El helicóptero aterrizó y Emma no supo que lugar era, pues la mañana comenzó a llegar y desorientada no tenía ni la más remota idea de lo que sucedía en realidad.Samir la dirigió por un camino empedrado en donde cargó todo por ella, mientras tanto Emma no dejó de ver a su alrededor. La neblina de la mañana le erizó los vellos del cuerpo entero, pero solo se abrazó a sí misma para continuar descendiendo hasta una casa que parecía más una casa para aislarse del mundo entero. Entonces algo tuvo sentido. Era eso lo que quería estar en un lugar donde nadie pudiera tener contacto con ellos.__ El señor pidió que le tuviéramos un abrigo listo, señora. - dijo una mujer de mediana edad que tenía el cabello perfectamente amarrado. Ella agradeció y se cubrió con la tela gruesa inmediatamente, preguntando a la vez por Max. - Se encuentra en la sala de comunicación. Cuando termine de seguro saldrá de ahí. __ ¿Puedo ir allí? - preguntó tímida. __ Es su esposo, según dijo. Puede hacer lo que sea.
Emma no dejó de escuchar esa revelación en su cabeza. Tenía sentido, a la vez no. Había tantas emociones no resueltas que le pareció absurdo cada detalle, aún sabiendo que podía ser verdad también. No podía ignorar que Max tuviera sus razones y todas tenían argumentos válidos. Pero era su padre del que se hablaba, ¿como podía dejar de pensar eso? __ ¿Como está? - quiso saber conteniendo todo lo que eso causó en su pecho. - Me refiero al veneno que le dieron.__ Actuamos a tiempo. Pero de no ser por el ataque, seguramente no nos hubiésemos dado cuenta hasta que fuera demasiado tarde. - mencionó apretando su mandíbula. - Esos tiros por poco lo matan, pero de no ser por ellos, algo más lo hubiese hecho. Tan solo pensar en que su padre podía morir también le causó una horrible grieta que en su pecho se había instalado. Era muy difícil no pensar en lo que había ocurrido, pero al enviar a alguien para que buscara el auto en el cual el tirador escapó, no fue encontrado. Solo tenía una s
La sola imagen plasmada en su cabeza era de darle nauseas a Emma. No podía ser cierto, aunque ella lo haya pensado al principio. Pero con tanto que Bernardo lo había defendido ya comenzaba a hacerse teorías no tan coherentes. Pero su padre no permitiría que pasara algo con ellos de ser así, se dijo. Tan enfermo no era.__ No creo que se trate de tu padre. - alegó Max mirando la perturbación que ella poseía. - Voy a averiguar de a quien pertenece ese número, pero estoy casi convencido que no es él. La fascinación de Bernardo por Nataniel no es por otra cosa que no sea dinero a su disposición. Algo que yo nunca le podría dar.Esa palabras la reconfortaron un poco, pero no era algo confirmado por lo que la idea aún le preocupaba. Solo que Max no se quedaría a esperar por una respuesta, quedando en salir en la mañana en búsqueda de esa clínica. Eran los únicos que podían brindarle la cara de dicha persona.__ Ximena se quedará contigo mientras no esté. - le dijo cuando estaba preparado
Ofelia entró a su casa y el papel de viuda dolida desapareció, ya estaba harta de fingirlo y aún solo pasan un día, no sabía cómo soportaría más.Estaba aterrada por lo que pudiera venir. Pues la amenaza latente que Mike Russell le lanzó horas antes estaba ahí presente en su cabeza. No podía permitir que eso fuese revelado. Ya habían pasado muchos años y que ahora le exigiera mucho más por permanecer en silencio la molestó de sobremanera. No podía pensar claramente si no desaparecía. __ Dijiste que Maximiliano aparecería en el funeral. - le reclamó Nataniel. - Pero no estuvo ahí Emma menos.__ ¿Podrías dejar de idiotizarte por esa perr4? - se exaltó Oriana. - Cada vez que su nombre sale de tu boca pareciera que la amas. Como si no fuese la que le abrió las piernas a Maximiliano cuando tuvo la oportunidad.__ No te permito que...__ Ya dejen de pelear. - a Ofelia también le molestaba que su hijo siempre saliera en defensa de Emma. Sí era la mujer que podía darles los veinte millone
Nataniel no podía dejar de ver la herida en su pierna, dolía demasiado como para ignorar el hecho de que fue atravesada con un proyectil que pudo fácilmente romperle el hueso. Sin embargo aún podía apoyarlo, con ayuda de Ofelia entró a un edificio donde ella se encargó que lo atendieran. Debía haber una forma de recuperar lo que era suyo,se dijo. Maximiliano no podía tener lo que tanto le costó conseguir. __ Te dije que lo mataras también. - le reprochó Ofelia. - Nos hubiésemos ahorrado todo esto.__ No quiero pensar en eso ahora. - se llevó el brazo a la cara, su pierna le dolió mucho al moverla un poco. Lo que no sabía Ofelia era que los tiros que impactaron en Iván iban para Max, no para su esposo. La intención de Nataniel fue de matar a su hermano, no a su padre. Pero no contó con que Iván se interpusiera en sus planes. Ahora debía lidiar con las heridas que lo postraron en una cama al menos hasta que poder caminar fuera posible y soportable. Necesitaba ir por Emma, se promet
Desde que Max aterrizó en el sitio se dió cuenta del desastre que habían provocado, varios de sus hombres tendidos en el suelo con un balazo entre ceja y ceja. Eran francotiradores experimentados, sabían cómo tomarlos desprevenidos. __ Cuatro diferentes calibres. Fue lo que se encontró. - dijo uno de sus hombres, mientras Logan tenía un cartucho en sus manos. __ Tienen marcas. Solo hay un grupo criminal que marca sus cartuchos en esta ciudad. - le recordó a lo que esté medio lo vió. - Los Silver's. __ Lo dudo. Los Silver's no son tan imbéciles de atacarme. - miró todo el lugar. - Desde que Iván les advirtió no meterse con el clan, no volvieron a hacer nada en nuestra contra. Me voy más por miembros inactivos. Es ahí donde debemos buscar. El localizador se detuvo por lo que sabía que ir alli era perder el tiempo. De seguro le habían quitado cualquier cosa que se pudiera contenerlo, incluso el anillo. Envió a dos de sus hombres a buscarlo en la zona donde se vio su señal por última
La sombra se movió en la casa, como cualquier noche confiando en que su seguridad y la tecnología usada en dicha propiedad le brindó lo que tanto presumía. Descalzo y con su móvil en la manos caminó hasta subir a su dormitorio para poder culminar con su rutina diaria. Abrió la puerta de su dormitorio y exhaló cerrando con suavidad, solo que la madera no chocó contra el marco como siempre, lo que hizo que girara. Que tardía decisión, pues en cuanto lo hizo el proyectil disparado le atravesó el hombro, lanzándolo al piso, en donde se arrastró para alejarse de los pasos del hombre que fue por él antes de que este tomara el arma bajo su cama.Sabía quién era y porque lo buscó, pero jamás pensó que lo vería cuando ya fuera demasiado tarde. Estaba brotando sangre a borbotones de su hombro, el dolor era agobiante y esa necesidad de correr no podía ser saciada cuando tiraron de sus pies. Lanzó una patada que no le dio más que dos segundos. Prácticamente una nula oportunidad para escapar d
Max escuchó su teléfono vibrando una y otra vez, siempre la misma persona desde casi una hora antes. Optó por contestar esta vez, o de lo contrario tendría que estar interrumpiendo su interrogatorio cada cinco minutos. __ ¿Sabes en dónde se encuentra Emma? La estoy llamando y no contesta. - le dijo Coral de inmediato. - Dijo que se comunicaría conmigo luego, pero ese luego se extendió mucho y ahora no me contesta. __ Estoy ocupado. - sacó una tenaza de su estuche el cual revisó tranquilamente. __ Solo dime ¿está bien o no? Tengo algo que me dice que no, pero necesito que...__ Lo estará. - aseguró sabiendo a qué se refería. __ Eso quiere decir que mi presentimiento está en lo correcto. Sí está en peligro. - soltó dándose la vuelta hacia su novio. - Si Nataniel le hizo algo lo voy a matar. __ No si lo hago yo primero. - mencionó Max viendo a su presa. - Si sabes algo del viejo Bernardo avísame. Ella trabajaba en un restaurante que era de los favoritos del padre de Emma, no sólo