Desde que Max aterrizó en el sitio se dió cuenta del desastre que habían provocado, varios de sus hombres tendidos en el suelo con un balazo entre ceja y ceja. Eran francotiradores experimentados, sabían cómo tomarlos desprevenidos. __ Cuatro diferentes calibres. Fue lo que se encontró. - dijo uno de sus hombres, mientras Logan tenía un cartucho en sus manos. __ Tienen marcas. Solo hay un grupo criminal que marca sus cartuchos en esta ciudad. - le recordó a lo que esté medio lo vió. - Los Silver's. __ Lo dudo. Los Silver's no son tan imbéciles de atacarme. - miró todo el lugar. - Desde que Iván les advirtió no meterse con el clan, no volvieron a hacer nada en nuestra contra. Me voy más por miembros inactivos. Es ahí donde debemos buscar. El localizador se detuvo por lo que sabía que ir alli era perder el tiempo. De seguro le habían quitado cualquier cosa que se pudiera contenerlo, incluso el anillo. Envió a dos de sus hombres a buscarlo en la zona donde se vio su señal por última
La sombra se movió en la casa, como cualquier noche confiando en que su seguridad y la tecnología usada en dicha propiedad le brindó lo que tanto presumía. Descalzo y con su móvil en la manos caminó hasta subir a su dormitorio para poder culminar con su rutina diaria. Abrió la puerta de su dormitorio y exhaló cerrando con suavidad, solo que la madera no chocó contra el marco como siempre, lo que hizo que girara. Que tardía decisión, pues en cuanto lo hizo el proyectil disparado le atravesó el hombro, lanzándolo al piso, en donde se arrastró para alejarse de los pasos del hombre que fue por él antes de que este tomara el arma bajo su cama.Sabía quién era y porque lo buscó, pero jamás pensó que lo vería cuando ya fuera demasiado tarde. Estaba brotando sangre a borbotones de su hombro, el dolor era agobiante y esa necesidad de correr no podía ser saciada cuando tiraron de sus pies. Lanzó una patada que no le dio más que dos segundos. Prácticamente una nula oportunidad para escapar d
Max escuchó su teléfono vibrando una y otra vez, siempre la misma persona desde casi una hora antes. Optó por contestar esta vez, o de lo contrario tendría que estar interrumpiendo su interrogatorio cada cinco minutos. __ ¿Sabes en dónde se encuentra Emma? La estoy llamando y no contesta. - le dijo Coral de inmediato. - Dijo que se comunicaría conmigo luego, pero ese luego se extendió mucho y ahora no me contesta. __ Estoy ocupado. - sacó una tenaza de su estuche el cual revisó tranquilamente. __ Solo dime ¿está bien o no? Tengo algo que me dice que no, pero necesito que...__ Lo estará. - aseguró sabiendo a qué se refería. __ Eso quiere decir que mi presentimiento está en lo correcto. Sí está en peligro. - soltó dándose la vuelta hacia su novio. - Si Nataniel le hizo algo lo voy a matar. __ No si lo hago yo primero. - mencionó Max viendo a su presa. - Si sabes algo del viejo Bernardo avísame. Ella trabajaba en un restaurante que era de los favoritos del padre de Emma, no sólo
Desde muy temprano Coral ya se encontraba en su trabajo. Con un sujeto tan exigente como lo era su jefe, no tenía más remedio que apegarse al horario impuesto. Su rendimiento no era el mismo, pero le encomendaron algo, siendo la única razón para estar tan un sitio atestado de gente que seguían con su vida con gran normalidad. Recogía una de las mesas, mientras perdía la esperanza de ver al hombre que le indicaron buscar.Pero Max tenía razón, Bernardo Black cruzó la entrada con un tipo joven que le aseguró tener lo que le solicitaron. Coral se apresuró más cuando iban directamente a ella. Este no iba a perder la oportunidad de humillarla una última vez antes de marcharse de esa ciudad. Pero no le importó en lo más mínimo y soportó la mirada hastiada que recibió desde el principio. __ En un momento le traigo la carta. - le dijo saliendo de su vista, buscó el móvil en su bolsillo e intentó contactar a Max, sin lograrlo porque este estaba muy ocupado con uno de sus interrogatorios. L
__ Tendré que ir ahora. - le dijo Emma a Ximena cuando vió que era hora de que nadie rondara alrededor del sitio en donde las encerraron. __ Ten cuidado. Veré la forma de darte una señal si regresan antes. - ella asintió. Estaba nerviosa y no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo, pero escuchó los consejos de su amiga que dejó pegada a la puerta, vigilando que nadie llegara de sorpresa. Todos salían a esa hora, comían y se preparaban para peleas, se habían fijado en ello el día anterior. Ximena entendía que las costumbres es difícil de romper, por lo que estaba segura en que tenían al menos veinte minutos para tratar de conseguir la forma de comunicarse con su jefe o Samir. No quitó los ojos de la rejilla que le dejaba escucharlos, como tampoco perdió de vista el pasillo. Mientras Emma se vió atenta a cada lado de los pasillos que atravesó, tal como le aconsejaron. Llegó a la puerta que vieron cuando las regresaron a su celda, ahí era donde guardaba casi todo lo que los vió car
Afectar a alguien tenía diversidad de consecuencias, no todas favorables para todos, Max entendió porqué querían exponerlo a ese sitio de nuevo, pues Mike Russell tenía un recuerdo que siempre le gustó rememorar. Ofelia era la mujer por la que hubiese abandonado esa vida, lo pensó, pero esta lo abandonó de un día a otro. No era alguien de rogar claramente, pero sí rencoroso. Cuando la vio con el esposo de su compañera de trabajo, supo la razón del porqué lo descartó a él inmediatamente.El rencor creció en él y aquello en lo que era experto salió a relucir al querer hacerle pagar por quitarle lo que sabía suyo. La mejor forma de hacerlo era arrebatarle la mujer que se veía cuidaba como a nadie. En cuanto amenazó a Ofelia de hacerlo, en lugar de verse aterrorizada, le propuso el negocio más lucrativo que había escuchado, además de volver a tenerla, sellando el acuerdo con ellos dos pasando la noche juntos. Dos meses más tarde Amira, quien pretendía pasar una tarde noche tranquilament
Mike Russell supo que algo andaba mal porque ahí nada fallaba jamás y que las luces lo dejaran sin poder ver que era lo que sucedía en realidad, lo hizo trastabillar lleno de enojo, tomando desprevenida a Emma, quién solo sintió el tirón en su cabello, del cual se aterró y quiso soltarse cuando la arrastraron a la salida. Gritos, confusión y mucho descontrol fue todo lo que se escuchó en el fondo, siendo atropellados por los hombres que usaron mira térmica para facilitar el movimiento entre tanta gente, dando de baja a aquellos que veía sospechosos. Ximena corrió a la jaula, pero esta ya se encontraba vacía, por lo que tuvo que girar a todos lados, fijándose en el grupo de hombres que corrieron a un mismo sitio. __ Mi mujer es la prioridad. - dispuso Max con rifle en mano, evitando ver a otro sitio que no fuera los sujetos que fueron de un lado a otro, derribándolos con un tiro certero. Fue a Emma a quien buscó en todo momento. No dejó que alguien llegara a tocarlo, porque no iba
Emma no sintió que fue levantada a la fuerza por Mike, el cual la tomó de la barbilla y la obligó a ver el sitio de donde las astillas más pequeñas seguían volando. Le fue imposible creerlo. Su voz se negó a salir, su estómago se hundió y en su garganta miles de clavos se incrustaron con el terror de pensar que pudo haberlo perdido. Las columnas comenzaron a moverse, causando el ruido que dejó su sangre vuelta hielo. Respirar dolía. Moverse le resultó una tarea difícil y en aquel instante todo se volvió tan doloroso que no supo como mantenerse de pie. Los escombros comenzaron a caer unos tras otros, enterrando el paso que no pudo verse más. __ ¿Y así ves a Maximiliano Turner como alguien invencible? - soltó Russell riendo para que no dejara de ver lo que él sintió como una victoria indiscutible contra su enemigo. - Mira. Emma dejó que una lágrima rodara por su mejilla. __ Míralo. Nadie podría contra mí. - sus dedos se enredaron en su cabello aprovechando que estaba vulnerable. -