Después de un recorrido de treinta minutos llegó a la fiesta, andaba más molesto que nunca, porque la chica que había invitado a acompañarlo a la fiesta, cuando estaba bajando por las escaleras, se resbaló, se cayó y se lastimó un pie, por eso llegó tarde y en ese momento estaba entrando solo a la f
La gente comenzó a moverse frenéticamente, algunos para socorrer al hombre, otros para buscar a un médico, otros para curiosear e incluso ver a Brenda más de cerca, distintas personas gritaban en la confusión. Entretanto, la joven terminó lanzándose encima de su padre, llamándolo con desesperación.
—Ese es dinero de tus padres, no tuyo, tú no te lo has ganado —debatió el hombre.—También tengo mis propias inversiones, no me interesa… —de nuevo Genaro lo interrumpió.—Mira muchacho, la plata nunca está de más, así que no te vengas a hacer el desinteresado conmigo —expresó con seriedad.—No esto
Karl sonrió con una expresión de soberbia, la tomó por la cintura y la atrajo a su cuerpo; no había manera de que ella se soltara; sus manos recorrieron los surcos de sus curvas mientras él acercaba su rostro al de ella. Su aliento mezclado con el del hombre enviaban electricidad por todo su cuerpo
Por su parte, Brenda esperó hasta que el médico saliera, lo hizo justo en el momento que apareció un paramédico que había llegado en la ambulancia, ella se levantó corriendo y caminó hacia el primero.—Hola, señor, soy la hija del señor Del pino, ¿Cómo está mi padre? —preguntó con ansiedad.El médic
Karl salió del hotel con pasos firmes, caminó al estacionamiento donde tenía aparcado su auto, para su alivio no había consumido alcohol, por lo cual no tenía ninguna limitante para no conducir, al subir al auto cerró la puerta de golpe, tenía las mejillas enrojecidas por la rabia, no pudo evitar go
No había pasado ni media hora cuando una de ellas, sin esperarlo, comenzó a besarlo y como no era de palo, respondió gustosamente al beso, cuando ella lo soltó, lo agarró la otra y también se besaron de manera apasionada, no se dio cuenta que de nuevo le tomaban fotografías, él apartó a la mujer, y
Karl se puso pálido, se le veía inquieto, sin darse cuenta, se había levantado de la cama y ya estaba parado en la puerta, con cara de culpabilidad, mirando a Brenda para darle una explicación.Podía sentir la electricidad en el aire, la tensión que irradiaba el delgado cuerpo de la chica. Apretó lo