Ella estaba realmente furiosa con todo esto.Se negaba a sentir cualquier cosa por él, el sexo y el cariño no arreglarían nada, y para ser sincera, estaba harta.Ella nunca había sido el tipo de mujer que necesitara de un hombre, su madre la había criado con otro tipo de valores, donde podía ser autosuficiente. Entonces todo cambió cuando el lazo familiar se rompió y no tuvo otro remedio que irse con Zyan.M*****a sea la hora en la que decidió aquello.De alguna u otra manera la vida siempre le terminaba pegando en el rostro y hacerle saber que necesitaría de un hombre para continuar. Primero había sido su padre, después fue Zyan y ahora él. Todo el mundo parecía querer tener algo a cambio, y ella no estaba segura de poder seguir con todo esto.Apoyando su frente contra las palmas de su mano, sentada en una banca del jardín derecho, la mujer siente unos pasos acercándose. No tenía que ser adivina para saber de quién se trataba, solo que no estaba dispuesta a tener esta conversación.—¿
La vida en la finca no había sido la misma desde que ella se largó. Zyan había perdido la cabeza y se rehusaba a aceptar que realmente lo había abandonado. Se sentía humillado al saber que ella ahora estaba casada con alguien más, pero al menos mantenía una pequeña esperanza de que volviera. —Señor, Holder me avisó de que están de regreso en la casa —dice Samuel —Bien —el hombre sonríe—. Entonces vamos a darle una buena visita y la traeremos de nuevo. Reune a todos. —Enseguida, señor. Aún no sabía que estaba dispuesto a hacer para que ella volviera, pero tenía que darle una visita. Encontraría alguna manera. Él estaba a punto de salir cuando su teléfono sonó. Sabía de quién se trataba y era realmente muy importante, por lo que se encerró en el despacho, dejando a sus hombres afuera. —Señor Blake, que sorpresa recibir su llamado. ¿Tengo que pensar que algo anda mal? —No, Zyan. Sin embargo, quiero hablar contigo de algo muy importante. Nuestros jefes tienen un problema con que est
Ambos se habían tomado el día libre para acomodarse en la casa, sobre todo ella, que tenía que organizar su habitación. Lucca no había querido ir a trabajar todavía, esperaría hasta el próximo día.Ella estaba organizando uno de los regalos que le habían llegado aquella mañana cuando escucha que tocan la puerta. Lucca estaba recargado en el umbral mientras mantenía una sonrisa tranquila.—Oye, ¿Tienes un minuto?—Si, ¿Sucedió algo?—No, no exactamente. Tengo algo que mostrarte —él aclara su garganta y se acerca hacia ella—. Es algo que se me ocurrió mientras nos íbamos de viaje, supongo que te gustará.—¿Mientras nos íbamos de viaje? —ella frunce el ceño—. Bueno, entonces sorpréndeme.—Bien. Acompáñeme, señorita.Ella lo mira cuando cruza a su lado, al parecer él estaba entusiasmado con esto también. Podía ver su alegría desde que habían ido a la consulta, y a pesar de lo que había pasado en Hawái, las cosas estaban yendo bien.Lucca se adelanta unos pasos y abre aquella puerta doble
No tenía miedo a lo que él pudiera decir, pero ya estaba cansada de todo esto. Nunca se rendiría, sabía perfectamente que él no era esa clase de persona, ni siquiera con una advertencia. Esa fue la razón por la que decidió tener un arma en primer lugar, no es porque le gustara jugar a la mafiosa, sino porque creía que se sentiría protegida de él.—¿Hasta cuándo piensas torturarme, Zyan? —la mujer aprieta sus labios al mismo tiempo que el teléfono en su mano, cuando no hay nadie en la sala—No tomes esto como si hubiera empezado todo esto en primer lugar. Déjame hablar contigo, porque tampoco me gusta estar persiguiéndote por todo el país.—¿Para qué quieres verme?—Para solucionarlo.—Mira, si se trata del dinero...—¿Por qué se trataría de eso? Llegó el bolso con el efectivo, no busco que pagues más que eso. Solo quiero verte.¿Él acaba de decir que llegó un bolso?—No hay nada que podamos hablar tu y yo. No insistas, todo se acabó desde el momento en el que decidiste sacarme de tu v
Pov SamaraA pesar del pensamiento de Zyan queriendo aparecer, las semanas comenzaron a pasar con tranquilidad. Nunca hubiera pensado que un lugar tan ajeno y nuevo pudiera sentirme en casa, pero lo cierto es que pocas veces me sentí tan a gusto.Lucca trabajaba la mayor parte del día, y no me quejaba, también estaba intentando meterme en mi computadora. Descansaba a veces de la silla y caminaba por la mansión, lo cual me hizo pensar que debería intentar salir a otro lugar.Todo resultó mucho mejor de lo que imaginaba. Lucca respetaba mi espacio y la mayoría de las veces nos encontrábamos en la sala cuando llegaba de la oficina. Compartíamos la cena y charlábamos antes de ir a la cama. Fue cierto cuando dijo que podíamos ser amigos, él era una gran compañía.No me quejo de lo que tengo, pero sé que no es eterno. Odio estar en este lado de mi vida siempre, pero no lo puedo evitar, tampoco es que quiero vivir en una burbuja absurda donde se cumplirán todos mis deseos.Las cosas nunca re
La mujer caminaba por la cinta mientras su mente volaba por alguna parte. Aún se sentía una estúpida por volver a pensar en sus padres, pero era un asunto que no estaba resuelto. Saber que probablemente los vería en la noche no le dejaba muy tranquila, menos sabiendo la discordia que había entre la familia Birdwhistle y la suya. En algún momento debería resolver aquello, pero no estaba demasiado preparada para que sea hoy. Sin embargo, tenía otros asuntos qué resolver. —¿Estás nerviosa? Lucca aparece con su ropa de gimnasio unos minutos después. Últimamente parecía tan alegre que ya no lograba relacionarlo con el hombre que vio por primera vez, y se preguntó por un momento la razón por la que había actuado de esa manera. —¿Tú no? —le responde mientras hace una mueca —No estoy seguro de saber si es bueno o malo conocer a mis suegros —él sonríe cuando la ve poniendo los ojos en blanco— ¿Crees que puede llegar a ser tan malo? —No lo sé. Mis padres no son como los tuyos y no estoy se
Samara se mira al espejo, comprobando que su vestido estuviera bien. La hora de la fiesta había llegado, Lucca se había ido para saber si todo estaba listo con el chofer, hoy no conducirían ninguno de los dos. Al levantar la mirada, se encuentra con el hombre recargado sobre el umbral, mirándola. Samara tenía que admitir que en su ropa deportiva se veía sensual, pero dentro de un traje, las cosas se ponían de otra manera. —Estás hermosa —le dice él mientras mantiene los brazos cruzados, sin atreverse a caminar hacia ella El vestido rosa brillante había sido una buena elección, sin dudas atrapaba las partes que debía y dejaba relucir su barriga, la cual ya no se disimulaba. Samara había decidido que le gustaba verse así, aunque dudaba que volviera a estar embarazada alguna vez. —Tu deberías acomodarte eso —dice mientras camina hacia élv, igual te ves guapo. Lucca mantiene su boca cerrada cuando ella queda tan cerca de su rostro. La idea de que ella estuviera a solo unos centímetros
Si había algo que podía coronar a la noche como una completa mierda, era la presencia de Zyan allí. Aún no sabía cómo diablos había dado con el lugar exacto en donde estaría esa noche, pero estaba segura de que en algún momento tenía que resolver toda la mierda junta.Estaba claro que sus nervios estaban disparados, pero no le demostraría todo lo que causaba, ya demasiado había tenido que pasar para que él se diera el lujo de burlarse.—Por favor, habla conmigo —le dice él mientras se acerca—. Hemos estado huyendo por mucho tiempo, no te vuelvas a ir.Ante sus palabras, los ojos de Samara se elevan hacia los suyos, como si pudiera apuñalarlo con sus pupilas. Pensaba que no podía ser más hipócrita, él parecía que nunca iba a hacerse cargo de toda la mierda.—¿Qué dices? —pregunta ella, mientras aprieta los dientes—Estoy diciendo que se acabó, que no hace falta pelear más. Sé que todo esto fue una mierda, y que probablemente fueron los meses más difíciles para ambos, pero podemos soluc