Ella por un momento se mantuvo en silencio, aunque ganas de responderle no le faltaban, sin embargo, respiró profundo rogando en su interior que él desistiera de regañarla, pero él insistió en reprenderla.—Eres una exhibicionista, te encanta llamar la atención… no te da vergüenza presentarte ante t
Lo que sintió por ella y que había estado reprimido ahora se desataban sin control. El beso se hacía cada vez más apasionado, mientras sus manos se desplazaban con suavidad por el cuerpo de ella. El universo se derrumbaba a su alrededor, pero él y Brenda seguían ahí, con sus pieles enlazadas. Un ar
Ella lo observaba con una mirada entusiasmada, estaba atrapada en un hechizo de pasión y deseo. Con rapidez, Karl se despojó de toda ropa, mientras Brenda no podía apartar sus ojos de él, al ver aquella visión tan sensual, su corazón comenzó a latir más rápido, todo su ser se movía al compás de su
Así que comenzó a moverse dentro de ella, cada empujón fue una oleada de placer para Brenda, que empezaba a sentir los espasmos de su segundo orgasmo. Karl estaba entregado a complacerla, mientras sus caderas se movían de forma armoniosa y sus gemidos eran cada vez más intensos. El placer se hizo m
Karl llegó al aeropuerto justo a tiempo para ver despegar el avión de Brenda. Estaba seguro de poder alcanzarla antes de que partiera, pero había llegado demasiado tarde. Se quedó viendo cómo el avión desaparecía en el cielo. Sintió que le invadía una oleada de desesperación, no podía ser que cuand
—Mamá no creas en todas esas noticias que lees en la prensa… eso no es cierto.“Lo sé, he vivido situaciones similares cuando tu padre, sacaron los hechos de contexto y provocaron muchos desencuentros entre nosotros, estoy clara que la prensa siempre buscar exagerar todo para vender y obtener más se
Brenda irrumpió en casa de sus tíos, iba protestando porque el encuentro con Karl la había dejado de muy mal humor.—¡Es un idiota! Es que provoca aplastarlo como si fuese una asquerosa cucaracha ¡Vas a morir idiota! —exclamó a la nada.Sus tíos y sus primos que estaban sentados en el salón se queda
—De verdad, no creo que no lo sepa, por favor, me urge encontrarla —expresó con un tono de preocupación, casi suplicante.El guardia negó con la cabeza.—Me temo que no. Esa información no la manejamos nosotros —dijo esta vez sintiendo compasión por el hombre.Karl sintió un nudo en el estómago. Se