Me mantengo con la mente en blanco, parada en la puerta de la sala, esperando que Aaron me diga que su nueva propuesta “sucia” sea solo una broma, aunque en fondo espero que no sea una broma.—No hagas gran escándalo al respecto —dice él mirándome de reojo—, eres un adulto ahora, seguro sabes que los hombres deseamos ciertas cosas, y si Fred es un hombre como aseguras, él también debe estar buscando otras “cosas” de ti.—E… Él no es así —me niego avergonzada.—¿Estas segura?Me mantengo en silencio y bajo la mirada, porque en realidad no sé si Fred quiere o no llegar a “mas” conmigo, porque ahora mismo me siento tan confundida que ya no sé si yo quiero que él llegue a más de eso.—Ven conmigo, te enseñaré, y te aseguro que no será nada aterrador… —dice Aaron, dando un par de palmadas a su lado en el sofá— Además es mejor que aprendas conmigo, que soy tu amigo, y no llegues en blanco con alguien tan importante como Fred.Sé que puedo negarme, es más, sé que debería negarme… Pero cuando
Así que finalmente llega el día que yo tanto había estado esperando, una semana después de la llegada de Aaron a Paris, Fred y yo finalmente decidimos ponernos de acuerdo y salir a una cita a un restaurante para almorzar algo ligero.Sé que Aaron no está contento, me ha estado “apoyando” todo este tiempo desde que regresó, enseñándome cosas sobre citas y esas tonterías. Pero yo sé que él muy en el fondo tenía la esperanza de que yo no saliera con Fred, y que simplemente lo olvidara.Para su mala suerte yo no planeo dejar ir a Fred, y aunque siento mi corazón algo contrariado por mis sentimientos hacia Aaron, eso no cambia que Fred me siga gustando y que quiera intentar algo con él.—Ya estoy lista —digo animada, caminando hacia la cocina para despedirme de Aaron.Como cada mañana, después de hacer ejercicio, Aaron se encuentra en la cocina preparando su propio desayuno. Tenemos servidumbre que él mismo contrató en la mansión, pero por alguna razón él insiste en hacer ese tipo de cosas
Asustada me encojo en ese asiento del coche, sin poder apartar mi mirada asustada de esa pistola, que Fred estaba apuntando en mi dirección con tanta naturalidad que de verdad daba miedo.—No tienes que hacer esto… —suplico aterrada.—Claro que tengo que hacerlo —responde él calmado, sin apartar la vista del camino—, me están pagando una jugosa cantidad de dinero por hacerlo, seguir el plan de mi cliente me dará mucho dinero.¿Quién es este tipo? Fui demasiado tonta, una ilusa, ahora me siento tan culpable por haber creído en él, tan tonta que mi corazón duele de verdad.Mi padre siempre me lo advirtió: No confíes en extraños, no importa lo que te digan o como se vean, siempre serán extraños… Y yo confié en Fred.Supongo que debió ser obvio para mí, como él fue el primero en hablarme en un lugar tan concurrido como una cafetería, lo interesado que se mostró en mi desde el primer segundo, la manera en la que insistía para pasar tiempo a mi lado, e incluso esta conveniente cita. Sé que
No puedo evitar sonreír con esperanza, ya que saber que Aaron o sus hombres estaban ahí para salvarme era un alivio.Sin embargo, esa sonrisa rápidamente se desvanece de mi rostro cuando veo a Fred, quien furioso se acerca a mí con pasos rápidos, y tomándome del cuello me empuja contra una pared, haciéndome quejarme por lo mucho que había dolido sentirlo hacer eso.—¿A quién demonios llamaste? —preguntó él de forma agresiva.—No puedo… Respirar… —me quejo intentando empujarlo y alejarlo de mi cuerpo.—Fred, detente —escucho que ordena “el jefe”, logrando controlar a ese idiota agresivo.De mala gana y soltando varios improperios, Fred suelta mi cuello y retrocede, regresando al lado de su jefe para hablar con él en susurros, probablemente planeando o preguntándose que iban a hacer ahora.Yo por mi parte me desplomo de rodillas en el suelo, tosiendo desesperada, mientras toco mi cuello con las manos y me siento muy adolorida. Fui agraviada de una forma realmente dolorosa, nunca creí qu
—¡Aaron! —aterrorizada grito el nombre de mi esposo, viendo como él se pone frente a mí en menos de un segundo, cubriéndome de un disparo certero.Desde una de las ventanas de esa horrible casa, Fred se había atrevido a levantar su pistola y disparar en mi dirección. Afortunadamente o por desgracia, no estoy muy segura de cual, Aaron había escuchado el sonido del disparo, y antes de que yo pudiera darme cuenta, me había cubierto con su propio cuerpo para protegerme.Entonces todo vuelve a comenzar, todos esos hombres que trabajaban para mi esposo se ponen en posición, y rodeándonos a Aaron y a mí, comienzan a disparar de forma enajenada en dirección a la casa, probablemente buscando acabar con el idiota de Fred.Ese cobarde asqueroso, que se había atrevido a dispararme cuando estaba de espaldas y a punto de marcharme, rápidamente se escondió y salió huyendo. No pude ver si alguno de los hombres de Aaron terminaron disparándole y acabando con él, solo lo observé desaparecer de la venta
Me quedo fuera del pasillo por un par de minutos más, hasta que todos los empleados de Aaron comienzan a salir del lugar. Cuando ellos se marchan, ninguno se toma la molestia de mirarme, o si quiera saludarme o decirme alguna palabra amable, se siente como si yo fuera algún tipo de ser invisible para todos ellos, es tan… Frustrante.Cuando esa hermosa mujer rubia sale del lugar, me lanza una nueva mirada llena de furia, sé que, si no estuviéramos rodeadas de gente y fuera de la habitación de Aaron, ella probablemente me hubiera dado una bofetada, culpándome de todo lo que le había pasado a mi esposo.Finalmente me quedo sola, y dudando un poco, me acerco lentamente a la puerta de la habitación de mi esposo, asomándome al interior, mientras siento mi corazón palpitando fuertemente en mi pecho.¿Aaron también está enfadado conmigo por lo que paso? Tiene todo el sentido del mundo que este enfadado, sería lo más normal tomando en cuenta lo que pasó, él siempre me advirtió que Fred le daba
Pasan los días, y yo dedico mis horas a cuidar a Aaron.No lo hago solo porque siento que se lo debo, él ligeramente me salvó la vida al cubrirme de una bala que podría ser mortal para mí. Lo hago por que ha comenzado a ser alguien muy importante para mí, no solo como un amigo, también… Como algo “mas.”He comenzado a sentir cosas reales por Aaron, es extraño, porque ahora mi corazón palpita de una forma muy rara cuando estoy a su lado o permito que él tome mi mano, es como si mi propio cuerpo me traicionara sin remedio cuando se trata de él. Además de que últimamente he comenzado a sentirme tímida, cada vez que él dice mi nombre o me dice algún halago, me siento apenada y a la vez emocionada, aceptando sus dulces halagos y palabras.—¿Tu preparaste todo esto para mí? —pregunta Aaron sorprendido, admirando el plato de comida que traje para él.—Así es —respondo riendo ligeramente, sintiéndome muy nerviosa—, quería sorprenderte.Sé que tenemos criadas, lo he sabido todo este tiempo, pe
Pestañeo un par de veces confundida, ya que me cuesta asimilar un poco lo que él acaba de decirme.—¿Una cita? —pregunto incrédula.Sé que debería sentirme emocionada, ya que recibir una invitación de este tipo del hombre que me gusta debería llenarme de emoción. Pero cuando Aaron me da esta invitación en lo único que puedo pensar es en lo preocupada que me siento, ya que pienso en la reciente herida de su espalda y que pasó mucho tiempo en cama, además de los peligros de salir solos después de todo lo que ha pasado, y como temo que él vuelva a ser lastimado a mi lado.—¿Estás loco? —pregunto presionando sus manos con un poco más de fuerza— Aaron yo… De verdad aprecio tu intención, es lindo que quieras “mejorar” mi primera cita, pero ahora estas demasiado débil, y tu herida…—No soy un ser humano tan delicado, te lo aseguro —me interrumpe Aaron, acercándose un poco más a mí—, voy a estar bien.—Aaron… —vuelvo a llamar su nombre sintiéndome muy angustiada.—Escúchame, me siento bien, l