Jasón observó a Camille por encima del borde de la taza de café. Mientras enfriaba la bebida con un soplo de aire, pensó en la noche anterior. Al igual que en ese momento, ella se veía asustada de él, en menor medida, pero no pudo ocultarle que temía lo que podía hacerle a ella y a su hijo. Su intención no había sido hacerle pagar, pero ella continuó con su engaño y no podía permitírselo. Ocultó una sonrisa detrás de la taza cuando vio que ella lo miraba queriendo hablar con él, pero no se atrevía.—¿Quieres decirme algo, Camille? —Le gustó llamarla por su nombre, creía que iba más con ella. Para él, Amber no pegaba con su personalidad. Aunque escondiera a una mentirosa, su nombre le gustaba mucho más.—¿Me dejarás ver a mi hijo? —ella no esperó, de inmediato hizo la pregunta que le urgía conocer la respuesta.—Sí, te dejaré verlo —respondió él, y antes de que ella le preguntara en qué momento sería, le aclaró para que no tuviera muchas esperanzas—, cuando yo entienda que lo mereces,
Antes de ir a atender sus negocios, Jason se dirigió al hospital al cual ordenó que llevaran al hijo de Camille. Revisó las referencias del hospital anterior y aunque eran buenas, prefirió llevarlo al que conocía y estaba seguro de que la atención era de calidad. Además de tener mayor confianza en los doctores, allí atendían a su familia. Su abuelo, al que cuidaba más que a su vida, acudía cuando estaba enfermo. A Él mismo lo atendían cuando recibía alguna herida que no podía ser curada dentro del Sindicato. El neurólogo que escogió para la cirugía de Darrin, especializado en trastornos cerebrales, era un médico con altas referencias. Cuando trasladaron al niño, habló personalmente con él. El galeno le explico cómo sería la cirugía, la incisión que haría a través del cuero cabelludo y que tan invasivo sería el corte quirúrgico. El médico fue más allá y le informó el tiempo estimado que tardaría en recuperarse. La cicatrización completa del hueso podía tardar de seis a doce meses. Era
Camille estaba cansada de tener que lidiar con Jason y con la familia Thrasher. No podía confiar en ninguno, él tenía a su hijo secuestrado y sin permitirle verlo. Amber y su madre queriendo aprovecharse de ella para ellas vivir con tranquilidad.Ante la demora en la respuesta de Camille, Amber la apremio: —No lo te olvidaste, ¿verdad? Dime que al menos le dijiste que se iban a divorciar.—Sí, se lo dije, deja de fastidiar con eso, ¿no tienes a nadie más que molestar? —Ella solo quería quedarse pensando en la situación que estaba pasando. No que una mujer sin oficio estuviera de insoportable.—En este momento solo quería recordarte nuestro trato, para que no lo olvides, en cuanto me diga que se van a divorciar, atiendo cosas más importantes.Camille suspiró, si decirle una media verdad la ayudaría a deshacerse de la molestia, lo haría, todavía no podía eliminar la posibilidad de que en verdad le dieran el dinero prometido. Si Jason no cumplía con su promesa de curar a Darrin, de algun
Ella no sabía qué decirle, estaba tan sorprendida con el arrebato de él, que ni siquiera pensó en decirle que no había tomado en cuenta a Amber Thrasher.—He hecho tanto por ti, y tú ni siquiera lo tomas en cuenta. Insistes en dejarme, como si no te importara ni un poco —le dijo Jason mientras se pasaba una mano por la cabeza desordenándose el cabello.Camille frunció el ceño, lo miró preguntándose qué había hecho por ella. Lo único que sabía era que se llevó a su hijo y no la dejaba verlo. Le ordenó permanecer dentro de la casa hasta que él le diera permiso para salir, y sospechaba, que al único lugar que iría, era a su trabajo.Jason recostó la cabeza en el espaldar del asiento trasero. No confiaba en los mentirosos, pero por alguna razón que no llegaba a comprender, quería mantener a esa mujer a su lado.—Toma algo de ropa, nos vamos de viaje —Su intención había sido ser suave, que sus palabras se escucharan como invitación, sin embargo, salió como una orden demasiado autoritaria.
Camille pensó en el padre de Darrin y sintió ira, tanta, qué lágrimas rodaron por sus mejillas. Solo de recordar todo lo que había hecho ese hombre, le daban deseos de esconder a su hijo y no dejarlo salir jamás. Aunque estuviera enfermo, ella lo amaba y no dejaría que nadie le hicieran daño. Recordó la primera vez que lo tuvo en sus brazos y más lágrimas escaparon de sus ojos. Jason malinterpretó su reacción, pensó que, aunque estaba casada con él, ella seguía pensando en su exesposo. Odió que siguiera amando a un hombre que no estaba allí para ella y para su hijo. Un hombre ausente que no le importaba si su hijo moría o no. Él estaba junto a ella, pagó para que los mejores doctores operaran a Darrin, y ella no podía ni siquiera soportar su toque. Apretando las manos en puños, dio unos pasos hacia atrás alejándose de ella y luego salió de la habitación dejando la puerta abierta y a Camille en medio de la estancia. Como el chofer dormía, Jason no quiso llamarlo porque perdería más ti
Camille pensó en el padre de Darrin y sintió ira, tanta, qué lágrimas rodaron por sus mejillas. Solo de recordar todo lo que había hecho ese hombre, le daban deseos de esconder a su hijo y no dejarlo salir jamás. Aunque estuviera enfermo, ella lo amaba y no dejaría que nadie le hicieran daño. Recordó la primera vez que lo tuvo en sus brazos y más lágrimas escaparon de sus ojos.Jason malinterpretó su reacción, pensó que, aunque estaba casada con él, ella seguía pensando en su exesposo. Odió que siguiera amando a un hombre que no estaba allí para ella y para su hijo. Un hombre ausente que no le importaba si su hijo moría o no. Él estaba junto a ella, pagó para que los mejores doctores operaran a Darrin, y ella no podía ni siquiera soportar su toque. Apretando las manos en puños, dio unos pasos hacia atrás alejándose de ella y luego salió de la habitación dejando la puerta abierta y a Camille en medio de la estancia.Como el chofer dormía, Jason no quiso llamarlo porque perdería más tie
Cuando Jason despertó pasada las seis de la tarde y recordó la escena lamentable que dio frente a Camille, se sintió abochornado. No había sido su intención que ella lo viera en ese estado, pero las bebidas llegaron y él quería ahogar las penas. Se preguntó cómo regreso a la casa, si había sido algunas de las personas con las cuales estuvo en el club, suspiró aliviado cuando segundos después recordó que llamó al chofer que los llevó a la casa de la playa. No le hubiese gustado que Camille hubiese visto a sus acompañantes. Estaba seguro de que no sucedió nada entre ninguna de aquellas mujeres y él, pero su mujer podía pensar lo contrario.Miró alrededor de la habitación buscándola, pero ella ya no estaba por allí. Lamentó no verla, Camille estuvo pendiente de él, asegurándose que no le sucediera nada. En algún momento del día, le llevó medicamentos para la resaca. Estaba conmovido, no esperó que ella hiciera tanto por él.Jason abandonó la cama, decidido a retribuírselo. La invitaría a
Marcia observó a su hija con los ojos entrecerrados mientras disfrutaba de una un café acabado de hacer. Amber llevaba todo el día con una expresión de alegría en el rostro. Sin embargo, no había compartido con ella el motivo de tanta felicidad.—¿Hay algo que quieras contarme?, ¿Un nuevo novio quizás? —preguntó para salir de dudas.—¿Novio? —Amber le dio una breve mirada a su madre cuando hizo la pregunta y puso los ojos en blanco, luego siguió mirando el teléfono que tenía en las manos—, por ahora no tengo a nadie.—Entonces, ¿Qué te tiene tan feliz? —Marcia quería una respuesta, y la iba a conseguir—, vamos, cuéntale a tu madre. Quien mejor que yo para conocer lo que sucede en tu vida y… Tus secretos.Amber dejó el teléfono a un lado y miró a su madre con una sonrisa de medio lado. Se veía orgullosa. Ufana de lo que había hecho. Pero era una mujer que le gustaba mantener a las personas en vilo, no le importaba si era su progenitora la que esperaba expectante por una respuesta. Puso