HelenaYa había pasado algunos unos días, días, en los que había evitado verme a un espejo debido al terrible temor de enfrentar la realidadEstaba horrible, no me imagine que aquella pelea hubiese terminado de aquella manera, pero ahora el problema no era aquelEl problema era mucho peor, uno que no sabía siquiera como manejar o siquiera como tratarlo―Aquí está el cuarto de baño, mi habitación, estará cerca a la tuya, en caso de que lo necesites y claro está, cerca esta…―No quiero estar aquí Emiliano, puedo irme a mi hogar, solo necesitó eso, así que…―No quiero escuchar de nuevo las mismas palabras, ¿crees que te dejaré sola en aquel lugar?― ¿En mii hogar? Por supuesto que sí, no veo el problema, ¿Por qué estás causando tantas molestias? ¿No necesitó estar aquí, puedo estar sola?―No lo permitiré, no cuando tú acabas de salir de un hospital, los sirvientes no podrán atenderte como es debido así que…―Aquí también estaré sola, vives solo, no tienes quien te ayude, ¿Qué quieres que
EmilianoUna hora antes―No encuentro ningún tipo de laceración y mucho menos encuentro ningún problema en usted comándate, Grant, puede irse sin ningún problema, así que…Observé al doctor de a base y le di una mirada cargada de molestia, este hombre era un jodido problema, uno que me desagradaba demasiado—Puede quedarse una hora más si necesita descansar, no se preocupe…Se supone que debía decir que estaba enfermo, que debía ser el hombre más terriblemente enfermo, carajo, me tire por las jodidas escleras por una puta razónDe no hacer daño, de no conseguir que Helena me vea como alguien menos válido, ella… ella simplemente se iba a marcharLo haría y yo no podría hacer más, yo simplemente ¿Qué quiero ganar con esto? ¿Por qué hacer todo esto?Me estaba volviendo loco sin duda, no encontraba una razón válida, no encontraba por qué había hecho semejante tonteríaDi un largo suspiro, observe hacia el techo y mi teléfono vibro y como si fuese una señal del destino, note el mensaje de
Helena ¿Quiénes éramos? ¿Quiénes éramos? Esas preguntas no dejaban de rondar en mi cabeza mientras lo observaba finamente.Mientras me preguntaba si estaba jugando o no, mientras me preguntaba si era solo ironía, solo sé que mis pies se quedaron plantados en el lugar.Observe a Calíope por unos segundos, mientras que esta fruncía el ceño y pasaba a observarme como si me preguntara que debíamos hacer.¿Por qué hace eso? Ella se supone que es la más lista de las dos, ella debería darme una solución, yo solo estaba allí.Sin saber qué hacer, incluso no sé en qué momento había tomado la mano de Calíope y la había apretado, hasta el punto de que esta diera un pequeño quejido.―Auch… Eso duele un poco Helena…―Lo lamento es que…― ¿Helena? ¿Ese es tu nombre?Observe a Emiliano, di un paso hacia él y asentí, lo hice mientras aún seguía apretando a Calíope cerca de mí, como si la necesitara como un estabilizador.Como un ancla en esta locura…―Así es ella es Helena, es tu prometida.― ¿Prom
El auto estaba en completo silencio, todo mientras yo observaba al amable marino que al ver a su comándate salir del lugar nos ayudó.Lo gracioso fue que en bien este se acercó a él, como si fuese instinto, Emiliano, lo había saludo de manera correcta.Como si recordara exactamente aquello, eso tal, vez se trata de memoria muscular, no lo entendía muy bien, solo sé que este entro al auto.Y cuando estaba a punto de dar la dirección al cadete, simplemente se quedó en silencio, como si supiera exactamente que debía decir.No lo culpaba, aunque recordará todo, él no conocía mi hogar, nunca había pisado mi departamento, no es como si aun siendo “prometidos” hayamos tenido algún tipo de acercamientoNo más allá de planes tontos, y de visitas a su oficina, no más que ello y por esa razón simplemente no lo culpaba.Yo era aquella que él jamás llegó a tenerle cariño, aquella que solo era una pieza de ajedrez en un juego que al final había perdido.Por lo que ahora mismo, no era más que un pre
―Y el tiro me salió por la culata…Una gran carcajada resonó en el lugar, observe a Elrod, que al final había sido enviado por Calíope para verificar que el plan seguía en camino.Pues ella quería saber aquel día que iría a mi “departamento” a visitar a Helena para saber cómo seguía con todo.Además de una supuesta invitación para participar a las damas de la sociedad, algo que estaba seguro de que Helena no se prestaría.Pues Helena no era tan buena para hacer amigo, como ejemplo podía llegar a decir que tuvo que salvarle la vida a Calíope para que esta la considerara su amiga.No estaba muy seguro de que las cosas simplemente se le dieron con mujeres como lo eran la sociedad de damas, aquellas melindrosas señoras.Sin contra que aquellas no gustaban para nada de Helena, y no las culpaba, ya que Helena solía mostrarse como alguien bastante odiosa y grosera cuando se lo proponía.Que era casi todo el tiempo.―No te burles maldito, imbécil, esto no era lo imaginaba, ese lugar no se par
― ¿Qué?―Ya sabes seducir a un hombre, ser astuta, ser amable y ser todo lo que él espera, pero cuando él crea que te tiene en sus manos, solo debes actuar como si ya no le interesas, una belleza rubia como tú, no debería tener ese tipo de problemas, créeme…Observe a Mary, lo hice detenidamente, todo mientras que ella me sonreía como si lo que acaba de decir no fuese tan loco.―Eso es…―Sabiduría, sin duda la mejor mi señora Helena, he visto que incluso se despedía con el señor ni un beso en la mejilla había, eso sin duda es algo triste, pero no se preocupe, yo le daré concejos, los mejores sin duda, con la señora Calíope no tuve que hacerlo, ya que la dificultad de esos dos era mantenerlos alejados el uno del otro.Ella dio una estruendosa cargada, llegando al punto de hacerme reír un poco divertida con sus palabras, todo mientras que ella caminaba hacia la cocina.Y me traía un té para los dolores, aquel que me había prometido desde esta mañana, en medio de todas las infinitas char
CalíopeElrod sentado en el costado del balcón, todo mientras observaba a nuestro hijo que estaba dormido en mis brazos.Todo mientras seguía en un silencio, todo mientras parecía que esperaba que, si no respiraba, Caelan no lo sería.Aquello me divirtió un poco, sobre todo por el hecho de que este parecía estar a punto de preguntarme tantas cosas.Mientras sentía que, si hablaba, nuestro hijo despertaría, de su siesta y sin duda lloraría, como siempre lo hacía.―Mi amor… ¿Cuándo conseguiré que él no me odie…?―No te odia, solo es un poco mimado, solo eso, quiere que te esfuerces un poco más por él, quiere que no creas que, por ser su padre, ya tiene asegurado su amor…―Es algo muy cruel con el padre que lo ama, ¿Tienes idea de lo triste que es saber que mi hijo me odia?Él habló un poco más alto y Caelan solo se removió un poco, logrando que este llegara a ponerse muy tenso.Tanto así que solo pude mostrar una pequeña mueca de diversión, algo que pareció frustrarlo un poco.Sobre tod
―No puedo créelo, ¿De verdad fue tan terrible esa fiesta? Yo te dije que no fueses a lugares como esos…―Pero creía que sería de más alcurnia señora de Hestia, sé supone que todo era de lo más hermosa, pero al final…Las mujeres tirotean en la mesa, todo mientras que yo las observaba aún distancia considerable, mientras me escondía en la enorme viga del lugar.Mi corazón no dejaba de latir, no dejaba de preguntarme que haría al final, no dejaba de preguntarme ¿Cómo me recibirían?Había sido invitada, sin duda lo había hecho, pero no era que había llegado tarde, la verdad era que llevaba aquí cerca de una hora.Todo en busca de tener el valor de enfrentarme a ellas, pues yo había sido una chica mala, no, más bien, o era una chica mal ante los ojos de los demás.Nada podría asegurarme que no iba a ir a un lugar donde me traían hostilmente y se burlarían de mí y a pesar de que Calíope se encontraba en el lugar.Tomado una taza de té, mientras su pequeño hijo estaba en el coche de su cost