Diez minutos después de haber salido a buscar las fotografías apareció la señora con varios álbumes y se los pasó a Carlotta para que lo viera, estaban enumerados y distribuidos desde el mismo momento de su nacimiento, al ella abrirlos se dio cuenta de que Sandra era exactamente igual a su padre.—T
Intentando procesar lo que su suegro le había dicho, Carlotta se alejó de la puerta rápidamente para no ser vista, y salió corriendo a la sala, donde aún permanecía su suegra jugueteando con Sandra.—¿Qué sucede hija? ¿Te pasa algo? —Carlotta la vio y negó con la cabeza—. Seguramente estás cansada,
Carlotta no pudo evitar sonreír ante la buena disposición de Sandro, sobre todo a la vista de su propuesta, aunque para ser sincera, ella solo pretendía bromear con él, no se imaginó que se lo tomaría en serio. —El trato es, tener dos hijos más adelante… no ahora, nuestra bebé está muy pequeña. El
Sandro dejó las hojas y el bolígrafo a un lado, la tomó por la cintura y la sentó en sus piernas, se rodó en la cama, hasta recostarse del espaldar y la arregló en su regazo.—Nunca sentí ni un diez por ciento por esas mujeres de lo que siento por ti, ellas son parte de mi pasado, cuando era un homb
A medianoche, el hombre despertó, ni siquiera se dieron cuenta cuánto tiempo habían dormido, solo quería estar con ella, demostrarle todo lo que la había extrañado, comenzó a besarla poco a poco, recorrió su cuello y fue descendiendo, le apartó la ropa dejándola desnuda frente a él, —Te amo… deseo
Ambos sabían que tendrían que pasar por obstáculos y pruebas en el futuro, pero estaba convencido de que podrían superarlas juntos, ya fuera con apoyo mutuo o con la ayuda de sus familias. Después de ese día, las cosas fueron mejorando poco a poco entre ellos, aunque Sandro notaba que Carlotta segu
La mujer se dio cuenta de que había caído en una trampa e intentó salir airosa. —Yo solo quería bromear con Sandro… nosotros somos muy buenos amigos y tenemos una forma particular de llevarnos —sonrió tratando de apaciguar la molestia que había provocado su falsa acusación—. ¿Apuesto que no tenías
Él más orgulloso era Taddeo.—¡Ese es mi muchacho! —exclamaba emocionado en cada vuelta que daba Sandro, una vuelta tan rápida que terminaba rompiendo el récord de la vuelta más rápida que el mismo había ostentado por años.Fueron sesenta y una vueltas llenas de Adrenalina, emoción y bromas, pero su