Los tres hombres de chaqueta negra estaban en completo silencio frente al escritorio de madera fina que se encontraba en la oficina. La mujer los miró por un momento justo antes de soltar la gran cantidad de humo de cigarrillo que había estado guardando dentro de su boca.
— ¿Les pedí algo muy difícil?—preguntó, arrojando el cigarrillo al bote de basura metálico que tenía al lado de su escritorio. — ¿Al menos la hirieron?— preguntó con molestia mientras clavaba su mirada penetrante en los hombres.
—Hicimos lo que nos pidió, hasta cierto punto. La golpeamos lo suficiente para que terminara en el hospital pero alguien llego a salvarla. Un hombre de dinero. — menciono uno de los hombres que no dejaba de buscar el sobre con el dinero.
— ¿Un hombre de dinero? ¿Milo?
—No señora, no era Milo, eran dos hombre
La mujer de falda tubo negra se sentó frente a ella antes de abrir su libreta donde probablemente apuntaba todo lo malo que encontraba de ella. Natasha se movió incómodamente en el sofá blanco de la habitación. Anoche había atacado a Milo y por más extraño que fuera no recordaba nada de lo sucedido.—Le he dicho que no recuerdo nada, es absurdo que mee tenga aquí. Llevamos cinco horas encerradas...¿Estoy arrestada?—Puedes estarlo si no compruebo que lo hiciste inconscientemente o al menos que la víctima decida no hacer nada en su contra. Señorita Natasha, lo que usted ha hecho a sido grave. Pudo haberlo matado.—Lo sé y me siento mal por ello pero le juro que solo recuerdo haber tenido mucho miedo, estaba aterrada incluso de solo verlo.—¿Alguna vez él le ha hecho daño a su persona?— preguntó la psicó
31La sala de audiovisuales estaba llena de empleados, todos las miraban de reojo mientras se mantenían unidas. Habían unido sus manos para darse fuerza la una a la otra, Natasha mantenía sus dedos entrelazados con Juliet. La mujer rubia temblaba en su asiento mientras veía la presentación que habían preparado para ellos. Algunas miradas eran de lastima.Ver a Juliet con el rostro lleno de lágrimas, su maquillaje corrido e incluso su nariz roja era vergonzoso pero ver a Natasha a su lado con el rostro totalmente golpeado era aterrador. Ambas mantenían la mirada perdida en la presentación, ignorando las miradas de lástima que había a su alrededor.Milo se llevó las manos a la nuca cuando descubrió un gran faltante de dinero dentro de sus documentos financieros. Suspiró molesto y se movió con incomodidad en la silla. Su oficina llevaba unas cuantas hora
32Apenas había tenido el dinero suficiente para pagar la renta de ese mes pero gracias a la transferencia bancaria lo había conseguido. Había pasado un mes,se había dedicado día tras día a fortalecerse y lo había logrado. Incluso si se había alejado por completo de todo el mundo a su alrededor, lo había conseguido por que había aprendido que tomarse tiempo para ella estaba bien.Toda su vida había estado ocupada trabajando para huir de su realidad, había gastado tiempo preocupándose por los demás, incluso había dejado de hacer cosas que le gustaban por ayudar a los demás.En tan poco tiempo se había encontrado con un poco de ella misma y lo que había descubierto le había gustado demasiado. Había ido a terapia todos los días, su cuerpo se había curado y había dejado las marcas y las fractur
33El lujoso auto deportivo se detuvo en la calle cuando los oficiales le pidieron detenerse. La zona estaba cerrada por vehículos. Los oficiales y los paramédicos iban de un lado a otro en busca de las víctimas. Con solo ver la escena se podía apreciar la gravedad del accidente.Milo bajó del auto antes de correr hacia los cordones de seguridad. Se pasó las manos por el cabello antes de tomar el cordón de seguridad y buscar con la mirada a Natasha.—Disculpe señor, no puede pasar— dijo un policía que vigilaba el área. Milo suspiró antes de mirar al hombre.—Estoy buscando a mi novia, ella vivía en ese edificio. Necesito llevármela— dijo totalmente desesperado.—¿Esta seguro que su novia ha podido salir?—preguntó el oficial viendo a Milo.—Ella me ha llamado— dijo con el pulso acelerado&md
34Una divertida sonrisa se dibujó en William antes de separarse un poco de ella y verla por completo con el rostro totalmente sonrojado.—Por Dios—susurró Natasha sin poder creer lo que había sucedido.—¡Por favor no se lo digas a nadie!—suplicó llevándose las manos al rostro.—Soy un médico—dijo William al cerrar el botiquín— lo que sucede en las consultas médicas debe de quedar entre el paciente y el médico.—¿En verdad no le dirás nada a Milo?—Con una condición— dijo él.—¿Cuál?—preguntó Natasha. Cubriéndose los pechos por completo. Intentando no demostrar los nervios que sentía.—Sé que eres diseñadora, ayúdame a diseñar un anillo para Joe. Un anillo de matrimonio—pidi&o
35Se escucharon tres golpes en la puerta principal cuando Annie dejó el pastel recién horneado sobre la barra de la cocina, los tres se quedaron estáticos antes de verse entre ellos y regalarse miradas de pánico.—¡No puede ser!—susurró ella chillando.—¡No puede ser Milo!—dijo William, llevándose los dedos llenos de chocolate hacia la boca.—¿¡Joven Joe!?—gritaron en el exterior de la casa—¿Está en casa? Milo me ha pedido que lleve a Natasha a la empresa, dijo que necesita a su ex asistente.—¿Debería ir?—preguntó ella.—¡Si!—dijo Joe— danos un poco más de tiempo.—¡Pero necesito terminar de decorar el pastel!—Bien…amm, ve y luego regresa diciendo que te sientes un poco mal o algo así, &iex
Natasha solo permaneció en silencio cuando la mirada de la madre de Milo se clavó en ella con intención de lastimarla. Ella la miró por un momento y únicamente le regaló una sonrisa amable. En el ambiente se podía sentir la tensión mientras cenaban en completo silencio. Joe solo permaneció en silencio mientras saboreaba la pasta que había cocinado hace unas horas con ayuda de Natasha, William al contrario mantenía su mirada clavada en el par de mujeres que tenía enfrente, las odiaba y no se molestaba en ocultarlo.—¡Tengo un regalo para ti!—dijo Michelle, sacando de su bolso una pequeña caja de cuero negro. Natasha observó a Milo tomar la pequeña caja antes de ver su rostro sin ninguna ilusión en el. Milo abrió la caja de cuero y alzó la ceja al ver un reloj completamente lujoso.—Gracias— dijo sin emoción, c
37Milo permaneció en completo silencio durante unos segundos, observó Natasha a la orilla del lago ysuspiró antes de sonreír ampliamente, con una gran sonrisa llena de maldad. Se pasó en las manos por el pecho desnudo antes de estirarse sobre elpasto para finalmente decidir levantarse. Se acercó lentamente hacia ella y la tomó de la cintura antes de escucharla gritar, ignoró por completo sugrito y se lanzó al agua con ella en brazos. Natasha intentó huir de él pero sólo le costó unos segundos recordar que no sabía nadar, lo miró a los ojos dándose cuenta que él lo había hecho a propósito.—¡Sabes perfectamente que no sé nadar e incluso así decidiste lanzarte al agua conmigo!—dijo ella, intentando fingir molestia cuando en verdad no podía hacerlo. Milo únicamente asin