Capítulo SieteBruce estaba impaciente. Dos semanas. Dos largas semanas desde que había salido con Claudia, dos largas semanas habían pasado desde el ultimo beso que le habia dado al dejarla en su casa.Pero lamentablemente él no pudo quedarse y había tenido la sensación de que ella no tenía ni la más mínima idea de lo especial que era y necesitaba que se lo demostrara. Así que no había dormido con ella. Ahora... Ahora estamos endemoniadamente arrepentido de eso, rayos como la extrañaba, sus labios, su cuerpo, sus hermosos ojos bicolor.Había pasado demasiado tiempo fuera de su país y ahora quería desaparecer de ahí en cuestión de segundos, quería verla. Ni bien termino la reunión Bruce corrió a tomar su teléfono y se sentó en su silla frente al ventanal de la oficina mientras contemplaba la ciudad una ciudad de la que siempre le había gustado Pero ahora la detestaba y no sabía realmente porque. Ella contestó unos tonos después .—¿Si?Él cerró los ojos. Y suspiró.—no sabes cómo ex
Capítulo OchoClaudia vio la hora en su reloj impaciente, faltaban pocos minutos para reunirse con los altos ejecutivos. Aunque ella conocía a Bruce de forma intima... bueno tan íntima como parahaberse acostado con el después de esa primera reunión en el esterior y también se habían acostado luego de haber llegado a su país nuevamente, y tambié. Habían salido varias veces, así que se conocían muy íntimamente. Pero aún así no se permitía hablar de trabajo con el cuando estaban juntos. Por tanto, el protocolo para programar la reunión sería el habitual, y estaballevando mucho tiempo porque Bruce no sabía personalmente que suempresa quería tener la reunión.Y el mayor problema era que él la había llamado una hora antes, denuevo, para decirle que se iba por una reunión urgente. Con la cantidad de viajes que requería el trabajo de ese hombre, ella dudaba que lo viera más de cinco veces al año.Pero en ese momento Claudia no estaba tan preocupada por eso como por que no volviera a te
Capítulo NueveClaudia estaba sentada en el comedor de su casa pensando en... No sabía realmente en qué estaba pensando, es que su mente estaba tan dispersa que no podía pensar nada concreto Hasta que su mente le recordó lo le estaba sucediendo, y no podía creerlo, en serio que no, ella siempre estuvo sola, aprendió a salir adelante sola a pesar de todo sin alguien que se preocupara realmente por ella.Y ahora... Ahora no solo tenía que qur velar por ella sino por la criatura que estaba creciendo en su vientre.—Esto No me puede estar pasando a mi— murmuro frotándose la cara con ambas manos. —¿En serio crees que no puedo estar sola? — miro al techo como si estuviera hablando con Dios, no era como que le iba a responder pero la hacía sentir bien hacer eso de vez en cuando.Había una persona dentro de ella no era para menos que estuviera aterrada, siempre había hecho y conseguido todo sola.Se le callejón los hombros y lloró, lloro desconsoladamente, hasta que se calmo.Justo cuando es
9.1. Los sollozos de Claudia se fueron calmando toda la preocupación y el estrés de los últimos días se fue como por arte de magia.Ella se acurrucó a él mientras él la mecía y gritaba su espalda.Dejó que lo sacara todo hasta que dejara de sentir la frustración y la preocupación que la habían paralizado durante los últimos días. Estar junto a su pecho era reconfortante, relajante.Al sentir que ella se había calmado, Bruce intentó retirarse, pero ella apretó las manos sobre su camisa y se aferró a él con la cara enterrada sobre su pecho, no quería que la soltará.—no, por favor Quédate así.—¿Claudia? —pregunti preocupado pero también con ganas de saber que era lo que le estaba sucediendo.Ella se apretó más a él y él la sujetó, trata do de darle el mayor consuelo posible. Con él ella se sentía segura, a salvo, sentía que si la soltaba dejaría de sentir esa enorme paz que sentía a su lado y eso la aterraba. Pero estaba desesperada y se aferró a la fugaz sensación de bienestar y
Capítulo DiezLa actitud de ella lo tenía desconcertado, es que, a ver, ella no era asi.Estaba sentado a su lado luego de luego de ayudarla a acomodarse el vestido, porque bueno, estaba semi desnuda después estar a punto de hacer el amor.Ella estaba con la mente ida, tenía tantas ganas de llorar y estaba conteniendose porque presentia que el iba a pegar el grito al cielo.Prefería no demostrar nada, no quería hacerlo.El frunció el ceño al verla con sus facciones neutras.Parpadeo un par de veces no sabía que decir ¿Que podía decirle después de semejante noticia? Y ella simplemente estaba viendo en algún punto de la pared.—¿Quieres... Sacartelo?Claudia por poco y le tráquea el cuello de lo rapido que lo giro para verlo. —No, eso jamás se me había ocurrido, no podria, de pequeña fui abandonada por mis padres, las personas que se supone debian cuidarme. No, no voy a hacerle eso.Bruce sintió una oleada de emociones Pero sobretodo una admiración por esa mujer Él sabía que ella tenía
Capítulo OnceUna semana después Claudia estaba en su oficina, con las manos sujetando su cabeza por el estrés que había agarrado, es que nada mas llegar hoy a su trabajo como cualquier otro dia los paparazzi le cayeron como avispas. Fue terrible para ella, por un momento se asustó, pensó que la iban a secuestrar hasta que vio algunos hombres con camaras y mujeres con sus micrófonos haciendo un sin fin de preguntas que solo podía escuchar pocas palabras como «relación» y «Bruce Black» y no iba a negar que sintió un pánico terrible ¿Y si le había pasado algo? No, ya se hubiera enterado. Tuvo que haber dejado que Bruce la llevará al trabajo como lo llevaba haciendo en los últimos días.Pero no ella se había empeñado en querer ir sola, cami ar y despejarse un poco porque le hacía bien. Una completa mierda por qué lo que tiene ahora es un terrible dolor de cabeza.Nada más recordar como esa cuerda le locos se empujaban para conseguir la exclusiva de que era la novia de Bruce Black le
11.1Bruce se encargo de llevarla y traerla todos los días al trabajo y a su casa quisiera ella o no.Se encargo de programar una rueda de prensa exclusivamente para informarles a los periodistas de forma muy sutil y amante que era muy protector con su novia y que si no querian que el desatara su furia en ellos que mejor ni se le acercaran. Los periodistas se rieron con él, pero después informaron de que loshabía amenazado sutilmente.—Me preocupa que Esto podría traerle problemas a tu imagen.— dijo Claudia —¿A quién le importa la imagen? Les dejé bien claro que no deben pasarse de la raya.—pues, hoy he visto a cinco periodistas en el supermercado, pero no se han acercado a mí. Estaban fuera de la tienda y apartaban las cámaras cuando yo les miraba.—A riesgo de parecer increíblemente prepotente, cariño… —Él la agarró por la cintura y le dio un beso en el cuello—. Ellos saben que no pueden jugar conmigo.Ella se rio y giró la cara hacia él.—Eres insoportable —Puedo ser en extr
Capítulo DoceClaudia entrelazó los dedos y los puso sobre su pecho mientras la ginecóloga le levantaba la camiseta y le pedía que desabrochar su pantalón. Por esa razón Bruce no quería que un hombre la atendiera, ni loco dejaba que otro hombre me viera un centímetro de su cuerpo. Ella hizo lo que le pidió y miró a Bruce que la miraba a la cara sin parpadear.—¿Qué?—Estoy un poco preocupado —admitió él.—¿Por qué?— pregunto ella frunciendo un poco el ceño —¿Te da miedo cuando lo veas?—No, Claro que no. Me preocupo porque quiero que. Nuestro bebé este bien, este sano.Claudia se tragó el nudo de emoción que tenía en la garganta y lo miró asombrada incluso cuando él ya había fijado su atención en el monitor.—muy bien, veamos... Aquí está… escuchemos su corazoncito — de pronto el consultorio se llenó de unos latidos acelerados que entusiasmaron a la pareja — Aquí está el… —La doctora hizo una pausa y frunció el ceño.—¿Que? ¿Qué pasa? —bruce habló con un tono duro y autoritario qu