Narra Ainoa—Me veo en la obligación de contratar a alguien para que se haga cargo de tu imagen, Ainoa. Ese día asistirá parte de la familia, amigos y socios que deben estar. No quisiera involucrar a nadie pero hay gente que simplemente deben estar. Espero que no te opongas cambios que considere el estilista apropiados.—No señor, no hay problema.—No te ofendas pero… como lo digo sin que te incomodes. Estas un poco desarreglada.No le digo nada porque sé que es verdad, no tengo de que quejarme aunque me lastiman sus palabras.—En una hora vendrá un estilista, mi madre también te asesorará.—Sí señor.Tal como lo dijo, un hombre amanerado llega a la casa junto a otras mujeres; a la hora llega la madre del señor Robert y desde que están aquí, solo me miran de pies a cabeza.—Creo que tienes razón —dice la señora Malory.Es lo que alcanzo a entender, pues estoy leyendo sus labios.—¡Dariana! pásame las tijeras. Esta chica tiene un perro muerto en su cabeza y hay que quitarlo de allí.La
Narra RobertEl rostro de Ainoa cambió de una manera extrema, no parecía la misma mujer de antes. Por lo menos sé que las fotos no quedarán mal.Un día antes de la boda y de sentir el verdadero terror, organizo los asuntos del trabajo y del banco con el abogado, el cual se ha encargado de retener lo más que pueda a los malditos que ya quieren hacer dinero con la compañía de autos.—Ainoa, creo que mi madre vendrá en un rato, recuerde no hablar demás con ella.Conozco a mi madre mejor que nadie y sé que habla hasta por los codos.—No se preocupe.Paso hasta la cocina para tomar algo de café, me levanté antes de mi hora habitual para entrenar y luego organizarme para ir al trabajo.Salgo al jardín y organizo mi rutina, he tratado de mantenerme en forma física y mentalmente. Desde la puerta de mi padre, bajé de peso y me descuidé, es hora de volver a ser yo y darlo todo por el todo.—Señor, le haré una ensalada de frutas, ¿desea algo más?Dejó de hacer mis flexiones de pecho y me pongo e
Narra AinoaSoñé con la boda un día antes de la ceremonia, mis padres me acompañaban, estaban tan felices que puedo jurar que siento en mis manos las lágrimas que limpié de la mejilla de mi padre.Desde que me desperté a las cinco de la mañana, tengo la sensación de mi familia a mi lado; en ese sueño yo sostenía la mano de mi padre y se sentía muy cálida. Me hace sentir triste, desolada y muy pensativa.Me quedé en el jardín y esperé allí hasta que amaneciera por completo.—Veo que tampoco pudo dormir —dice Robert sentándose a mi lado.—Sí dormí, pero me levanté muy temprano. ¿Y usted?—Estuve dando vueltas en la cama, pero no pensaba en la boda, era por trabajo.Robert dice que está tranquilo, pero pareciera que mintiera.—En una hora llegan a organizar todo, puedes quedarte en mi habitación. Yo me cambiaré en casa de mis padres.—Señor, sé que esto es bastante repentino, pero quiero recordarle mi habitación, digo; es porque no he visto movimientos con respecto a eso.—Dormirá en la
Narra AinoaNuestras manos juntas frente al altar, frente a un montón de personas que creen que vienen a la unión de una pareja que se ama. Esto es un gran pecado, no tenemos el perdón de Dios. Lamento padre de Robert, que la unión que quería para su hijo no sea la correcta. No lo conocí, pero respeto su memoria, pensará que no, pero respeto a los muertos —pienso mientras el sacerdote habla.Mis manos tiemblan porque los ojos de las casi cuarenta personas que hay como invitados, están en puestas en mí, más de uno preguntándose quien es la mujer que está junto al gran Robert Harrison; del que todos hablan halagando y exaltando por las hermosas mujeres con las que se junta.—Todos nos hemos reunido para acompañar a una pareja que se ama, que se demuestra su amor y aprecio de todas las formas. Ese mismo amor los ha hecho venir a este altar ante Dios.Nos sentamos a escuchar las palabras del sacerdote, estaba muy nerviosa, temerosa y creyendo que es un error, pero ya es tarde para arrepen
Narra VerónicaCreí conocer todas las emociones, pensé haber vivido todas las experiencias suficientes como para no sorprenderme de nada a estas alturas de mi vida. Pero me di cuenta de que había emociones nuevas, unas que no fueron agradables de sentir. Cuando recibí la invitación del matrimonio de Robert, el corazón se me detuvo, la leí muchas veces hasta el punto de asimilarlo.—¡Oh! vaya que sorpresa, creí recibir invitación de cualquier tipo, pero nunca del matrimonio de Robert Harrison. No sabía que tenía una novia.Miro a Nikolay sorprendido y entusiasmado, yo no puedo decir lo mismo, estoy impactada y no quiero aceptarlo.—¿Quién es esta mujer? Ainoa Welch, no creo saber sobre una mujer llamada así.Frunzo mi ceño por creer tener la idea de ese nombre, sé que lo escuché en algún momento, pero no estoy segura.—Es muy pocos días, me pregunto cual será la razón. A caso no piensan que la fecha es muy cercana a la muerte de su padre, que pensará la gente. El señor Eduard no tiene
Narra AinoaMis pies dolían demasiado, ya quería que todos se fueran. La tarde cayó y la noche ya estaba cono nosotros. Los familiares más cercanos eran los que faltaban por marcharse, los amigos y socios de Robert se marcharon al final de su discurso.A las 10:00pm. La última que faltaba por irse, era la madre de Robert. Ella muy amable se encarga de que todo quedara ordenado, estuvo al pie de los del grupo de logística; fue lo mejor porque yo no tenía alientos para nada.—Fue un momento especial, estar con la familia me hizo tener fuerzas, bienvenida a mi familia; mi nueva hija Ainoa —dice la mujer dándonos un abrazo.—Gracias madre, por todo. Por favor, te encargas de escoger las fotos —menciona Robert.—Claro, le ayudaré a tu esposa en eso.La mujer se va y por fin estamos solos, me quito los tacones y me tiro en el sillón levantando mis piernas.—Doy dos pasos más y me desborono.Cierro los ojos y ya siento como el vestido me fastidia, hasta siento que me pica el c***—Voy a dorm
Narra RobertDormí todo el día, necesitaba mantenerme energético porque volvería a la aerolínea. Esto de estar al tanto de las dos al tiempo es agobiante, escogeré a alguien capacitado para ayudarme con la nueva.La mañana siguiente, voy a la oficina principal que pertenecía a mi padre, ya he escuchado que muchos supieron lo de mi boda, pero no se ha confirmado nada. No hay noticias, no hay fotos en redes, ni nada que me compromete a mí o la identidad de Ainoa. Si hubo un fotógrafo para encargarse de evidencias de las nupcias, pero nada con el propósito de divulgarlo en algún medio.Entro a la oficina y la recorro, hago lo que hacía mi padre por las mañanas, paso por su biblioteca personal y me sorprende todos los libros que ha leído. En cada hay muchos más.Sigo caminando y me detengo frente al cuadro colorido, ha tenido muchos cuadros y de forma anual los cambia, no sé por qué aun tiene este. Me cruzo de brazos y lo observo, me enfoco en el rostro de la mujer y…—Ese rostro es el de
Narra RobertLograr una meta de mi padre, se siente mejor que una propia. Para agilizar y poder iniciar con el funcionamiento del lugar, le dije a Nikolay para que fuera mi socio; el hombre con solo ver mi propuesta aceptó. Él sabe que mis negocios son fructíferos, que tendrá sus ganancias aseguras, es un dinero bien invertido.Estuve por fuera de casa muchos días, fue un mes lleno de tanto trabajo que solo veía a Ainoa por las mañanas y en las noches. Casi siempre la veía hacer sus funciones de empleada y nunca hablábamos.Mi madre algunos días iba a casa para hacerle compañía a mi esposa, ella empezaba a disgustarse por mi distanciamiento con ella, pero al tiempo comprendía mi trabajo.En este tiempo logramos sacar todo adelante, había asuntos legales que resolver y papeleos de rutina que cumplir. Peter estuvo allí como siempre, solo nos queda ultimar detalles de infraestructura y esperar la inauguración. Ya tenemos una fecha para esto y será el día del cumpleaños de mi padre, o sea