerzo y sacrificio me c
Tras una larga ausencia por resolver problemas personales y laborales, Richard al fin asistió a la siguiente reunión de la asociación. Solo que, esta vez, fue en compañía de Sonia.Sus colegas se quedaron asombrados, ya que estaban acostumbrados a verlo con Macarena. Pero éste les explicó lo sucedido y todos se impactaron al saber que, por una borrachera, embarazó a su segunda sumisa.- ¿Y qué piensas hacer, señor Richard? – le preguntó un colega.- Me haré responsable, por supuesto – respondió Richard – nunca seré como el imbécil de Roberto.- ¡Quién lo diría! Hace apenas unos meses eras el hazmerreír de la Asociación y, en un año, no solo conquistaste a dos sumisas sino, también, embarazaste a una de ellas. ¡Eres todo un hombre!- ¡Sí! ¡Nuestro Richard ha madurado! – dijo un tercer colega cuyo nombre me dio flojera inventar.Sonia se aferró al brazo de Richard, sintiéndose un poco apenada. Había escuchado que los miembros de la Asociación eran un poquito machistas, pero Richard aseg