LUZ MARTIN.Llegué a una gasolinera con las piernas temblando y deseando que las cosas mejoren un poco. Tenía suficiente dinero para alimentarme y poder vivir en un hotel hasta no tener otra opción y tomar un autobús a cualquier otro sitio fuera de esta ciudad que no paraba de recordarme mi identidad.A partir de ahora me llamaría Elizabeth hasta que pueda volver a mi vida normal. Porque deseaba que eso al menos se cumpliera y pensaba que eso seria momentáneo hasta que Hardi se olvidara por completo de mi existencia.Tras llegar a la gasolinera, entré al almacén que estaba abierto la 24hs, o al menos eso decía el cartel luminoso de neón rojo que cambiaba a verde y luego a azul.La chica que atendía el puesto me preparó un té con leche y un sándwich para acallar el hambre.—¿Puedo pasar la noche en la silla de mi mesa? —le pregunté, avergonzada.Me miró de mala manera y no me quedó otra que llevarme una mano al vientre para darle el indicio de que estaba embarazada.—Sí, pero si se ata
CAPÍTULO 41“Luz sintió lástima por lo que había pasado su compañero. Lo consoló pero dijo claramente que aunque podía entender su comportamiento, no lo perdonaría. Luz se dispuso a marcharse y le dijo a su compañero que quería alejarse de todas las bandas. Esperaba que su compañero no la siguiera más. El compañero aceptó”.La doctora soñó con eso toda la noche por lo que le fue imposible conciliar el sueño. Lo único que deseaba era encontrar la paz algun día ella también mientras acariciaba su vientre.***Mark y Nick se reunieron en un café que estaba prácticamente a las afueras de la ciudad. Cuando Nick estacionó frente al café, supo que era mala idea seguir en contacto con el sobrino del tipo que lo chantajeó toda la vida con la vida de su madre.Ni siquiera sabia por qué estaba allí, supuso que no le quedaba opción saber qué era lo que deseaba Mark.Después de regresar, el colega fue a contarle a Mark la verdad. Envió el correo electrónico y Hardi le ordenó que le mostrara delibe
42.—¿Puedo acompañarla?Levanto la vista y está Mark con un traje blanco con una pajarita en el cuello. Me observa, sonriente, poniendo sus manos encima del respaldo de la silla y con una sonrisa simpática.—Mark—suspiro, tragando el trozo de carne que tengo en la boca—Mark—vuelvo a repetir esta vez con la boca vacia—. Sí, sí sientate—le pido, haciendo un gesto de mano para que lo haga.Sonríe, complacido y toma asiento a mi lado mientras una maravillosa orquesta suena de fondo. Hay personas mayores y algunos de mi edad bailando como si ya estuvieran acostumbrados a esa vida tan relajada.Yo, sin embargo, siempre suelo ser espectador de los momentos que para la vida, son únicos.Mark me mira, le brillan los ojos. Mis mejillas se ponen rojas porque siento que me está viendo más de la cuenta.—¿Qué? —frunzo el ceño, curiosa.—Déjame decirte que estás preciosa, doctora—se sincera, tomando mi mano por encima de la mesa.Remojo mis labios en un segundo con la punta de la lengua, reprimien
CAPÍTULO 43.LUZ MARTIN.Sabia que no lo había dicho para herirme, pero en cierta medida, me dolió un poco saber que mi padre biológico no sabia de mi existencia luego de que él y Mark se enfrentaran en una fuerte pelea. Claro, según palabras de Mark.Entonces encontré una justificación cuando vio algunos golpes y heridas que ya se estaban cicatrizando. Si no fuera por los tatuajes, Mark estaría lleno de cicatrices horribles que los mismos dibujos sabían ocultar o disimular en el mejor de los casos.—Luz, es mejor que él no sepa de ti, sabe Dios lo que pasaría si lo hace y él resulta no quererte—me dice, apartándome un mechón de cabello del rostro mientras estamos acostados en la cama.—Lo sé. No sé en donde me estoy metiendo si sigo pensando en él y en mi madre. Nunca supe si estaba viva o muerta. Simplemente vine a este mundo sola, a la buena de Dios.Mark no dice nada, solo me acaricia la mejilla mientras ve mi rostro, cada parte de él, en un intento de suavizar mi malestar.Me da
CAPÍTULO 44LUZ MARTIN.Él nunca llegó.Íbamos a tener una especie de cena para mirar una obra de teatro que se llevaría a cabo en el hotel, pero nunca apareció. Al principió entendí una hora de retraso, pero luego, cuando pasaron tres horas y no recibí ningún mensaje suyo desde mi nuevo móvil, supe que no vendría.Mi vestido se arrugó, mi peinado ya no tenia sentido y mi maquillaje seguía intacto, pero no igual como si estuviera recién colocado.No iba a correr el riesgo de llamarlo o enviarle un mensaje, quizás darían con mi paradero si me dejaba llevar por mi impulso. Por lo que no me quedó otra que desvestirme, quitarme el maquillaje, quitarme cada orquídea de mi peinado y con una copa de vino, observé ya desnuda la noche de la ciudad.Había comprado el vino para los dos pero hoy sólo una copa fue servida.No lo culpaba.Ni tampoco sabía lo que yo estaba haciendo.No sabia si era el síndrome de Estocolmo el que estaba decidiendo por mí, o sólo quería acallar mis traumas familiares
CAPÍTULO 46.—Estás loca si piensas hacer eso—le habló Nick al teléfono.—No tengo opción, se lo acaban de llevar. Su camioneta está aquí—Luz seguía en el puente, con la mano en la frente y completamente perdida porque no sabía qué hacer.Acababan de llevarse a Mark.—Ven a buscarme Nick, por favor. No sé dónde estoy. Mark no ha dejado la llave de su camioneta y está aquí varada también. El idiota de Hardi ni siquiera me ha dejado tomar algo de dinero.—¿Dónde estás?—Puente de Madison.—Ahora mismo salgo para allá.Media hora después Nick estaba llegando en su coche y Luz no tardó en subirse al coche.—En una hora vendrán a buscar la camioneta de Mark ¿sabes a dónde se han ido? —le preguntó a Luz, apenas la vio.—No tengo idea, pero sí sé a dónde tengo que ir yo.Nick puso en marcha en coche tras mirarla con cierta confusión, pero no pretendía discutirle. Lo único en lo que pensaba era saber lo que ella estaba tramando.—Nos estamos metiendo con personas peligrosas, Luz. Creo que lo
CAPÍTULO 47Caminar hacia los matones de mi progenitor no fue sencillo porque sentía que estaba a punto de cruzar una puerta en la que mi identidad por fin seria descubierta. Años de incertidumbre, de verme al espejo y así poder imaginar la cara de mi madre y mi padre.Años pensando que quizás, tendría hermanos. Sin embargo, tenia que ir paso a paso para saber hasta dónde llegaría. Hasta dónde sabría lo que sucedió.Y suena ilógico, irracional, pero allí estaba por ir a enfrentar a los dos ogros que tenía delante de mí.Vestidos de negro, con lentes negros encima de su cabeza, merodeando por el sitio. custodiándolo para que ningún intruso se atreviera a observarlo demasiado. Estaban fumando, sentí el humo entrar por mis fosas nasales.Charlaban entre ellos, animadamente hasta que me vieron a mí y se alertaron.—Hola. Necesito hablar con su jefe—les dije, como si aquellas palabras banales me abrieran la puerta de la verdad.Se lanzaron una mirada y entonces, la seriedad en ellos se rom
CAPÍTULO 48Blair me mira, serio e incluso me resulta intimidante su fría forma de hacerlo. Como si le hubiese soltado una locura. Era una clara locura lo que acababa de pedirle, pero, no tenia otra opción.—¿Quieres que ayude al tipo que acaba de dejarme el rostro lleno de heridas y el cual me interceptó en una emboscada para hacerlo? —enarca una ceja.Por supuesto que pedírselo era una locura pero qué más podía yo hacer.—Sí.—Que ovarios posees—suelta un silvido—. Veo que puedo hacer pero tendrás que deberme un favor.—No quiero que se pase de la línea y sea igual de importante que el favor que le estoy pidiendo: no tiene que afectarme en absoluto.—¿Esas son tus condiciones, Luz?—Sí.—Está bien. Sólo lo hago porque realmente me caes bien y me gustaría contar contigo en algun futuro.***—Me hubiese gustado que me fueras sincero.—Si lo era ella estaría muerta.Mark y Hardi están de pie frente al rio en donde Luz debió morir. Una de las cosas que Mark no se esperaba es que lo llev