—No te preocupes, confía en mí, no hay nada que Karl Hamilton no pueda lograr —le dijo guiñándole un ojo con coquetería.Si ella llegó a pensar que era pura palabrería de él, se dio cuenta de que no era así, cuando luego de salir de la casa, llegó tres horas después con el abogado, quien ya traía el
Cuando Brenda salió de la habitación de Karl, lo hizo refunfuñando, parecía una fiera. —¡Idiota! Mucho enamorado, me derrito por ti y ni siquiera un pinche beso me dio —protestó. Su prima la vio con aire preocupado y se le acercó. —¿Otra vez el idiota ese se intentó propasar contigo aun cuando le
Karl guio a Brenda hasta su coche, apenas bajaron del avión, con los faros del vehículo atravesando la oscuridad de la noche. Los dos permanecieron en silencio en el coche por un rato, la chica un poco nerviosa, temiendo lo que pudiera ocurrir e imaginándose como iba a ser la reacción de su padre.S
La noticia de que Brenda, su única hija, se había casado sin notificarle le causó una gran indignación al padre, sintió que la tierra se removía bajo sus pies, no podía creer lo que escuchaba y su rostro se tornó tan rojo del enojo que parecía que le iba a dar un patatús, caminó para enfrentarse a K
Karl se quedó viendo las intenciones de su suegro, solo estaba buscando la forma de crear problemas entre Brenda y él, como no pudo salirse con la suya, ahora intentaba dañarlos de otra forma.No era ningún secreto que a su suegro se le daba bien manipular las situaciones para conseguir lo que querí
Karl entró ansioso con su esposa al apartamento, mas no fue necesario llegar a la habitación, porque apenas entraron, la chica lo empujó en el sofá de un puesto haciéndolo tomar asiento.—No te muevas de aquí —le dijo con seriedad.—Tranquila, no me iré a ningún lado —pronunció Karl, emocionado por
La habitación parecía estar en sincronía con sus movimientos, la suave iluminación y el acogedor ambiente parecían formar parte de su actuación. Parecía estar en su propio mundo, bailando su propia historia que Karl quería conocer. Podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo, el deseo y la pasión
—¿Qué piensas hacer? —le preguntó Brenda frunciendo el ceño con sospecha.—Voy a enfrentarlos, voy a enseñarle al tal Andrew que no puede venir a mi casa a amenazarme y va a esperar que yo me mantenga sin hacer nada.Karl se terminó de vestir, comenzó a caminar hacia la puerta principal y Brenda le