El dolor seguía intensificándose, sin duda alguna manera mi hijo estaba a punto de nacer, no había tiempo, o lo tenía hora mismo o nunca lo iba a tener.Mis ojos se llenaron de lágrimas y el miedo me agobio por completo, porque tan pronto como llegó justo cando no era el momento, no ahora.Elrod, ¿Dónde estás? ¿Por qué no estás aquí? No puede seguir esperándote, no puedo seguir de esta manera, no cuando todo está saliéndose de mis manos.Nuestro hijo, él no podrá soportar más, él se acerca y yo no tengo más opción, di fuerte un suspiro, Helena, quien estaba cerca de la ventana como le había indicado.Me observo con preocupación, pero entonces noté que su mirada temerosa, cambio un poco, ella caminó hacia mi llena de preocupación y tomo mi mano con fuerza.Estábamos en estos instantes, no sabíamos que hacer, pero no teníamos más opciones, por lo que ahora se podría decirse que teníamos la vida de ambas en nuestras manos.Con la diferencia de que ella ahora no solo tenía la mía, también
CalixEstaba tan desesperado, tan lleno de pánico, observé hacia la ventana y me di fuerte suspiro, habíamos llegado a la residencia y habíamos tomado armas.Estaba blindado hasta la muerte, pero el miedo era tan grande que no le sabía dado tiempo a los hombres siquiera para que se prepararan apropiadamente.Observe a Emiliano, aquel que Tenía una expresión de preocupación y a pesar de que en cualquier momento me molestaría en grande ver su expresión.Ahora mismo, no tenía tiempo para sus tonterías, solo suspiro, preparé mi arma como por quinta vez y di un suspiro.Diablos, ¿Cuántos suspiros había dado en todo este tiempo? No lo recordaba, observe mi teléfono y note la llamada entrante.Vi en nombre de mi padre en la pantalla y aunque quería ignorarla, solo la tomé, debido a que mi padre se había encargado de hacer un seguimiento exhausto por medio de las cámaras de seguridad.― ¿Padre?―Es justamente allí, están en las cabañas de las flores, no puedo creer que tu madre haya ido allí,
CalixDe nuevo en este lugar, de nuevo aquí observándola a ella completamente dormida, mientas siento que mi desesperación y dolor no tiene límitesDe nuevo sintiendo que todo esto se me estaba saliendo de las manos, mientras sentía que pesar de saber que la vida me había dado una gran oportunidadSentía un miedo atroz, de que las cosas simplemente no se arreglaran como desearan, limpie mis lágrimas, observe a mi abuela y a mi padre durmiendo en el incómodo sillónTodo mientras yo daba un fuerte suspiro, ellos se habían negado a irse, todo mientras alegaban que mi mente no estaba del todo bienQue no estaban convencidos de que yo actuaría como debía, todo gracias la teniente Brian, quien incluso había hecho un gran escándaloCuando lo había echado casi arrastras de la clínica, debido a que tenían miedo de que yo de nuevo intentara suicidarmeNo lo haría, no lo haría ahora que sabía que tenía una oportunidad de estar con ella―Hey… deberías descasar un poco, ella no despertara por ahor
HelenaObserve al hombre frente a mí, aquel que me observaba fijamente, como si esperara algo de mi parte, aquel que me tenía ciertamente inquieta.Aquel que no sabía siquiera como poder hablar con él, esto era molesto, más cuando me dolía cada parte de mi cuerpo, sentía mi rostro terriblemente adoloridoY sentía una presión en el cuerpo que me mataba por completo, tantas cosas ocurriendo y estaba solaPor lo menos así me sentía, mis padres de viajes y yo me encontraba en este lugar, completamente sola, desecha por ser olvidadMientras mi prometido, el hombre que sabía que buscaría cualquier excusa para dejarme en cualquier momento.Solo me abandonaría a la mayor oportunidad.― ¿Por qué pareces de mal humor?―Me duele cuerpo ¿Cómo no voy a estar de mal humor…?Hable en un tono cortante, todo mientras él solo apretaba los labios en una línea recta y sentía, no entendía por qué mostraba esa expresión.¿Acaso él causaba tanta lástima? ¿Era que le parecía molesta? No me sorprendería si er
HelenaYa había pasado algunos unos días, días, en los que había evitado verme a un espejo debido al terrible temor de enfrentar la realidadEstaba horrible, no me imagine que aquella pelea hubiese terminado de aquella manera, pero ahora el problema no era aquelEl problema era mucho peor, uno que no sabía siquiera como manejar o siquiera como tratarlo―Aquí está el cuarto de baño, mi habitación, estará cerca a la tuya, en caso de que lo necesites y claro está, cerca esta…―No quiero estar aquí Emiliano, puedo irme a mi hogar, solo necesitó eso, así que…―No quiero escuchar de nuevo las mismas palabras, ¿crees que te dejaré sola en aquel lugar?― ¿En mii hogar? Por supuesto que sí, no veo el problema, ¿Por qué estás causando tantas molestias? ¿No necesitó estar aquí, puedo estar sola?―No lo permitiré, no cuando tú acabas de salir de un hospital, los sirvientes no podrán atenderte como es debido así que…―Aquí también estaré sola, vives solo, no tienes quien te ayude, ¿Qué quieres que
EmilianoUna hora antes―No encuentro ningún tipo de laceración y mucho menos encuentro ningún problema en usted comándate, Grant, puede irse sin ningún problema, así que…Observé al doctor de a base y le di una mirada cargada de molestia, este hombre era un jodido problema, uno que me desagradaba demasiado—Puede quedarse una hora más si necesita descansar, no se preocupe…Se supone que debía decir que estaba enfermo, que debía ser el hombre más terriblemente enfermo, carajo, me tire por las jodidas escleras por una puta razónDe no hacer daño, de no conseguir que Helena me vea como alguien menos válido, ella… ella simplemente se iba a marcharLo haría y yo no podría hacer más, yo simplemente ¿Qué quiero ganar con esto? ¿Por qué hacer todo esto?Me estaba volviendo loco sin duda, no encontraba una razón válida, no encontraba por qué había hecho semejante tonteríaDi un largo suspiro, observe hacia el techo y mi teléfono vibro y como si fuese una señal del destino, note el mensaje de
Helena ¿Quiénes éramos? ¿Quiénes éramos? Esas preguntas no dejaban de rondar en mi cabeza mientras lo observaba finamente.Mientras me preguntaba si estaba jugando o no, mientras me preguntaba si era solo ironía, solo sé que mis pies se quedaron plantados en el lugar.Observe a Calíope por unos segundos, mientras que esta fruncía el ceño y pasaba a observarme como si me preguntara que debíamos hacer.¿Por qué hace eso? Ella se supone que es la más lista de las dos, ella debería darme una solución, yo solo estaba allí.Sin saber qué hacer, incluso no sé en qué momento había tomado la mano de Calíope y la había apretado, hasta el punto de que esta diera un pequeño quejido.―Auch… Eso duele un poco Helena…―Lo lamento es que…― ¿Helena? ¿Ese es tu nombre?Observe a Emiliano, di un paso hacia él y asentí, lo hice mientras aún seguía apretando a Calíope cerca de mí, como si la necesitara como un estabilizador.Como un ancla en esta locura…―Así es ella es Helena, es tu prometida.― ¿Prom
El auto estaba en completo silencio, todo mientras yo observaba al amable marino que al ver a su comándate salir del lugar nos ayudó.Lo gracioso fue que en bien este se acercó a él, como si fuese instinto, Emiliano, lo había saludo de manera correcta.Como si recordara exactamente aquello, eso tal, vez se trata de memoria muscular, no lo entendía muy bien, solo sé que este entro al auto.Y cuando estaba a punto de dar la dirección al cadete, simplemente se quedó en silencio, como si supiera exactamente que debía decir.No lo culpaba, aunque recordará todo, él no conocía mi hogar, nunca había pisado mi departamento, no es como si aun siendo “prometidos” hayamos tenido algún tipo de acercamientoNo más allá de planes tontos, y de visitas a su oficina, no más que ello y por esa razón simplemente no lo culpaba.Yo era aquella que él jamás llegó a tenerle cariño, aquella que solo era una pieza de ajedrez en un juego que al final había perdido.Por lo que ahora mismo, no era más que un pre