__ Dime qué es una broma. - sugirió Coral al oír a su amiga contarle lo que su padre había pedido. Emma solo cerró los ojos. - ¿Es que ese hombre no se cansa de ser estúpido? Lo siento, Em. Pero me jode como se encarga de hacer lo agradable en desagradable. Retiró los platos de la mesa para lavarlos. __ Hasta parece que su única misión en la vida es eso. __ Me duele la cabeza de solo pensar en lo que dijo. No sé cómo puede dormir creyendo tantas tonterías. - rió siendo lo único que podía esconder el disgusto. - Necesito dormir y dejar de escucharlo.__ No, señora. Ahora cuenta las acciones agradables que hiciste. - movió las cejas y Emma no pudo evitar reír. - ¿No terminaste escaldada? __ A veces creo que tú solo existes para escuchar chismes. __ Análisis cualitativos de los sucesos venideros o que ya sucedieron. No chisme. - se defendió Coral. __ Pues los sucesos que ya sucedieron se quedarán en mi mente. - determinó su amiga. A lo que ella giró sobre las puntas de sus pies. _
Los días no se detuvieron, el agotamiento era mucho, pero aún así el tiempo no tuvo piedad de Emma, quién tuvo que soportar la cercanía de Oriana, la cual buscó cualquier excusa para entrar a la oficina de Maximiliano. Este no disimuló su desagrado y solo la envió a sacar en todas las ocasiones que lo hizo, mientras Emma también vio las intenciones que su ex tenía con ella. Esos roces "accidentales" siempre terminaron con un empujón de su parte. Solo que para Nataniel nada era suficiente, pues ver la cara que Maximiliano ponía cada vez que los veía cerca lo valió todo.Dos semanas pasaron y Emma no lo aguantó más. Lo peor del caso era que aún quedaban detalles.__ Hoy haré mi prueba de vestido. Te invitaría, pero ya pasamos mucho tiempo juntas. - le dijo Oriana a Emma. - Además podrías copiar mi diseño. __ Tranquila, dudo que tus gustos y los míos peguen. - sonrió con galantería, mientras agrupó los papeles que llevó a la oficina de su jefe segundos después. Se aseguró de ponerle s
Emma tenía la finalidad de olvidarse de los momentos únicos que había tenido con Maximiliano los últimos días, pero le fue imposible no hacerlo cuando lo veía a él mirarla de distinta manera desde esa noche casi dos semanas atrás.No podía simplemente ignorar lo que había comenzado a disfrutar su compañía. Tampoco que notara algunas diferencias en él para ella, quería pensar que lo estaba confundiendo todo, pero también esa parte que le reiteró que no tenía mayor fuerza que la renuente a creerlo. __ Estamos a solo dos días del glorioso día. - dijo Nataniel y Emma giró los ojos sin dejar de hacer su trabajo. - Quien lo diría ¿no? Tú y yo en un altar. La vida da muchas vueltas, amor. __ Por eso te marea y te vuelve un baboso. - contestó hastiada de su actitud. - Si tú no tienes un trabajo por el cual responder, no es mi problema, pero yo sí. Por lo que te pido de la forma más amable que te mereces, que te largues de una buena vez, imbécil. __ Que agresiva. - extendió su mano para toc
El gran día llegó. Emma despertó con gran paz, quería estar en otro lugar, pero su cama también era cómoda por lo que estiró su cuerpo para quitarse la pereza que la hizo suspirar al abrazar más su colcha. Ese día sería de calma total...o quizá no, porque la puerta de su habitación fue prácticamente lanzada hacia contra la pared cuando Coral la empujó como si se tratara de un allanamiento.__ ¡Arriba, bella durmiente! - abrió las cortinas y Emma sintió la luz del sol golpear su rostro, cubriéndose rápidamente con su almohada. __ A la bella durmiente la besa su príncipe para despertarla, no su amiga con gritos de loca. - se quejó.__ Porque la bella durmiente no tenía la fortuna de tenerla. - respondió quitándole la colcha a la fuerza. - Ve a la ducha, mientras yo me encargo de traer a los maquillistas. __ Pero mi desayu...__ A la ducha. - señaló mirando la pantalla de su teléfono.__ Si, pero mi...__ Me encargo del resto. Tú solo obedece. - sin poder refutar tuvo que obedecerle a
La fiesta era lo de menos, las miradas cómplices que Emma le lanzaba a su esposo tenían a Max con el razonamiento fundido. No era de bailar, pero tenerla a ella de la cintura, mientras la música de fondo creaba ese momento que los encerró en una burbuja a los dos no lo quisieron romper.Impidieron que cualquiera de las "hienas" como Maximiliano comenzó a llamar a su suegro, ex suegro y su hermano con su esposa desde minutos antes. Sabía que llegarían por lo que cuando fue avisado solo ordenó que por ningún motivo los dejaran entrar al lugar. __ Me permites bailar con la novia. - le dijo uno de sus invitados. __ No. Ya debemos irnos. - dijo este haciendo reír a Emma, quien agradeció no haber elegido zapatos altos para su primer baile con su esposo, pues cada zancada de este pareció decidido a dejar ese sitio atrás. __ ¿Cuál es la prisa? - preguntó Emma.__ Si te respondo dirás que todo quiero sexualizarlo. - rió más fuerte y se colgó de él. - ¿No te quejas ahora? __ No, elijo ser
Emma recibió los labios de Maximiliano, mientras sus manos se aferraron al cabello del hombre que se fundió entre sus piernas y brazos, al tiempo que el empellón le robó el aliento.Una mañana más disfrutando de su marido, quien no estaba dispuesto a guardarse las ganas que tenía de estar así todo todo el tiempo. Emma agradeció haber tenido su chequeo mensual con su ginecólogo para asegurarse que no había de qué preocuparse, pues tener el miembro erecto que se sacudió entre sus paredes la volvió esclava de los gemidos que Max se tragó, mientras empujó más fuerte. __ Tengo hambre. - dijo Emma al sentirlo retirarse para ubicarse nuevamente en su entrada. __ Puedo alimentarte fácilmente. - con él no había pudor manteniendo sus piernas abiertas para ver el canal que bañó con su s3m3n. - Así como tú me alimentado. Emma se cubrió los senos al sentirse insegura, pero este las volvió a descubrir para llenarse la boca con ellos. __ Me encantas. Toda tú. - dijo llegando a su boca. Ella lo a
Bernardo envió a alguien para saber que su hija al menos la estaba pasando mal después de dejarlo en ridículo frente a un grupo de personas que vieron como al padre de la novia le fue terminantemente prohibido entrar a la fiesta.Quería saber que estaba pagando el tratarlo así, sin embargo no los encontraron en su hotel cuando el sujeto preguntó por ellos, pues la pareja junto a una fogata y con las risas que Emma logró sacarle a Max, ni siquiera recordó al resto del mundo. Este la besó cada vez que se le antojó. La dejó disfrutar de su noche en la naturaleza, mientras él lo hacía al tenerla siempre cerca. El calor de la fogata apaciguó el frió de la noche y estar juntos, en un sitio donde nadie los interrumpió fue aún mejor de lo que creyeron. Solo querían disfrutar de ese instante, valiendo muy poco lo que él resto pensara o hiciera. Emma entró al vehículo en brazos de su marido, el cual no supo desde cuándo le gustaba cargar a personas dormidas. Apagó la fogata y se trasladó has
Los gritos de ambas mujeres al verse taladraron los oídos de los dos hombres que las vieron abrazarse como si no se hubiesen visto durante años. La efusividad con la cual se saludaron, Fernando la había visto, pero Maximiliano no, por lo que él primero se acercó y exhaló.__ Va para largo y tendrás que escuchar como una le cuenta haber visto a alguien sexy en la calle o en algún otro sitio. - le dijo con las manos metidas en los bolsillos. - Te ahorro mucho contexto de sus conversaciones. ¿Un trago? __ ¿Se les puede meter una papa en la boca y dejarán de hablar? - preguntó este al oír exactamente lo que Fernando dijo. Lo reconoció como el hombre que entregó a su esposa en el altar, además del hijo del dueño de una de las aerolíneas que usaba frecuentemente. __ Lo intenté al principio, pero para ella siempre haya una forma para continuar la charla. - expuso siguiéndolas hasta adentro de la casa donde Emma era interrogada por Coral. __ ¿Que whisky tienes? __ Soy más de vodka. - Max